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Mojarra Fina: El Blog de la Mojarra Fina Ayamontina

AYAMONTINOS INOLVIDABLES. Antoñita Giráldez, el nardo cercenado.

AYAMONTINOS INOLVIDABLES. Antoñita Giráldez, el nardo cercenado.

"Parece que va a caerse...

A Rodríguez Buzón le parecía que Padre Jesús podía caerse pero.... no se podía caer.

Parece que va a troncharse, pero no se puede tronchar. Habría que cercenarlo para acabar con él.

Parece que va a troncharse, ese nardo, paradigma de elegancia y humildad que fue la ayamontina Antoñita Giráldez.

Parece que va a troncharse, pensábamos al  verla pasar junto a nosotros cuando, como nadie, vestía de mantilla y peineta por las Angustias o en Semana Santa. La veíamos como vemos esos jarrones de cristal fino, que siempre creemos que terminarán hecho añicos por un simple soplo.

Aparentemente frágil, Atoñita Giráldez -nunca me cansaré de ensalzar su sencilla elegancia, en el vestir, en el estar, en el comportarse, en la manifestación cotidiana de su propia vida- era como ese guayacán de apariencia suave, de colores claros, pero de interior fuerte, resistente, incansable en cualquier cometido que afrontaba. Un nardo inquebrantable, cercenado al final de una lucha silenciosa pero titánica contra esa enfermedad de la que se dice, cual efecto placebo, que ya está controlada, pero que la evidencia de su inmisericorde guadaña nos dice todo lo contrario.

No he visto a nadie trabajar tan en silencio y a la vez con tanto denuedo, como la veía en íntimas tardes de 8 de septiembre enfrascada en el exorno del paso de la Virgen de las Angustias, para unas horas más tardes pasear sin la menor presunción su mantilla, su peineta... su vida misma entregada desde el silencio, la compostura y la humildad a su Patrona.

El cáncer no pudo tronchar ese nardo. Pero terminó cercenándolo. Es su estilo. Maldito sea por siempre, y benditas todas las mujeres que le hicieron frente hasta el último suspiro. Descanse en paz Antoñita Giráldez y permanezca siempre en nuestro recuerdo como ayamontina inolvidable.


AYAMONTE EN EL RECUERDO. Aquellos olores urbanos...

AYAMONTE EN EL RECUERDO. Aquellos olores urbanos...

El abuelo se sentó en la silla de la Maestra. Ese día el abuelo se disponía a dar una clase muy especial a los alumnos de primaria, les hablaría de un pasado que ellos no conocieron, es más, que ni siquiera sospecharon, les va a relatar cómo eran aquellos olores que se respiraban en el Ayamonte de mitad del pasado siglo, olores urbanos hoy desaparecidos, bien porque desaparecieron los centros productivos de los mismos, bien porque la producción y elaboración de mercancías ha cambiado radicalmente y ya no ha lugar a disfrutar de aquellos incomparables efluvios.

Mirad, niños, os voy a contar cómo se olía antiguamente en Ayamonte, cuando yo tenía la edad que ahora tenéis vosotros.

Cerca del muelle, en la calle Aduana, había una cafetería conocida como la de "Manolito el del quiosco". En ella se elaboraba un exquisito café, posiblemente el mejor del pueblo. Tan es así, que alrededor de aquella cafetería se olía a café recién hecho, mezclándose con el olor a sardinas cocidas en las calderas de una fábrica de conservas cercana, la fábrica llamada de "Indemar".

Muy cerca de ese lugar, en la calle Cervantes, había una mercería regentada por una señora llamada Feliciana, pero conocida como "Feliciana la del café". ¿Sabéis por qué?. Porque aquella buena señora vendía café portugés de contrabando, y como entonces no se conocía la técnica de envasado al vacío, a través del plástico de las bolsas salía el olor a café natural, un olor riquisímo que inundaba la calle y se confundía con el olor a pana de la tienda de Guerrero, de franela de la de Manolito el Lápiz y la pañería de la tienda de Paca la Parreña, todo ello mezclado con el olor a viruta de madera recién cepillada de la carpintería de Leopoldo Aguilera.

Por la calle Lepe, al principio, que es como siempre llamamos los ayamontinos a la calle Huelva, se disfrutaba de un rico olor a jamón bien cortado de la tienda de una señora llamada Sarita y que cortaba con maestría su esposo, el bueno de Eduardo Morán. Enfrente, un rico olor a vermut procedente de una tasca llamada "La Oficina", del Sr. Elías, que los clientes acompañaban con unas lonchas de tocino de jamón envueltas en un papel de estrasa.

Nuestro precioso centro olía también a buenos perfumes, pues entonces se vendía mucho la colonia a granel, y claro, cada vez que se abría un tarro para despachar una porción,el efluvio de la colonia llegaba a la calle. Eso era muy propio en la calle Real, donde estaba la perfumería "La Giralda".

También de las barberías salían ricos olores. De la del maestro Celedonio, en la callejita que era conocida por su nombre, al ser muy estrecha, pendía en el aire un rico olor a "Floid", que era un producto que el maestro extendía por la cara recién afeitada del cliente.

Abundaban los olores a pan recién hecho de las muchas tahonas que había en el pueblo; a buena cocina, en la calle Zamora, procedente de "Casa Barberi"; a pescaíto recién frito del bar de Margallo. Y a rica chacina a lo largo de buena parte de la Avenida y la calle Huelva procedente del almacén de un señor conocido por "el Chacinero". Hasta el carbón y el cisco de la tienda de Caraballo olían bien.

