TONTOS DE CAPIRUCHO. Cuaresma avanti claro. El pOgrama. 20: Las levantás
No es de hoy el fenómeno, yo recuerdo que hace mucho tiempo, cuando el Viernes de Dolores llegaba a Ayamonte para pasar las vacaciones de Semana Santa, lo hacía con tiempo suficiente como para poder asistir a la primera levantá de la hermandad del Descendimiento.
Dice un refrán que lo poco agrada y lo mucho harta. Y la verdad es que eso ha venido ocurriendo a lo largo de los años con las dichosas levantás, que han venid0 a convertirse en actos multitudinarios y sin sentido.
Un día, en una tertulia cofrade en televisión local, me recriminaba amistosamente Pepe Garcés cuando yo decía que la Semana Santa era mayoritariamente una cuestión espectacular, pues él apreciaba que había mucha fe y mucha devoción.
Con las levantás queda aclarado todo. Acérquese usted como observador a las puertas de las Angustias, por ejemplo, cuando levantan los pasos de la Mulita. Parece como en los entierros, que los “dolientes” permanecen a las puertas en amigable y multitudinario charloteo mientras se celebra la misa. La hermandad celebra una Eucaristía previa a la levantá, y el personal, henchido de fe y devoción, aguarda en la puerta del templo a que termine para luego entrar a ver la levantá. Fe pura y dura, digo yo. De la levantá del Lunes Santo ni hablo, llevo muchos años escribiendo pero me considero incapaz de describirla.
Y no digamos nada de la levantá del Jueves Santo. Esta hermandad tiene la costumbre de ofrecer una especie de panegírico que normalmente protagonizan mis amigos Ignacio de Jesús y Rafael Montagú y hace muchos años Pedrito Pérez, al que nadie echa cuenta porque la gente no ha ido a eso, ha ido simplemente, a la levantá.
Y habrá que preguntarse, ¿para qué sirve una levantá?. Porque si es para comprobar la firmeza de la candelería, de las imágenes, etc., se podía hacer sin convocatoria pública. Pero, en fin, pilarín, el que manda, manda, y cartucho al cañón.
Por cierto, ¿cómo es que los adelantados, los avanzados cofrades ayamontinos siguen llamando levantá a ese momento, cuando en Sevilla le llaman retranqueo?. Ay, ay, que nos estamos quedando atrás, y luego nos pondrán de catetos.
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kaul -