MOJARREANDO: La torre furtiva.
Se asoma como furtiva, temerosa a ser vista, a que los malvados de los paños de ocultaciones la vean y tomen medidas de sastres diabólicos. Se asoma con timidez, o con la astucia de “como el que no quiere la cosa”. Entre palmeras, farolas y el azul de un cielo que llora porque desde otros lugares no la distingue.
Pasa como con el río. A la torre de las Angustias, alta, esbelta, bastante simple en su composición arquitectónica, pero bellísima desde la belleza de lo sencillo, la han ido ocultando poco a poco, de forma traicionera. Ahora aparece otro monstruo del cemento y la especulación en esquina Lusitania-Cervantes, -dí la esquina de José Salvador y terminas antes, me espeta el enano infiltrado que en todo se mete-, y desde Trajano tampoco se divisa ya la torre. Todo es gigantesco a su alrededor, solo la salvan esas entrañables escalinatas que la aupan fuera del alcance de los progresistas, de los que creen que cuando un pueblo parece una capital se sale ganando.
Manolo Landero la fotografió de noche, esplendorosa en su iluminación artificial que en nada confunde la luz natural de la noche ayamontina. Parece imposible que puedan ocultarla más, aunque siempre nos quedará el recurso de acercarnos hasta las cadenas de nuestros cosquis de antaño para contemplarla, admirarla y amarla. No le sobra nada, no le falta nada, su sencillez es pura generosidad para el embeleso y la contemplación mientras degustamos unas exquisitas tapas en el Costalero y Cortada.
Es ella, nuestra torre de las Angustias, que desde la Laguna se nos muestra casi furtiva, abriéndose paso entre viejas palmeras y farolas románticas, abrazando un cielo que en Ayamonte es más azul por ser a la vez cielo y mantilla de una mujer andaluza que cada vez viste más de zara y de mercadillo y utiliza menos la pañería de Manolito el Lápiz. Son los tiempos nuevos, esos que quieren a toda costa los modernistas a ultranza, los adalíes de una modernidad que a ningún sitio conduce, y que han convertido a la torre de las Angustias, antaño omnipresente, en furtiva y tímida.
31 comentarios
F. Pargana -
Pero antes de poseer tiendas de ultramarinos, además de contrabandista, (como casi medio pueblo) tenía una carbonería en frente a José Salvador, (donde es la tienda de los muebles Mateos), Pero de esto hace muchos años, pocos se recordaran, yo todavía no era nacido.
Sobre las piedras es curioso...pero más curioso es que las gentes en aquel tiempo eran bastante temerosas a lo desconocido, y no se arriesgaban a averiguar algo que les impresionaban. Sobre el ruido que yo escuché varias veces, solo se oía en el interior de las paredes de las casas antiguas, y no piensen que eran tuberías del agua, porque ni tuberías había en aquel entonces en la mayoría de las viviendas. Hay una leyenda sobre esto, pero no me extiendo más. Apenas decirle que pinche en el lado derecho del blog, donde dice: (galeria de mojarra fina) y verá usted la foto de mi padre asistiendo a un partido.
El Bardita -
Un verano cada noche tiraban piedras desde el castillitos, la gente asustadas decían que eran marimanta, como todos tenían miedo incluido las fuerzas vivas, pues nadie subió y todas las noches piedras al canto, hasta que vino el fresco de septiembre y se terminaron las piedras.
Señor Pargana, su padre trabajo de dependiente en la tienda de ultramarino del señor José Salvador en los años 62 63, si es afirmativo entonces lo conocía.
Saludos
F. Pargana -
Como la misma historia presenciada por mí, y que un día cuestioné en este mismo blog, nadie me respondió. Se trataba de aquel curioso ruido parecido con una maquina de costurar, que se escuchaba por las paredes del casco antiguo.
¿Alguien se acuerda también de eso? Todo esto forma parte de la cultura de un pueblo, que con tanto ordenador, se va acabando el contar cuentos a nuestros niños.
Cuando por creer ridículas, no se cuentan las historias de nuestras vivencias entonces, el eslabón se quiebra en la cadena.
El Adoquín -
Saludos
Rosmarinus officinalis -
R.I.P. por el Registro y por IU.
Adoquines Titi -
R.I.P. por el Registro y por IU.
Roma proditoribus non premiae -
R.I.P. por el Registro y por IU.
F, Pargana -
Si señor que cuenten la historia de las campanas, ..adelante...soy todo orejas !
Manuel Celedonio Martín Ríos -
Trato de recordar los nombre de las cuatro campanas del campanario, nombre que estan grabados en cada una de ellas, pero tan solo me acuerdo de una que se llama Rocío, de los otros tengo remota idea, pero al no estar seguro, no quiero columpiarme.
Me gustaría que si alguien lo supiera, lo contara, pues creo que es una bonita curiosidad.
Rmardo III -
F. Pargana -
Sr. Torrija!...risas mira que acordarse de una sonajero. Eso si cuando yo vaya a Ayamonte tengo que llevarme una caja de puros, ¡por si las moscas!
cperez -
Yo recuerdo estar en La Laguna con mis padres y pasar mucho miedo.
Ayaba -
Abajo del muro un terraplén que muchas veces había montones de troncos de árboles, y como los niños nos teníamos que inventar los juegos, pues ese era otro lugar de jugar, le llamábamos los palos.
Saludos
Ayaba -
La Villa es el origen del pueblo de Ayamonte, hasta tenemos dolmen del paleolitico, joder.
Lo norma era, a donde vas, a la Villa, a donde vas a Jesus, de donde vienes de la Villa.
Saludos
EL GUARDIAN DEL REGISTRO -
Mancillando a Ayamonte.Ayatrocidades. -
Roma proditoribus non premiae -
R.I.P. POR EL REGISTRO CIVIL -
Uno de la Villa -
Saludos
El Torrija -
Lo que no me he llegado a enterar es lo que le habrá regalado la Pichilica.
Saludos
Rosmarinus officinalis -
Manuel Celedonio Martín Ríos -
Me sorprende el saber que exista otro Manuel Celedonio en nuestro blog, tu que tienes que decir a esto querido amigo Trini, que si en lugar de pensar para mal, pensaras para bien, seguro que tendríamos la mitad del paro que hoy existe.
El Mojarra del Peñón -
EL GUARDIÁN DEL REGISTRO DE PAREJAS DE HECHO, -
Manuel Celedonio G.M. -
Manuel Celedonio -
R.I.P. POR I.U. -
Ayaba -
Saludos
F Pargana -
Excelente.
Sobre el edificio de la aduana.....es la cosa más horrible que se puede presenciar cuando nos acercamos a nuestra bella tierra, és como una verruga enorme en el rostro de una modelo.
Ojala la extirpen, y quien los tenga en el sitio para hacerlo, se gane un premio a nivel mundial.
EL GUARDIAN DEL REGISTRO -
EL GUARDIAN DEL REGISTRO -