AYAMONTE EN EL RECUERDO. Olores para la nostalgia 2.
Hoy tratamos de otros olores del pasado ayamontino casi desterrados, por no decir desterrados del todo: los olores a perfumes o, como se decía de forma más abreviada, a colonia, que no es más que una abstracción de los primeros citados.
La irrepetible y preciosa foto con que se ilustra este artículo está tomada en la esquina de la calle Real, desde lo que fué el restaurante la Peña y que ha dado lugar a un acertado rótulo cofrade ( y que conste que esto no va de Semana Santa, no vayan a creerse algunos que hemos faltado a la palabra) : Esquina la Peña, lugar cofrade. El rótulo que se lee es el de “M.SÁNCHEZ”, que responde ni más ni menos que a la legendaria tienda del inolvidable Miguel Sánchez Muniz, “Sanchito el de la Giralda”, padre de mi compadre Antonio Sánchez Domínguez, que aun sigue con el negocio aunque a través de una reforma estructural.
Eran tiempos en que en las perfumerías, y la de Sanchito lo era de categoría, se vendía la colonia a granel. Todo una ceremonia: se llevaba una frasco pequeño y nos la despachaban desde uno grande a través de un embudo muy estrecho, hasta el punto de que había que presionar con la palma de la mano sobre su parte ancha, para forzar la entrada de la colonia al frasco pequeño. Es de comprender que de tanto despachar colonias el olor se quedara en la tienda, en la puerta y en la calle de la misma manera que se quedan los olores de las freidurías. El quid de la cuestión es que esos maravillosos olores eran la mezcla de todos los que se habían manejado durante el día.
Entrar en la tienda de Sanchito y aspirar profundamente se había convertido en rutina, y quedarse un ratito en la esquina para percibir el fresco olor a colonia nos proporcionaba un momento muy agradable.
La calle Real, el tramo principal de la calle Cristóbal Colón, fue siempre calle de exquisitos olores, como los de las inolvidables reposterías del Buen Gusto y de Esteban, o la de chocos fritos del bar Gildo. Pero de eso ya hablaremos en su momento.
Ya tenemos olores a gaseosas frescas y a colonias de a granel. Aspiremos el aire profundamente, disfrutemos de los olores ayamontinos de antes.
26 comentarios
Ayaba -
Saludos
Calendas graecas, -
F. Pargana -
El Torrija -
Saludos
El Bardita -
Saludos
El sayón del Beso de Judas, -
El Núñez, Ayaba -
En 1941, en plena dictadura franquista, los cabaret, no solo volvieron a reabrirse sino que se oficializó la prostitución y se realizaban controles sanitarios a las meretrices. Pero España quería entrar en la ONU y fueron las presiones internacionales -Naciones Unidas había firmado un decreto abolicionista- las que motivaron el cierre de las mancebías en 1956.
Saluditos
Ayaba -
Ya estoy de vacaciones hasta el día tres de septiembre, en otros tiempos ya hubiera cogido el Sevillano o el autocar del Benito, no había quien me parara, mañana estaríamos an ca Garrido tomando unos betis, este año solo quiero descanso, he tenido desde marzo un año duro, con mucho trajín, casi me quedo en los huesos, ahora descanso y a poner bocha otra vez.
El Bizcotela es un señor que nació en la calle Marte en una casa de vecino allende los tiempos trabajo duro en el muelle llevando carros de sardinas, los últimos años trabajo en la Organización de Ciegos, aunque ve perfectamente, hace bastantes años esta en el Asilo de Ancianos con su mujer Juana hija del buena persona y popular El Paye con la pipa. Si conoces al Mimi y lo ve por las tarde noche con una pareja esos son.
Saludos
Rumardo III -
Y los olores de la calle Sevilla supongo que serían los de la casa de Clemencia la Picona o los del Bataclán.
EL GUARDIAN DEL REGISTRO -
EL GUARDIAN DEL REGISTRO -
Manuel -
Saludos
Er Núñez -
Aunque era inquieto me gustaba ir a la barbería, leer la revista Lectura aunque siempre ponían lo mismo las novias de Carlitos de Inglaterra.
Solo una vez se enfado tú padre con migo poquito para la trasta que hice, estaba tú en la mili creo no estoy seguro que te licenciabas y para el viaje tú padre me mando a ponerte un giro que entonces como sabes estaba en lo alto de la Milagrosa, cuando llegue a la barbería digo Celedonio me ha sobrado dinero, y es que te había puesto la mitad, fueron rápido a arreglarlo ya lo habían mandado, así que recibiste dos giros seguidos, pero había que pagar por los dos osea doble.
Saludos
El Jefe que no lo es, -
Manuel Celedonio Martín Ríos -
Amigo Er Nuñez, ya que tu me lo pides, procuraré escribir un poco mas amenudo, siempre que sean temas en los que me pueda desenvolver.
el Padre prior de la Orden de los Hermanos Hospitalarios -
salu2s
Er Núñez -
Señor Celedonio escriba usted más a menudo su amigo de la primera generación del año 55 en el Instituto Laboral se pone muy contento.
Saludos
Rumardo III -
Manuel Celedonio Martín Ríos -
Su padre y el mio, eran grandísimos amigos, eran estupendas las tertulias que tenian los dos en la "barbería" de mi padre, hablaban de todo, pero nunca discutian, aquello era la universidad de la vida, donde se hablaba de todo para tirar para adelante.
Er Nuñez, era basstante inquieto cuando se tenia que pelar.
Frente a la barberia, estaba la trastienda de D. Enrique Rodriguez "el locero" y a continuación la tienda de Dª Feliciana Ferrer. A la derecha de la peluqueria, estaba la drogueria de D. Cayetano Ojeda y a la izquierda, la tienda de juguetes de mis queridos D. Antonio Estevez Carro y Dª Maria Guzman, y en los altos vivia la familia de Dª Amalia Marquez.
Que tiempos tan felices azquellos.
No quiero despedirme sin recordar a D. Prudencio Navarro y Dª Ana Santana, que vivian en los altos del Bar Gil y la farmacia de D. Jose Antonio Gómez Morales.
fa -
Cordiales saludos para todos.
Ayer -
Ayaba -
Saludos
er puga -
Núñez -
Saludos
ErPihitoo -
Er Núñez -
Saludos