Y no digamos el olor a chocos fritos del bar de "Manolito el de la plaza"; de sangre encebollada de "La Alegría de la Plaza"; de jeringos de Rogelio y de fruta fresca, siempre del tiempo, de la plaza Abastos.

Más olores quedan por citar, pero ya al abuelo le falla la memoria.


AYAMONTE EN EL RECUERDO. 60 aniversario del Instituto Laboral.

AYAMONTE EN EL RECUERDO. 60 aniversario del Instituto Laboral.

 

 

La avenida de Andalucía ha vuelto a llamarse del Generalísimo; el paseo de la Ribera, de Queipo de Llano; la plaza de La Laguna, plaza de José Antonio; la calle Buenavista, del General Yagüe…

Desde la curva del astillero de Zamudio, dejando atrás la “casa colorá”, circula despacio un taxi negro y cúbico; en sentido contrario, un volquete tirado por una mula rumbo a una pedrera y unos carros cargados de grandes bocoyes e igualmente tirados por mulas, en los que los antiguos aguaores, Patalingue, Piporro, Miguel Antúnez... se dirigen a la "Casita del Agua" para cargar el líquido elemento y su posterior distribución casa por casa.

Han abierto sus puertas las tabernas del  Lana y el Adoquín; el bar la Gasolinera, el de la Cepa, el Túnez, y cerrando el íter del vino de la avenida, el viejo Rancho Grande.

Antonio Campos y los hermanos Castelo abren sus barberías y preparan los utensilios del oficio a la espera del primer cliente.

En el estero, los galeones aparecen anclados junto a sus acostaos, y un buen número de canúas de las que se dedican a la pesca del mechillón.

A las nueve de la mañana Paco el Lanchero ha cruzado ya varias veces el estero de la Ribera, y a esa misma hora, con puntualidad castrense, abren sus puertas las tiendas de Rafalito Aguilera, Salvador Morlera, La Giralda de Sanchito, la Caldera de los Pallares, Enrique el Locero, el Buen Gusto, Casa Fernández, Almacenes Arcos, Sotito, las tahonas de Salazar, Carrito, Elías, que impregnan con incomparable olor a pan recién hecho las calles de sus alrededores.

La plaza de abastos ha vuelto cargada de romanticismo, abierta y luminosa, con su inolvidable suelo de chinorros, y ya trabajan frenéticamente en sus puestos carniceros,  pescaeros, cafeteros, fruteros... y Angel E`sury  siente sus pinceles llamar a "generala" para dejar plasmado en un lienzo todo el encanto contenido en el entorno

El paisaje urbano es pobre, pero bello y romántico. Aun no ha sido flagelado por el desmadre urbanístico que pronto nos privará de las ruinas del Castillo romano y del Baluarte, y desde cualquier punto se pueden contemplar alrededores atractivos. Desde casi todos los lugares se ve el río, el castillo y las torres y espadañas de las iglesias.

Desde la estribación norte del Muelle de Poniente la vista del barrio de La Villa resulta paradisíaca. La vieja torre de la iglesia del Salvador, de piedra ocre y erosionada por los vientos, se da la mano con la amurallada del Castillo en ruinas. A sus pies, la Plaza del Salvador, "el Solá", corona inconfundible del barrio de la Villa, un barrio  de casitas bajas de tejados musgosos, de gatos domiciliados, de pana sudada, de bravas espigas, de olor a vieja tahona, de aguas frescas de manantiales urbanos, de viejas escuelas, de vinos bebidos "a tropezón", de brocal de pozo erosionado por cuerdas en manos de rudas y bellas mujeres, de baldeos al atardecer, de un viejo pastor lusitano conviviendo con el apóstol en una secular "madrugá", de cuna de niños expósitos...

La torre de la iglesia de las Angustias luce libre y esplendorosa, erguida y solitaria, apoyándose en un baluarte de piedra que ya no espera desembarcos de piratas, aunque los más románticos afirman que sus viejas piedras conservan cierto olor a pólvora y que en las noches silenciosas y en calma se pueden oir ruidos de sables y espadas… Tiempos pasados que no volverán pero quedan en el recuerdo.

 

Y el siglo XX estaba a punto de superar la cresta de su centenario recorrido cuando Ayamonte amaneció "sembrada" de carteles que anunciaban la apertura de un Instituto Laboral, un centro de Enseñanza Media, que se ubicaría en el lugar que tiempos pasados fuera Casa Cuartel de la Guardia Civil y Convento Mercedario, entre la iglesia de la Merced y la vieja Escuela del mismo nombre.

 

         En principio, muy pocos entendían, o entendíamos, el verdadero contenido del mensaje: ¿qué era un Instituto Laboral?, ¿qué era un Centro de Enseñanza Media?, incluso, ¿qué era un Bachillerato Laboral?

 

         A partir de la Escuela Primaria, a los niños ayamontinos de familias pobres, o sea, la inmensa mayoría, solo les quedaba incorporarse al mundo del trabajo a través de aquella legendaria figura del aprendiz.

 

         Aparentemente, la apertura de un Centro de Enseñanza Media, que además sería gratuita, significaba un salto cualitativo en pos de una pretendida igualdad social, rompiendo así la gran desigualdad de clases existente. Mas la intención era bien distinta: no se trataba de que los hijos de los trabajadores terminaran siendo licenciados universitarios, sino mecánicos navales, técnicos de astilleros, patrones de la mercante, soldadores, electricistas. De suyo, el nuevo Bachillerato tenía un carácter mixto en el terreno pedagógico: a las clásicas asignaturas llamadas humanidades añadía las del conocimiento del mundo marino y marinero y los oficios más conocidos.

