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Mojarra Fina: El Blog de la Mojarra Fina Ayamontina

TONTOS DE CAPIRUCHO. CUARESMA AVANTI CLARO. 1. OBITUARIO POR UN GRAN COFRADE: VICENTE CABRERA

TONTOS DE CAPIRUCHO. CUARESMA AVANTI CLARO. 1. OBITUARIO POR UN GRAN COFRADE: VICENTE CABRERA

Es Miércoles de Ceniza. Comienza la Cuaresma, pero un gran cofrade, una inmejorable persona, un gran amigo y ayamontino, no podrá vivirla entre nosotros: Vicente Cabrera.  Ya lo hace sabe Dios donde, pero si es a tenor de sus méritos, seguro que en lugar de felicidad.

No sabemos si es mejor que la muerte avise o que no. Si avisa, el sufrimiento avista; si no, el gran mazazo que nos aturde. Esto último ha sido el caso de Vicente. Todos los domingos nos veíamos en el cementerio; con parsimonioso andar terminaba su visita subiendo la calle Virgen del Socorro, en la que está enterrada mi hija Loreto, y junto a mí se paraba siempre un ratito, hablábamos de algo, y con ese estilo inconfundible, exquisito de educación y hasta de estética en el andar, con sus manos siempre detrás, se alejaba poco a poco.

Todo lo que hizo en su vida, al menos lo que yo pude observar, lo hizo en silencio, sin presunción por nada de lo hecho. Desde su  trabajo en la desaparecida y añorada fábrica de gaseosas familiar, pasando por sus años largos de dependiente de comercio, su vida fue siempre un ejemplo a seguir. Eficiente colaborador de Florencio Aguilera cuando organizaba los festivales de música, y un peón de brega indispensable en su hermandad de la Soledad, de esos que en el menester cofrade seguía la máxima evangélica de la ignorancia de una mano respecto de lo que hacía la otra. Siempre cumpliendo órdenes de otros, su hacer silencioso sólo se hacía evidente desde la conciencia, desde lo interior, porque Vicente no fue hombre de faroles, de presunciones, de exteriores, vamos.

He dicho en otras ocasiones dos cosas: una, que el mojarreo no tiene por qué ser malo, sino que es y debe ser también bueno; y que los tontos de capirucho son de dos clases: los pamplinas y los cofrades serios, ejemplares, paradigmáticos, como lo fue el amigo Vicente.

Por todo lo dicho, comienzo esta etapa cuaresmal del blog con este sentido obituario, con este mojarreo positivo, bueno, referido a un tonto de capirucho ejemplar, un cofrade como la copa de un pino. Yo voy a hacer una cosa, aunque sólo sea de forma simbólica, e invito a todos los blogueros que me sigan, voy a despedirme de Vicente de forma elegante, como siempre fue él: quitándome el sombrero ante su imborrable recuerdo.

5 comentarios

José María Mayo -

Ni hermano mayor, ni mayordomo, ni capataz, ni mecenas benefactor... Vicente pertenecía a esa mítica raza de cofrades con la que este pueblo mantiene una eterna y enorme deuda, deuda que, gracias a tí, Trini, ahora es una mijita menor.

Se ha ido un grande, directo a ese palco VIP al que los que se las dan de "grandes" aquí abajo tendrán vetado el acceso.

DEP, Vicente.

Agustín -

Poco que decir deja el comentario. Este Viernes Santo la Soledad estará un poquito más sola por las calles de Ayamonte pero más acompañada en el cielo. Descanse en Paz.

jmrguezma -

Me uno a tu omenaje Trini. Un gran hombre y un magnifico cofrade. Descanse en paz.

José Manuel -

Comparto contigo todo lo contado en el escrito del obituario por Vicente. Trabaje con él dos años seguidos organizando los aparcamientos del recinto de feria. Muy buena persona, me costaba mucho trabajo mandale la tarea diaria ya que era una persona muy correcta y educada. He perdido un amigo.

Villorro -

A través de tu artículo en el blog he tenido conocimiento de la triste noticia del fallecimiento de Vicente Cabrera.
La última vez que tuve el placer de charlar con él fue el pasado verano y en la Plaza de la Laguna.
Descanse en paz el gran ayamontino, gran cofrade, extraordinario amigo y mejor persona.