LA PECULIAR FORMA DE HABLAR DE LOS AYAMONTINOS. ENCARNA SAYAGO Y EL RHYNCHOPHORUS FERRUGINEUS.
Hace ya bastante tiempo que por las ondas de Radio Ayamonte se oye esa voz cálida, dulce a la vez, eco de la ternura, envolvente, incomparable, de Encarna Sayago. Para un roto y un descosío, no se arredra con nada y termina pudiendo con todo. Ahora embarcada en una batalla congruenta contra un intruso inesperado: el Rhynchophorus ferrugineus, una especie de celeóptero curculionoideo de la familia Dryophthoridae. O sea, el ya vecino Picudo Rojo. Originario de Africa tropical, al dichoso bicho le ha dado por hacernos la puñeta a los españoles del Sur. Se carga nuestras bellas palmeras y ni siquiera la encantadora voz de nuestra emblemática locutora logra convencerles de que se larguen por el mismo camino que vinieron. Vienen de la morería, pero ahora no tenemos unos Reyes Católicos que les canten las cuarenta como antaño. Nos tenemos que conformar con Encarna, que a diario nos recomienda a través de las ondas qué debemos hacer.
Además, hay algo que me fastidia: si lo nombro en Latín, es tarea de no acabar, y si lo hago en Castellano, me parece demasiado suave, demasiado leve lo de Picudo Rojo. Y esto me hace recordar como los antiguos ayamontinos resolvieron el problema con otro repugnante bicho: la Chrysaora quinquecirrha, ese celentéreo cnidado pelágico de cédulas urticantes llamadas cniducitos y variabilidad mesogea, y conocido como medusa. Entonces, los viejos ayamontinos, ante tanto horror morfológico y asquerosa presencia, la miraron fíjamente, como se debe mirar al enemigo y le dijero: tú lo que eres es una arburraca.
Pues por ahí van los tiros. Y ya que Encarna Sayago moderó el acto de presentación de mi libro “La peculiar forma de hablar de los ayamontinos”, y después de haber hecho tanto por su difusión, digo yo, ¿por qué no la designamos para que bautice al dichoso picudo con un nombracho ayamontino como es debido, vaya, para la posteridad?. Creo que le corresponde ese honor, de ahí que me permito otorgárselo.
Piénsatelo despacito, querida Encarna, si quieres que te asesore el doctor Méndez, pero no nos falles.
18 comentarios
El Adoquín -
El bardita del salón -
Attelabus sulcifrons -
Lo mejor era cuando el cine era fémina, con la entrada de un hombre entraba gratis una mujer, las jovencitas se ponían en la puerta del cine por si venia un conocido al cine y la entraba. Las más listas se ponían por el alpende, allá viene uno por ejemplo el Ayabus catalanium le daban un poco de betún y muy elegantemente el Ayabus invitaba a una señorita cuando llegaban arriba al pasillo entre general y preferencia, la señorita salía corriendo a donde estaban sus amigas y al Ayabus catalanium se quedaba solo con cara de tonto, maldiciendo el no haber invitado a sus vecinas que estaban en la puerta. Esto es cierto como la vida misma.
Saludos
Ayabus catalanium ayamontiniu -
Ayabus catalanium ayamontiniu -
En el camponiun de las vacaniun tambien habian coleópteros y en el peñoniu y en el carteyaniu.
Saludos
Dipludos vulgaris -
Toma pito, dame pito, Rafaela -
Que el tío los pitos se va mañana -
Llorad chiquillos, llorad con ganas -
El Núñez -
Trini Flores Cruz -
Trini Flores -
Escarabajo pelotero -
Hablando de coleópteros, si el pelotero colchonero de la calle las Flores mas conocido por el artista de la Pasarela Ribera le mete cinco polvorones a los de la acera de enfrente el día doce de enero del 2011 me hago colchonero.
Saludos
EL GUARDIAN DEL REGISTRO -
El Pirulo azul -
Diplodus vulgaris -
Escarabajos peloteros -
Amigo picudo rojo me agradaría que me aclarara si la palabra PRIBA con b o con v no lo se, es una palabra ayamontina, tal como lo decíamos nosotros no viene en el diccionario. Una buena priva.
Éramos muchos, el Manolito Amalia, los mellizos, el Núñez, el Paco, el Mimi, el Pancho, el Bargita y pocos los juguetes, teníamos que inventar los juegos, uno de ellos era hacer carreras de escarabajos peloteros, los cogiamos rodando unas piedras grandes en el Gurugu, los metiamos en cajas de mixtos y los llevábamos a hacer las carreras en unos escalones que hay enfrente de la puerta del Asilo de Ancianos -en aquel tiempo era una barda- si nos veían nuestras madres nos decían que no jugáramos con esos escarabajos que se formaban y comían de una buena priva.
Saludos
Geotrupes estercorarius -
Saludos