 

         Pero una vez más el Régimen se equivocó. El ansia de saber de muchos de aquellos alumnos evitó el estancamiento en titulaciones medias o simplemente técnicas, y proliferaron los médicos, abogados, maestros...

 

         Alucinantes para nosotros fueron aquellos inicios. Era como una ensoñación recibir clases de profesores y catedráticos foráneos que vinieron destinados al Instituto: Don Juan Fernández Fernández, el primer director, flemático, impenetrable; Doña Carmen Sigler Jiménez, que terminaría siendo su esposa, tal para  cual incluso antes de compartir común colchón; Doña Pilar Cruz Miñana-Soriano, todo un sex symbol del momento, áspera de carácter y absolutamente inaccesible; Doña María Jesús Valdés-Hevia y Villa, la elegancia personificada; Don Ignacio Fernández García, nuestro mito, el gran sembrador de empatías...

 

         Casi podríamos afirmar que el concepto minimalista nació con nuestro Instituto Laboral: las aulas justas, las oficinas mínimas, un claustro que a la vez era gimnasio y taller de carpintería. Pero funcionó, y de qué manera. Es cierto que muchos abandonaron nada más empezar y otros tantos no llegaron al final del camino, pero otros muchos alcanzaron grandes metas.

 

         Hoy, al cabo de sesenta años, a los ya viejos alumnos de aquellas primeras promociones, no nos queda más que ser agradecidos por la oportunidad que nos ofreció nuestro añorado Instituto Laboral, agradecimiento hoy extensible a la Dirección del Instituto Guadiana y a su claustro de profesores por la oportunidadque nos han dado de participar de forma tan activa en esta, quizás para muchos, la última efeméride.

TONTOS DE CAPIRUCHO. Mercedarios catalanes.

TONTOS DE CAPIRUCHO. Mercedarios catalanes.

Una de las grandes sorpresas que nos ha deparado la pasada Semana Santa ayamontina ha sido sin duda el frontal del paso de Jesús Cautivo.

Luce el Cautivo de la Merced paso nuevo, que, como es uso y costumbre en el mundo cofradiero, se irá elaborando poco a poco, no solo a ritmo de taller, sino también a ritmo de posibilidades económicas. Tardaremos mucho en verlo terminado, pero lo veremos. Sería la primera vez que un proyecto de la gente del Lunes no fructificara.

Pero lo verdaderamente llamativo ha sido el frontal del paso, que según tengo sabido,se repetirá a lo largo y ancho del mismo: esa reproducción de la fachada de la catedral de la Sagrada Familia de Barcelona.

En un principio pensé que sería cosa de mi amigo Ignacio Carnacea, que como es hincha del Barcelona habría iluminado a sus colegas. Pero me saca del error un destacado directivo de la hermandad: se trata, me dice, de la connotación mercedaria de Ayamonte con Cataluña, porque fue en Cataluña donde se fraguó lo mercedario. Toma del frasco, carrasco.

De todos es sabido la admiración que siempre he sentido y manifestado por esta hermandad, ahí quedan mis artículos publicados. Lograron el título de "Real" cuando estaban todavía en pañales, cuestión esta que tiene más de política oportunista que de religiosa.

De forma sibilina hace tiempo que vienen atribuyéndose la condición de mercedarios, cuestión que han redondeado con esa desfachatez que supone meternos por los ojos las imágenes de una catedral catalana modernista y sin terminar, que han convertido en mercedaria. Y la verdad es que lo único que tiene de mercedaria esa querida y admirada hermandad, es que tiene su sede canónica en la iglesia de la Merced, que fue templo mercedario. Pero nada más, no nos engañemos.

Por lo demás, como más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena, lo dejo ahí. A mí me parece una barbaridad. Lo digo con respeto. Pero si a ellos les parece bien, adelante con los faroles.

Y no es de extrañar que un año se nos presente presidiendo la estación de penitencia un político nacionalista catalán. Al tiempo.

MOJARREANDO. Semana Santa en Pozo del Camino.

MOJARREANDO. Semana Santa en Pozo del Camino.

Confieso humildemente mi ignorancia acerca de esta romántica y entrañable procesión de Miércoles Santo en nuestra barriada de Pozo del Camino, pero una publicación en Facebook alumbra mi imperdonable ignorancia.

Es cierto lo que expresa un comentarista: "también es Ayamonte".

Creo que al evento le falta la debida publicidad para que llegue a conocimiento de todos, algún cartel, alguna comparecencia en las emisoras locales, cualquier forma de darlo a conocer.

A la vista de los pasos y de las imágenes -de las que sólo puedo publicar una en razón de la estructura del blog- uno tiene que desubrirse: todo resulta tan entrañablemente romántico, autóctono, esencial, quizás minimalista, aunque también quizás por ello resulte tan atractivo.

He prometido que el próximo año iré a ver esa especial procesión de Miércoles Santo en Pozo del Camino, y espero cumplir mi palabra. Hasta entonces, mi más sincera felicitación a los organizadores y a los partícipes de uno y otro sexo. Enhorabuena.

MOJARREANDO. El cura contrarrevestido.

MOJARREANDO. El cura contrarrevestido.

Desde que llegó no para de hacernos la puñeta. Trasluce una enconada animadversión con todo aquello que refleje nuestra cultura, nuestras costumbres, incluso nuestra fe, sin tener en cuenta que gran parte de ella nos la insuflaron sus colegas de comunidad. Los Padres Paules llevan muchísimos años en Ayamonte y siempre hubo una más que considerable empatía entre comunidad y fieles.

