AYAMONTE EN EL RECUERDO. Olores para la nostalgia 1.
No comulgo con los que afirman que todo tiempo pasado fue mejor, pero sí hemos de admitir que los tiempos nuevos borran las huellas de muchos momentos del pasado que recordamos con nostalgia. Entre esos momentos se encuentran el de los olores, esos olores propios de los pueblos, de sus calles, de su forma de vida.
Ayamonte siempre fue, sobre todo a mediados del pasado siglo, un pueblo con olores muy definidos.
Deambular por la calle Iberia o Comandante Haro o Huelva, pero siempre Lepe para los viejos ayamontinos, y llegar a la embocadura de las calles San Antonio y Rodrigo de Jerez, significaba percibir los olores, los frescos e incomparables olores dimanantes de la antigua fábrica de gaseosas de los hermanos Cabrera.. Olores frescos, sedativos en verano, a limpio, perfumes de esencias mezcladas con la soda y que en las noches de verano invadían el cine de verano de la plaza de toros, junto con el olor al buen aguardiente de las palomitas servidas por la familia Saldaña. No era raro contemplar como muchas personas solían pararse a las puertas de la vieja fábrica de gaseosas para contemplar la elaboración en directo y a la par disfrutar de esos olores inconfundibles que ni por asomo vinieron a sustituir los nuevos refrescos.
La fábrica de gaseosas de los hermanos Cabrera nos dejó sus olores para la nostalgia, por eso nos referimos a ellos en Mojarrafina, como nos iremos refiriendo en entregas próxima a otros recordados olores del pasado de Ayamonte.
12 comentarios
Me quiero enterar si fue bien -
Saludos
Ad kalendas graecas, -
Eduviges -
El que se pegaba los gufos según el diccionario peos sin ruido que da mucha peste, en el patio de butaca era el niño manteca el que suscribe por Profesor, que siempre dice, el único comentario que vale es el de Celedonio, los demás no valen nada.
Saludos
Codice Calixtino -
El bohemio tabernero -
F. Pargana -
mezclándose con litúrgicos olores,
y en cuanto el pueblo penitencias concebía
era un vientre de ladrillos con infernales calores
que a la tradición piel tostada confería.
Y era muy añejo el luto
que por aquellas esteras deambulaba,
con su canastillo, bien tapadito (impoluto)
ofreciendo sueños, a quien probar no alcanzaba.
De puerta en puerta
de umbral en umbral
un dulce sueño por tan solo una peseta
le comprabas a aquella señora discreta
de inmaculado delantal.
Gustan un trozo de coca?
El Núñez, Ayaba -
Tranquilos ya me voy a dormir.
Saludos
El Núñez, Ayaba -
Nunca nombrábamos el nombre de la calle, ni sabíamos quien era el Teniente en aquellos tiempos había un silencio de lo pasado en años anteriores total, según el tramo tenia un nombre, la atarazana, la puerta ancha, Camila tatarabuela de Isabel la niña cantante de ahora, la Dertete una tienda de avio madre de Carmelita locutora de Radio Juventud de Ayamonte, la Granvia, anca Horacio otra tienda de avio y después de la calle del Carmen llamábamos María Mateo otra tienda de avio.
Saludos
El Núñez, Ayaba -
Para la sardiná del viernes estaría tranquilo, por la mañana llegaría a puerto el inolvidable señor Rumardo II en su galeón cargaito de sardinas de alba hasta la bandera, los acostao a rebozar.
A la calle Marte no llegaba el olor de las gaseosas del inolvidable señor Cabrera que se vendían en el cine de verano y te explico porque, en el estío los patios de las casas estaban en su esplendor en cuanto a olores, en la calle Marte frente a la Puerta Ancha del coso taurino vivía Carmen la Bernabea con un patio muy grande lleno de flores, me llamaba la atención un arbusto con flores azul lila, seguía la casa de mi abuela que en el patio tenia en las paredes en filas tejas que servían de masetas llenas de flores y en medio la aljibe siendo un patio muy bonito, luego venia mi casa con patio por delante con dos hermosas arriates con plantas variadas sobresaliendo un jazmín y una dama de noche estando aquello muy perfumado, también sobresalían dos geranios grandes de los cuales yo llevaba desde pequeño flores a María Inmaculada que tenia la inolvidable señora Isidra en un altar en su casa la miga, señora muy de la iglesia, me llevo a las monjas muy temprano para hacer la Primera Comunión, estrene una seriana, con el Mati íbamos a la tuta los dos a buscar ramas de eucaliptos para el altar osea que estábamos bien perfumado aunque escaseaba la colonia, aunque cuando a un niño le echaban Cruz Verde para los piojos se notaba mucho, había un aceite y brillantina para los presumio.
Saludos
Mojarrafina -
En cuanto a lo de teniente Medina, eso no podría ser porque el Paseo nunca se llamó así, en todo caso sería Queipo de Llano. Teniente Medina usurpó el nombre de Realidad, que luego se recuperó, aunque el nombrecito tiene tela. Saludos.
El bohemio tabernero -
Rumardo III -