LA PECULIAR FORMA DE HABLAR DE LOS AYAMONTINOS. Hoy: el toque
Hoy nos referimos a:
EL TOQUE
Corrían los años sesenta del siglo pasado y el indivíduo de la foto trabajaba en el bufete -por favor, dejen de decir bufé cuando se refieran al despacho de un abogado- de don Trinidad Navarro Nieto, en calle Cervantes 12. Como don Trini era hombre muy activo se ausentaba con frecuencia del despacho, era rara la semana que no tenía juicios en Huelva, en el Comarcal de Isla Cristina, incluso en Sevilla y Madrid llevaba a cabo gestiones propias de la profesión.
Aprovechando esas ausencias, el de la foto, aburrido que estaba, se asomaba al balcón del despacho que da a la calle Cervantes, y arrimando la persiana a la pared, cuando pasaba algún conocido le daba un vozarrón llamándolo por su nombre al tiempo que apretaba la persiana contra la pared lo más que podía y a través de sus ranuras veía al tal mirando hacia atrás para tratar de localizar a quien le llamaba. Después repetía la llamada con otro tono de voz, como de insistencia, y en muchas ocasiones la víctima se recorría toda la calle, de tienda en tienda, preguntando si desde allí lo habían llamado.
Esa práctica fue utilizada por otros con el mismo resultado y de forma espontánea alguien le dio por bautizarla como toque. Aun perdura, hoy muchos jóvenes la practican. Yo creo que no deja de ser divertido aunque haya gente que se mosquee demasiado. Claro, que tampoco se debe abusar y sobre todo, queridos jóvenes, no molestéis a las personas muy mayores, sólo eso para que nuestro toque siga siendo divertido. Un poco de respeto y basta.
La palabra toque tiene muchísimas acepciones en el diccionario, pero ninguna de ellas refleja una situación como la descrita, así que podemos encuadrarla perfectamente en nuestra peculiar forma de hablar.
2 comentarios
mojarrafina -
pepeluzla -
tu mujer.