AYAMONTINOS INOLVIDABLES. Pepe Pérez Soler, Pepe el Cangrejo.
Alboeaban los años ochenta del pasado siglo. Nuestro recuperado Carnaval iba in crescendo, ganando enteros año tras año, en vistosidad, organización y buen gusto. Muchos ayamontinos se incorporaron a los eventos carnavaleros, al fin y al cabo era la novelería de turno. Pero otros venían de la represión, de la prohibición franquista que no pudo doblegarlos.
Con uno de ellos coincidí en el antiguo Estadio Municipal durante un partido de fútbol del Ayamonte. El partido era malo, soporífero, y ello invitaba a hablar de cualquier cosa, a distraerse como fuera, a irse con Manolo el Gordo a la cantina del Lipiu, en fin, a lo que se terciera.
Coincidí al lado de un Policía Nacional, carnavalero antiguo, de los de salir espetao por las calles altas huyendo del Moro Juan y compañía. Y le pregunté: primo, si volvieran a prohibir el carnaval, siendo tú policía, ¿que harías?. Y sin vacilar un momento me contestó: pues dejaría la Policía. Era mi primo, mi querido y recordado primo Pepe Pérez Soler, Pepe el Policía o más bien Pepe el Cangrejo, de los Cangrejo de toda la vida de la calle Rábida.
Como Cangrejo, como policía, como esposo, como padre, como ayamontino, fue siempre ejemplar, cariñoso, servicial y siempre en presencia de un estado de buen humor enviable. Su muerte nos cogió a todos de sorpresa. Se fue con las ganas de que yo le dibujara el árbol genealógico de la familia a la que pertencíamos a través de nuestras madres, las primas Amparo y Rosario.
Cuando terminó su carrera funcionarial en la Policía, se convirtió en amable tabernero, de una de las tabernas más señeras de Ayamonte, el viejo “Remitente”, que antes habían regentado Camilo y Antonio el Nanín.
Pero la carrera que corrió más a prisa fue la de su propia vida. Nos dejó muy joven y todos perdimos a un amigo franco, leal, incomparable. Mi primo Pepe el Cangrejo es y será siempre un ayamontino inoldivable.
5 comentarios
Carnavalero -
ErPihitoo -
Paqui Pérez Gutiérrez -
ErPihitoo -
saluditos a todos
El bohemio tabernero -