AYAMONTE EN EL RECUERDO. LOS HIGOS SECOS COMO SUSTITUTOS DEL AZÚCAR.
Cuando el Kun y el Kaul aun no habían nacido; cuando el Guardián del Registro era todavía un imberbe, el Fa, el Ayaba y un servidor ya íbamos a la tienda de desavío del barrio correspondiente a comprar un par de gordas de higos secos. Ya en casa, nuestras madres nos servían parte de la cena, que consistía en un vaso de cebada o achicoria y nos relataba las oportunas instrucciones: coge un trocito de higo y te lo metes en la boca, lo masticas pero sin tragártelo, después te metes un buche de café –a pesar de lo dicho se le llamaba café- y rebújalo con el higo. Hecho así, la negra y amarga cebada se endulzaba y entonces se podía tragar.
¿Cuál era la razón de este ritual?, muy sencillo: la escasez de alimentos propia de nuestra triste postguerra, esa que terminó hace más de setenta años y que muchos se empeñan en recordar mediante un eufemismo propio de esta modernidad que nos ofrecen, en fin, pilarín.
Yo iba a una tienda familiar que existía en el Peñón, en la calle Olivo, la de Carmen la Fogona, mujer del recordado Paco Agapito, no sé donde comprarían los higos mis queridos emigrantes Fa y Ayaba, pero seguro que lo dirán, aunque creo que el Ayaba lo haría en la tienda de Horario y el Fa en la Caldera, ya veremos.
El higo seco también lo comíamos abriéndolo por la mitad y metiendo en medio un meollo de almendra, estaba riquísimo. Junto con las sardinas estibás y las poleás de maiz, completaba un terceto de alimentos para pobres. Eran otos tiempos, ya lejanos, que el Kun y el Kaul no conocieron y el Guardián del Registro estaría entonces con el pelargón, versión para bebés de comida de pobre.
15 comentarios
EL KUN -
y de aqui desde mi Atleti le damos la enhorabuena al AYAMONTE C.F. por el peazo de temporada que ha echo
Ayaba -
Ya lo decía yo paque vamos a ir a Madrid otra vez, para ganar otra vez, tirar cohetes y tocar la bocina, si ya estamos empachao, lo mejor es en el verano fichamos a EL KUN le damos higos secos de la roaera y a ganar títulos otra vez.
El Kunito y su primito Don Manolito -
A nuestro abuelo le oíamos hablar algunas veces de los caballitos del Arrecife pero no nos acordamos porque era.
Señor o amigo Ayaba habéis empezado este año las competiciones con el estomago muy lleno seis comilonas es mucho a pesar de esto estáis haciendo buena temporada.
El pésame va para el señor Ignacio si sigue el blog.
Saludos
Rumardo III -
Ayaba -
Recuerdo también para el amigo Fa que también estará pendiente del fútbol.
Saludos para todos.
Ayaba -
En la Granvia había tres tiendas la del Aurelio, la del Manolo Barocho y otra al lado de la panadería donde comprábamos algarroba molida.
Saludos
Rumardo III -
a feria de abril de Barcelona, que lo he visto yo en España Directo en la caseta quitando fotos con el móvil.
El telar -
Ir ahora al campo ya queda mas lejo todo se va llenando de pisos, las higueras más cercanas están en una pendiente que hay en el consumo.
Los caballitos en la Arrecife -
Uno de la Villa -
fa -
Mi madre me contó que, un dia hartos de comer las poleás sin nada, acordáron echarle un poco de zapéra; ya podeis imagináros cómo estaba de suculento el invento.
Saludos para todos.
KAUL -
Un saludo
El Kunito y su primito Don Manolito -
Claro que éran muchos y seria una larga lista según mi abuelo por nombrar algunos blogueros más los amigos Calixto, Jacinto Díaz Macia, el Santi de la escuela Los Marinos, al Franquito ya le pillo la cosa un poco mejor.
Saludos
EL KUN -
Pericón -