Pero el cura Eblerino, posiblemente víctima de un rebote que supone haber perdido el puesto que por razón de organización comunitaria le arrebató el anterior párroco, cada día da un pasito adelante para ganarse no precisamente la simpatía de los fieles.

Empezó desdeñando el hecho de que contásemos con dos Yacentes y dos Corpus; no asistió ni delegó para que otro lo hiciera, en el Vía Crucis de Agrupación con el que se abre la Cuaresma, algo que precisamente hace puntualmente alguien que está un poquito encima de él, como es el Santo Padre; al Señor de Pasión no lo ha dejado salir de su capilla para el Tríduo porque al parecer le estorba en el presbiterio.

Y hoy, Domingo de Ramos, para la procesión -ojo, Eblerino, que es litúrgica- ni siquiera se ha revestido, y se nos ha presentado muy maqueao pero muy catetil, un tanto recordando a Paco Martínez Soria o, como decimos los ayamontinos, encartonao.

Está claro que a él le da igual. Peor para él, porque tarde o temprano los ayamontinos recibiremos la noticia de que lo han largado, y entonces respiraremos profundamente. Y si se tercia, hasta lo celebraremos.

Entretanto, yo me permito decirle: Eblerino, vete ya y vete ya.

MOJARREANDO. Todos con Aspeatro.

MOJARREANDO. Todos con Aspeatro.

En esta ocasión, más que un artículo, me permito publicar una invitación a la participación de mis paisanos en un nuevo envite de generosidad y solidaridad con los más débiles.

Entre las actividades de Aspeatro, una nueva entra con fuerza por la gran necesidad de los damnificados, que no son otros que los más débiles: los niños.

Se ha puesto en funcionamiento un  economato infantil, se trata de aportar todo aquello que es vital para el desarrollo y calidad de vida de los níños: comida, ropa, artículos de higiene...todo será poco.

En la fotografía que acompaña esta entrega se explica claramente de qué se trata.

Por favor, todos tenemos que volcarnos con los más débiles, tenemos que llevar tranquilidad, sosiego, a las sufridas madres que acuden con sus pequeños a la sede de Aspeatro.

Ni que decir tiene que estoy seguro de que los ayamontinos, una vez más, seremos generosos.

TONTOS DE CAPIRUCHO. El cartel.

TONTOS DE CAPIRUCHO. El cartel.

Para empezar, voy a parafrasear a Julio César: "alea iacta est", y al cruzar mi particular "rubicón" para comentar en Mojarrafina el cartel anunciador de nuestra Semana Santa, digo, afirmo, ratifico y repito: el cartel de nuestra Semana Santa del presente año, obra del polifacético artista mairenero-ayamontino Manolo Martínez Guillén, es sin duda el mejor, el más completo cartel de todos los que a lo largo de setenta años he teniendo la ocasión de conocer. Y como decían los faraones al escriba que sostenía la tablilla y el punzón: "así se escriba".

Particularmente llevo algunos, por no decir muchos años cansado de ver cómo algunos artistas ayamontinos han aprovechado la ocasión para promocionarse a sí mismos como pintores. Y a fuer que lo han conseguido. Pero resulta que de lo que se trataba no era de que el artista se promocionara a sí mismo elaborando un cuadro, sino que promocionara nuestra Semana Santa elaborando un cartel. Así de fácil.

Un cuadro nos puede mostrar las habilidades de un pintor; un cartel nos debe mostrar esas habilidades encaminadas a la promoción, en este caso, cultural y religiosa del acontecimiento más importante del año en Ayamonte.

Y eso es precisamente lo que con total brillantez ha conseguido el amigo Manolo "el de la Farmacia". Y encima se permitió, en un discurso amenísimo y brillantemente ilustrado, explicárnoslo con pelos y señales. Mañana redonda en el Cardenio.

El cartel es un primor de detalles, de mensajes, una auténtica expresión de lo que es nuestra Semana Santa. No hay rincón del mismo que no nos llame a la admiración y al aplauso. Y ya no puedo decir nada más, amigo Manolo, me faltan las palabras. Sólo un apunte: felicita de mi parte a tu presentador, mi amigo Florencio Hernández. Eso es una presentación y lo demás es cuento puro. Lejos de personalismos, renunciando a su minuto de gloria, hizo un canto a la amistad. Todo lo demás sobraba, y Florencio estuvo en el fiel de la balanza.

Enhorabuena a los dos, y por supuesto a otro amigo, Alberto Vázquez Fournier, Presidente de Agrupación, por el acierto en elegirte

TONTOS DE CAPIRUCHO. El Vía crucis.

TONTOS DE CAPIRUCHO. El Vía crucis.

Vaya de antemano mi más sincera felicitación a los organizadores del Vía Crucis. La originalidad de partir de la capilla de San Antonio ha sido indudablemente un acierto, todo lo que sea "dar vida" a nuestra marinera capilla será siempre bien recibido.

Seriedad y compostura en todas las representaciones, orden, estilo, clase, saber estar... Ayamonte en carnes vivas.

Un yacente portado armónicamente por cargadores "ad hoc", por esas bellísimas calles altas de nuestra ciudad. Fue siempre un sueño, un deseo contenido para mí, que nuestras imágenes sagradas visitaran esos lugares de embeleso de nuestro esqueleto urbano: San Antonio, Gran Vía, Carmen... todo un lujo.

