TONTOS DE CAPIRUCHO. Adiós, Semana Santa, adiós. Anecdotario del desenfado. 1: El infortunio del Cartel.
En este breve repaso a la Semana Santa pasada, vamos a comenzar casi como lo hicimos al iniciarse la Cuaresma, es decir, por el Cartel, el que va a terminar resultando el más inolvidable de los carteles de nuestra Semana Mayor.
No creo que al bueno de Benito se le olvide esta Semana Santa para el resto de su vida. El infortunio del cartel hará que lo tenga presente sin remedio.
El cartel habrá podido gustar más o menos, como siempre, a unos sí y a otros no. Desde luego, y aunque no soy entendido, los ha habido peores, mucho peores, y provenientes de pinceles ilustres.
Pero a infortunio sin duda que se lleva la palma. Todo empezó cuando, sin duda con la mejor voluntad –yo eso nunca lo dudaré de Nicolás, que es hombre íntegro e incapaz de hacer daño a nadie-, se quitó de la portada del Album, y es que como dice el refrán, la mujer del César, además de ser honrada, debe parecerlo. Y aunque de la honradez de Nicolás, repito, no dudaré nunca, la decisión de prestaba a toda clase de especulaciones, como así ha sido.
La segunda parte del infortunio se produce el día del Pregón. Me colocan el cartel detrás del pregonero, y como el Mayito anda bien metido en carnes, pues casi no se vio por parte de los asistentes, vamos, que el pregonero lo tapaba.
Y finalmente, los de Televisión Guadiana. Parece que se quiere rizar el rizo del infortunio, y como se puede observar por la fotografía, el cartel ocupaba lugar preferente en el estudio, tan preferente que estaba situado en el mismísimo centro. Si no fuera porque luego nos colocan a la presentadora mismito delante del mismo… Total, que el cartel, por h o por b, sigue sin verse.
¿Confabulación o casualidad?. Ustedes tienen la palabra.
5 comentarios
jjj -
matilda -
El fuego no puede quemarla. El agua no puede mojarla. El viento no puede secarla. Las armas no pueden partirla porque es antigua, es nonata, nunca muere.
No hay localización en el espacio de algo que no tiene espacio. Somos el pensador del pensamiento Y con una fiesta entorno a esta magnitud aespacial, atemporal, adimensional ¿todo este misterio es ensombrecido por los argumentos de este tipo de articulo? ¡Debes estar llevando un ratón muerto en la boca toda la vida! ¡Suéltalo! Verás, tarde o temprano, que el ego es ese ratón difunto. Suerte.
José María Mayo -
3,1416 -
Mecagoentoloquesemeneayenloestáticotambién -