AYAMONTE EN EL RECUERDO. LA CAJA DE LATA DE CARNE MEMBRILLO CON LA SANTA CENA.
Muchas veces recuerdo el magnífico pregón de mi amigo y admirado José María Mayo Luis, el hijo de Mayito el motorista y sobrino del Mayito el del parador y de Antonio Frigolet, compañero mío de aquella generación que inauguró el desaparecido Instituto Laboral de la calle Jovellanos.
Algunos lo criticaron –es inevitable, cuando el demonio se aburre mata moscas con el rabo- por sus citas gastronómicas, a las que se unió recientemente Paco Gamero. Yo lo voy criticar por lo contrario, por obviar en esas citas culinarias, gastronómicas, un postre exquisito allende mediados del siglo pasado: la carne membrillo de la caja de lata de la Santa Cena.
Cuando allá mediados el siglo XVI el pintor Juan de Juanes compuso esa maravilla de cuadro titulado la Ultima Cena, bien titulado porque de santa o sagrada tendría bien poco teniendo un comensal como Judas Iscariote, poco pudo imaginar que se convertiría en el cuadro más popular del tiempo de la jambre en España. Ilustró durante años las cajas de lata en que se vendía la carne membrillo, esa “medicina” infalible que se consumía cuando alguien se iba de vareta. (A estas alturas me nace la duda si era la Cena de de Juanes o de otro pintor de fama, es lo mismo, al fin y al cabo era la Ultima Cena, que es a lo que vamos).
La caja de lata de carne membrillo que aliviaba las diarreas y evitaba que uno siguiera yéndose de vareta, servía posteriormente para varios menesteres, a saber: las muchachas guardaban en ellas los hilos, las bobinas, los botones, los cromos; los muchachos, los bolinches, los toreros, las estampas de futbolistas. Y es que entonces había muchachas y muchachos, como ahora hay chicas y chicos ya no se utiliza la caja de lata de carne membrillo.
El último detalle de la caja de lata de la carne membrillo, era que al abrirla, por la contratapa casi siempre había pegada una foto de un ser querido ya fallecido.
Parece mentira lo que podía dar de sí una simple caja de lata de dulce membrillo, para que venga el Mayito este de los cataplines dándole preferencia a la raya en pimentón. Vamos, hombre.
11 comentarios
Taira -
Junior -
Ayaba -
cine un papel con una tarántula de las películas
Ayaba -
También me acuerdo del membrillo natural, me sentaba en el escalón de la puerta del Bustamante a comérmelo y me quedaba sin respiración, los vecinos decían se a torao.
Saludos
Ayaba -
Los grandes siempre vuelven porque nunca se han ido. Porque nadie puede con el espíritu forjado durante años de historia gloriosa colchonera, El atlético de Madrid es el único equipo que puede ganar este año un doblete y además en una semana el 12 y 19 de Mayo, copa del Rey y copa de Europa.
Saludos
EL KUN -
¡¡ATLEEETIIII!!!!
El Mimi -
Er Mayo -
Por cierto, el uso "alternativo" que se le daba en mi casa a la lata de carne de membrillo era la de botiquín de primeros auxilios. No es que yo viviera en los tiempos de la "jambre" pero supongo que en el imaginario popular, este uso se extendió por entenderse que el primer auxilio para la precaria salud era una cena (aún frugal y aúnque santa), por lo que no sólo en mi casa se empleaba la latita de marras para tales menesteres sanitarios, sino que lo vi en númerosos hogares de Ayamonte.
Mi "agüela" le daba un uso que tambíén era frecuente hace unos años: contenedor de fotos. Abrir aquella caja de lata era como meterse en la máquina del tiempo que permitía ser espectador de otro Ayamonte con otras gentes...mágico.
Saludos.
Trini Flores -
Jeromito -
Rumardo III -