Pero por eso de que todas las monedas tiene dos caras, por aquel tipismo de la cal y la arena, no podía faltar esta última en tan extraordinario acontecmiento: la más que esperada ausencia del padre Eblerino, un hombre que se ha propuesto navegar en contra de la marea de nuestra historia, de nuestras costumbres, de nuestra cultura. Ahora podrá alegar que estaba de viaje, pero desde que me conozco, viajes incluidos, nunca observé la falta del sacerdote en el Vía Crucis. Este hombre se ha propuesto provocarnos, sacarnos de quicio. Algún día habrá que recordarle cómo cuando sus hermanos de comunidad necesitaron de los "santos de palo" para organizar una Misión en 1960 que no venía a cuento, encontraron el respaldo de las hermandades y del pueblo en general. Allá él.

O quizás, mejor sin él. Que cuando llegue la Semana Santa se recoja temprano y nos deje en paz. Y que no se preocupe, que Ayamonte no es pueblo vengativo, y cuando sean los Oficios llenaremos los templos, no sea que se quede sin tan suculentas colectas.

Gran Vía Crucis, y hoy gran presentacion de Cartel y Álbum. Pero de esto hablaremos más adelante.

MOJARREANDO. Una pica en Flandes.

MOJARREANDO. Una pica en Flandes.

Hace un par de días me llegó la buena nueva de que el coro Los Conquistadores del son había alcanzado el primer premio de la modalidad en el concurso provincial del carnaval de Isla Cristina. He dejado pasar un tiempo para digerirlo, porque queramos o no, resulta insólito. Que fue el mejor coro de los tres participantes con diferencia parece obvio según se oye decir a todo el mundo. Pero lo de insólito pasa por otros caminos.

En nuestro pasado Siglo de Oro, paradójicamente espectacular, brillante, en las artes, y de estrépitosa decadencia  en el dominio de nuestras posesiones, los españoles lucharon sin cesar y ya a sabiendas de que no se conseguiría nada, en todas partes del Imperio, pero especialmente en Flandes. Poner una pica en Flandes era la obsesión del Rey, y el escritor Arturo Reverte nos deleitó con una brillantísima novela -El Capitàn Alatriste- que así lo confirma. Después vino la película, magnífica, por cierto, aunque a a lo mejor no le parezca así al crítico ayamontino don Juan José Santana Hernández.

Poner una pica en momentos casi imposibles es sinónimo de valentía, osadía, incluso de heroicidad. Y por aquello de que la Historia se repite, nuestro Coro de los Conquistadores del son pusieron una pica en el flandes isleño. Y bien cierto que triunfaron, ya digo, sobre todo por la calidad indiscutible del grupo. Era harto difícil trinfar en Isla Cristina, es como si un concurso organizado en el Nou Camp lo ganara un socio del Real Madrid. Pero, como dijo el Ingenioso Hidalgo de la Mancha, "cosas veredes, amigo Sancho".

Enhorabuena a todos. Por cierto, ¿ya se ha terminado de desmaquillar el amigo Delars?. 

AYAMONTINOS INOLVIDABLES. Luciano Martín, "Lucianito Canutillo".

AYAMONTINOS INOLVIDABLES. Luciano Martín, "Lucianito Canutillo".

 No sé si alguna vez en su vida sintió el viento de barlovento acariando su rostro, mas en sotavento recibió todos los malos habidos y por haber. Luciano vivió acompañado siempre de la desgracia. Su retraso mental, su malformación física fueron moneda de doble filo: por un lado, despertaba ternura y cariño, y por otro era tierra abonada para la burla, y yo diría que incluso el maltrato disfrazado de falso paternalismo por muchos que pregonaban ser sus amigos y protectores, pero que puntualmente le servían el vaso de vino necesario para que Lucianito les hiciera reir con sus gracias, con su especial habla.En estos casos suele actualizarse de manera contundente el Evangelio: "quien esté libre de pecado...".

Llegó un momento en que todo cambió para Lucianito: cuando entró a formar parte de la vida de Aprosca. Fue entonces tratado con la dignidad que merecía, se le veía caminar ufano a la cabeza de sus compañeros de internado, alegre, simpático, y también formal, entregado a su nueva vida.

Supongo que serían por razones de edad o no sé si de alguna otra circunstancia que tuvo que abandor Aprosca y marchar fuera de su tierra, a otros acogimientos. En uno de ellos ha fallecido estos días pasados, y nos ha dejado a todos con ese sabor a cierto remordimiento que suele presentarse en casos como estos.

Luciano Martín, Lucianito "Canutillo", se ha desembarazado por fin de todos los males que le acompañaron durante su larga vida. Si es cierto que muchos últimos serán de los primeros, allá estará en puestos de preferencia.

Descanse en paz y que nos perdone a todos por no haber sido con él tan buenos como lo fuera él con nosotros.

 

MOJARREANDO. La ufanía sin límites de

MOJARREANDO. La ufanía sin límites de

De las muchas películas que han hecho mella en mí -con permiso del amigo Santana, al que no he consultado- es "La lista de Shindler". Una escena de esa película me metió en ese estadío de la reflexión al que pocas veces solemos acudir:

El coronel nazi encargado del campo de exterminio está a punto de acabar con la vida de un joven judío. Shindler trata de disuadirlo con un argumento que podríamos denominar de "contracorriente", y trata de darle a entender que el poder no consiste en hacer algo, sino en dejar de hacerlo cuando se puede hacer, es decir, que ese coronel tendría más poder si fuera capaz de "no matar" al joven judío que de matarlo, lo que significaría tener poder sobre lavida, pero también sobre la muerte, poder total. Si mal no recuerdo, surtió efectos durante un tiempo, pero al final, la cabra siempre tira al monte...

Esta gente de Podemos ha tenido la osadía de desafiar a todos los sevillanos y andaluces poniendo en solfa algo tan tradicional y arraigado como la Semana Santa, con todo lo que ello representa en el orden religioso, cultural, social y, por qué no decirlo, económico. (Claro, que en lo de económico no se han parado siquiera, al fin y al cabo en Venezuela no hay Semana Santa como en Sevilla).

Pero habiéndose dado cuenta de semejante barbaridad, aparecen ahora con la más impresentable de las ufanías: la jactancia sin límites. Y van y nos dicen: "bueno, hemos pensado mejor que vamos a dejar que siga la Semana Santa". Así que los sevillanos, los andaluces, y todos los españoles que celebramos la Semana Santa según el entender de cada lugar, deberíamos en estos cruciales momentos salir a la calle y manifestar nuestro más profundo agradecimiento a Podemos por dejar que sigamos disfrutando de una fiesta secular, posiblemente la más arraigada de todas.

Ni Chaves y Maduro juntos se atrevieron a algo parecido.



MOJARREANDO. Santa Teresa Romero.

MOJARREANDO. Santa Teresa Romero.

De un tiempo a esta parte, la vida judicial española ha cambiado de espacio. Antes, mucho antes que lo hagan los jueces en virtud del mandato del artículo 117 de la Constitución, los asuntos propios de la Justicia vienen a dilucidarse en los foros televisivos, a los que acuden "expertos y expertas" de mundial consideración y prestigio.

En sede juicial un procedimiento, máxime si es penal, suele durar años, lo que a veces resulta excesivo, es cierto. Pero en sede televisiva un procedimiento penal se puede liquidar en una mañana, una tarde, un mediodía. Bajo la batura imparcial y objetiva de García Ferreira o Jesús Cintorras (La Sexta y Cuatro), periodistas de tres al cuarto metidos a juristas, escudriñan el asunto y en menos de un suspiro dictan sentencia.

Pero luego viene aquello que inmortalizó Paco Toronjo en un fandango: "no preguntes por saber, que el tiempo te lo dirá". Y los sabios de la tele ni se inmutan, ni rectifican ni nada que se le parezca. Silencio cómplice.

El caso de la sanitaria Teresa Romero, elevada a los altares de las dos cadenas, es puro paradigma: su estrategia de ocultación y mentira (a su médica, a su peluquera y clientes de la peluquería), tuvo como resultado la lapidación de un Consejero de Sanidad, y de camino - ese Pisuerga que siempre pasa por Vaalladolid-, del propio partido al que pertenece.

Pero resulta que el consejero tenía razón: "Santa Teresa de Sexta/Cuatro" mintió y ocultó su posible contagio de ébola, a su médica, a su peluquera y a todas las señoras que a la sazón se encontrasen en la peluquería. Mientras, el malo, el infame de la película, el que dijo la verdad, terminó ardiendo en el infierno de Sexta/Cuatro.

La "santa" ha reconocido su mendacidad, no voluntariamente, sino conminada por la amenaza de una queralla. Pero ni Ferreiras ni Cintorra se han hecho especialmente eco del asunto. En fin, pilarín.

SEMANA SANTA, TIEMPO ORDINARIO. Tertulia cofrade y mojarrera "La Placita".

SEMANA SANTA, TIEMPO ORDINARIO. Tertulia cofrade y mojarrera "La Placita".

Aunque ya llevamos más de dos años de actividad, me permito presentaros hoy a los componentes de la "Tertulia cofrade mojarrera de La Placita".

Por la propia denominación de la tertulia ya deducirán mis queridos bloqueros de qué va la actividad de la misma. Degustando un exquisito café servido por la servicial y simpática Desi, cofrade de la hermandad de Jesús Caído, nos reunimos de vez en cuando, sea cual sea la época del año, para tratar temas cofrades. Bueno, más que temas cofrades, mojarreos cofrades. Hoy mismo hemos hablado de cuadrillas de costaleros foráneas, entre otros asuntos dignos de mención.

La verdad es que el mojarreo es moderado, si echan un vistazo detenido a la fotografía que publico verán que es imposible, completamente imposible, que los miembros de esta tertulia posean mojarra maligna. Somos respetuosos con todos, lo que ocurre que no sabemos qué le echa al café la buena de la Desi, que hace que las lenguas se deslicen con más facilidad de lo normal.

Al principio éramos tres: el Delars, el Javi y yo, pero afortunadamente se nos ha unido el Lolo Nisa, que no vea como viene de informado el pavo. En fin, que lo pasamos muy bien. Y es que el ejercicio mojarrero es sano por demás, y tratándose de la Semana Santa, ya me dirán.

Si tienen ustedes alguna noticia que crean que merezca la pena que la tratemos de forma mojarrera no tienen más que decirlo y será atendidos.

Y lo siento por los colegas de la Tertulia Cofrade Esquina la Peña, aun que nosotros, como somos pocos y poco pudientes, no vamos a sacar carteles ni nada por el estilo.

SEMANA SANTA. TIEMPO ORDINARIO. ¿Quién dijo crisis?.

SEMANA SANTA. TIEMPO ORDINARIO. ¿Quién dijo crisis?.

Estoy ya un poco cansado de que más de un mojarrón se meta con mi querida hermandad del Santintierro de las Angustias: que si no tenemos cuadrillas; que si un capataz para dos pasos; que si Alvarito (perdón, don Álvaro), Arenas y compañía se la van a cargar; que si pitos, que si flautas. Mentira, falacia pura y dura.

A nosotros nos sobran costaleros, mientras contemos con los hermanos Martín Martín, los conocidos "Niños del Perito", tenemos ya media cuadrilla, pues como se puede observar en la foto que publicamos, sólo uno de ellos ya hace por dos, y lo digo por la espalda, no mesean mal pensados, así que el día que se decida a acompañarnos el amigo Delars podríamos decir que incluso nos sobran, obviamente también por la referencia a la espalda y dejando a un lado cualquier otra parte de la anatomía.

¿Problemas de capataces?. Ni mijita. En estos momentos no sé cómo andará la cosa con el palio, pero lo que es el Descendimiento tiene el cupo completamente cumplido. Y no sólo permanece fiel la cuadrilla, sino que además ya cuenta con nuevo capataz, de buena escuela y gran influencia social. De suyo  creo que lo primero que va a hacer es quitarse de enmedio al Eblerino. Que Dios le eche una mano, a no ser que Juan de la Rosa ya haya echado las dos, como sería de desear.

En fin, pilarín. Por hoy ya está bien de mojarreo. Ahora es de esperar una buena dosis del sentido del humor y ya está.

LA PECULIAR FORMA DE HABLAR DE LOS AYAMONTINOS: La demasía.

LA PECULIAR FORMA DE HABLAR DE LOS AYAMONTINOS: La demasía.

Demasía viene a ser sinónimo de exceso: pagar un disparate por una entrada en la reventa; beber un tintito en las comidas habiendo bebido media docena antes (y no quiero señalar a nadie, en especial a ciertos clientes del "Costalero"); y en nuestra Semana Santa, que siempre es cita ineludible, acaparar cargos o llevar como capataz varios pasos.

Pero hoy quiero referirme a otra demasía, o mejor dicho, a una aproximación a la demasía pues no lo es exactamente: el donativo que damos al comprar la lotería de Navidad. No pagamos en exceso, simplemente ayudamos a determinadas instituciones en su difícil caminar económico.

Los ayamontinos, con  nuestra peculiar forma de hablar, aplicamos el término demasía a esta colaboración: "juego cuatro euros, pero con la demasía me ha costado cinco".

Quiero plantear una cuestión para que me ayudéis a resolverla: yo le he comprado a Jesús Barroso Cañada un décimo de la hermandad de la Soledad, y le tengo que pagar la demasía, lógico. Pero voy a llevarle desde Vigo un décimo y una botella de "albariño". La cuestión es la siguiente: ¿tiene que pagarme el pavo que está en todas partes la desmasía del décimo gallego?. Porque del vino no tiene que pagarme nada, es un regalo.

Bueno, queridos blogueros, lo importante, y ese es mi deseo, es que nos toque la lotería de Navidad, con o sin demasía.

AYAMONTE EN EL RECUERDO: El viejo estero de la Ribera.

AYAMONTE EN EL RECUERDO: El viejo estero de la Ribera.

Reconozco que es una obsesión. Para qué vamos a andar con rodeos. Dos rincones del viejo Ayamonte me insuflaban un pellizco al contemplarlos: la curva de la cuesta de Morillas cuando a la ciudad se llegaba por la carretera antigua y ya se vislumbraba el paisaje urbano en la lejanía, y el viejo estero de la Ribera, que se plantaba ante nuestra vista con embelesedora belleza al superar la conocida como curva del astillero hoy llamada de los Miguelitos.

Estampa incomparable ver las embarcaciones besando la Avenida, como queriendo pasear por su acera o llevar a sus marineros hasta las mismas puertas de la Cepa, el Túnez o el Rancho Grande. O al despuntar el día, cuando llegaban los viajeros del tren; o ver a Manolo el Petenero y Pepe Frigolet, con sus cansinos andares, caminar en busca de las charangas; o como la buena de Isabelita Aveiro volvía de la misa de ocho y media y como los chiquillos de la escuela de los Marinos esperaban a las puertas de la vieja escuela la llegada del maestro, que en algunos casos serían Enrique Muniz o Luciano Pereira como sustitutos del titular que ese día no llegaría.

Era un primor contemplar cómo los barcos, indistintamente, flotaban en sus aguas o descansaban sus sufridos y calafateados costados en el fango cuando la bajamar. Y aquella más que romántica estampa, como la que recoge la fotografía que ilustra esta entrega, de marineros pescando no sé qué, pero seguramente almejas, o anguillas, algún lenguado, y siempre arbiñocas que servirían de carná en la pesca con aparejos que nos traen a la memoria a dos viejos expertos en tales menesteres: Juanito el Guinga y Pepe el Zamboro.

Barcos de vela, a motor, y botes sin vela ni motor. Barcos, siempre barcos como esencia de la vida marinera ayamontina, y un estero que cedió sus dominios en aras de una dársena pesquera que al final se ha convertido en refugio de motoras de recreo con las que ya no se recrean sus arruinados dueños, y quedó a disposición de diseñadores que no terminan de definir lo qué quieren hacer en él o con él.

Sé que algunos blogueros me van a decir que del estero ya he escrito otras veces. Yo les contesto: y las que quedan.


MOJARREANDO. ¿Qué pasa con el cura Eblerino?.

MOJARREANDO. ¿Qué pasa con el cura Eblerino?.

 Hace mucho tiempo que no subo Ainé Carbonell camino de la iglesia de las Angustias, razones de peso me impiden entrar regularmente en un templo que por comodidad de sus administradores ha sido puesto en manos de gente incompetente, que hace y deshace a su antojo.

Desde hace tiempo se ha puesto de moda eso del Consejo Parroquial, lo que supone que los curas hagan aun menos de lo que ya hacían, hasta el punto de que, según tengo entendido, son los seglares los que llevan el llamado despacho parroquial, manejan sus libros, sus asientos, toman decisiones, etc.

Para colmo, nos ha caído, no sé de dónde, pero desde el cielo seguro que no, un nuevo párroco, que según oigo y leo, parece que nació para detestar todo aquello que suene a costumbre ayamontina, a usos ayamontinos, a cultura popular: todo lo ve mal, como antaño ocurrió con sus antecesores que llegaron a llamar a las imágenes "los santos de palo" para luego, según convino, sacarlos a todos a la calle para alentar la llegada de los misioneros allende los sesenta del pasado siglo, o con anterioridad enaltecer el régimen franquista como se desprende de la fotografía que publicamos, con militares y falangistas alrededor del abundante clero. (Acerquen la foto y observen las ilustraciones colocadasen el mirador del edificio de los Pérez, al fondo).

A este buen hombre -ignoro qué conocimientos de él tendría el visitador Juan de la Rosa Mendoza, ayamontino por cierto, para obsequiarnos con semejante "regalo"-parece que no le gusta nada de lo que se hace en los templos relativo a tríduos, traslado de imágenes, adornos florales, procesiones públicas, etc.

En el Evangelio dice Jesús a sus apóstoles aquello de que si en algún sitio no os reciben bien, sacudid las zapatlillas y marcharos a otro lugar.

Yo me permito decirle al cura Eblerino, desde mi condición de ayamontino y creyente, que si no le gusta nuestras costumbres, que sacuda sus zapatos y se largue a otro lugar donde lo entiendan mejor o entienda él mejor a los demás.

Y a mi amigo Juan de la Rosa Mendoza, que en qué está pensando, que a qué espera para hacer eso que según tengo entendido se lo están pidiendo a voces. Me dicen que el móvil se le cae de las manos de tanto sonar. Lo malo es que Eblerino no está solo, a su alrededor sobran medradores, gentes a las que les encantan las vestiduras talares y una vez revestidos se convierten en "eblerinos" al uso. Hay veces en que el prebisterio de la iglesia de las Angustias vienen más concurrido que la misma basílica de San Pedro cuando oficia el Papa. En fin, pilarín.

MOJARREANDO. El falso record de Messi: un respeto a la memoria de Zarra.

MOJARREANDO. El falso record de Messi: un respeto a la memoria de Zarra.

Los modernos encumbradores de las estrellas del fútbol viene dándonos la lata ultimamente con el dichoso record del "Pichichi" que hasta ahora, matemáticamente, ostentaba Telmo Zarranoindía, "Zarra", emblemático jugador del Bilbao y de la Selección Española.

En virtud de las matemáticas puede resultar que en Españan no haya pobres, por ejemplo, porque si suma usted la fortuna de los más ricos con la miseria de los más pobres, todos cabríamos dentro de una zona "acomodada". Pero ocurre que en la vida no todo es matemáticas, porque, como dijera un sabio, el hombre es él y su circunstancia. Veamos:

Zarra jugó en las ligas que van de las temporadas 1944/45 hasta la 1952/53, en competiciones sucesivas de 14 y 16 equipos. Además, las circunstancias del juego eran diametralmente distintas a las actuales: campos de albero o de césped de pena, y sobre todo, balones de cuero o badana que cuando se mojaban quintuplicaban el peso. Los actuales goleadores juegan ligas de 20 equipos, lo que supone que lo hacen durante 8 y 10 jornadas más que cuando lo hacía Zarra. Los de ahora no tienen que trabajar además de jugar al fútbol como lo hacían los de antes; ahora, alguno de ellos, además de ganar millones, también defraudan millones. Y ese es el verdadero record de Messi: el primer "pichichi" que se va a sentar en un banquillo. En fin, pilarín.

SEMANA SANTA, TIEMPO ORDINARIO. Ni quito ni pongo rey

SEMANA SANTA, TIEMPO ORDINARIO. Ni quito ni pongo rey

El día 23 de marzo de 1.369, tuvo lugar en Campo de Montiel un hecho que transformó la Historia de España. Reinaba Pedro I el Cruel, pero temeroso de que alguno de sus hermanastros le arrebataran el trono, se dedicó a quitárselos de enmedio. Cuando le llegó el turno a Enrique de Trastamara, este citó a su hermanastro regio en su tienda, se entabló un duelo entre ellos, en medio del cual el bretón Beltrán Duglesquinm, agarró al rey por las piernas, al tiempo que decía: "ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor", lo que aprovechó Enrique de Trastamara para acabar con el rey de un certero espadazo. Así, comenzó en España el reinado de los Trastamara, siendo su primer rey Enrique II.

Ante el jaleo que viene armándose en el blog acerca del devenir de mi hermandad del Descendimiento, he traído a colación este histórico episodio para poner de manifiesto mi lealtad y fidelidad a la misma.

Dicho ello, también hemos, o mejor, deberíamos entre todos, empezando por la junta de gobierno, dar públicas explicaciones del supuesto desaguisado denunciado por algunos blogueros: cuadrillas de pago, restos de cuadrillas, el morgan que no es morgan, el vendedor de gafas, el listo más listo de todos los listos, que a ver si alguna vez me entero de quien es, todo lo cual oscurece la que con toda seguridad será una gestión honrada y acertada de dicha junta en otros muchos aspectos.Creo yo que llegado este tipo de situaciones no vendría mal convocar un cabildo de hermanos y darles las oportunas explicaciones, digo yo.

En tanto suceda ello, si es que sucede, yo insisto: asumo el papel del noble bretón Beltrán Duglesquín, y defenderé a mi señor, en este caso, mi hermandad.