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Mojarra Fina: El Blog de la Mojarra Fina Ayamontina

AYAMONTE EN EL RECUERDO. 46. El queso americano y la leche en polvo

AYAMONTE EN EL RECUERDO.  46. El queso americano y la leche en polvo

Siempre he tenido la sensación, a tenor de lo que oigo, que soy de los poquísimos ayamontinos que durante el cumplimiento del afortunadamente desaparecido Servicio Militar Obligatorio -paradojas de la vida, fue eliminado por un Gobierno del escupidor Aznar-, hizo guardia, pelo papas, fregó retretes, hizo imaginarias, etc.; los otros todos fueron asistentes de generales y almirantes, monaguillos o auxiliares de enfermería con sor Eloisa. También tengo la sensación de ser de los pocos ayamontinos que iba a desayunar a la Casa del Niño, al rebusco, a robar higos, porque al parecer Ayamonte es un pueblo afortunado donde, incluso terminada la Guerra, casi nadie pasó hambre. En fin, Pilarín.

Y digo todo esto porque más de uno de mi generación que lea este artículo preguntará en público: ¿qué era eso del queso americano y la leche en polvo?.

Pues mire usted, yo se lo aclaro aun convencido de que no necesita usted aclaración alguna, porque de queso americano y de leche en polvo se puso usted hasta cagarse, con perdón. El queso americano, que es una mala traducción del american cheese o queso estadounidense, es un queso procesado muy popular en EEUU; por su parte la leche en polvo fue producida por primera vez en 1802 por el doctor ruso Osip Krichevsky, y es ideal porque al ser imperecedera se puede almacenar y consumir cuando interese.

Ambos productos eran enviados a España desde Estados Unidos en aquellos terribles años de hambre posteriores a la contienda civil española, y se repartían en comedores de pobres, en orfanatos, etc. En Ayamonte concretamente nos lo daban a comer y beber en la Casa del Niño, y los internos de la entrañable Casa Cuna lo comían a diario. No eran, como muchos creen, productos de baja calidad, ni mucho menos, eran muy nutritivos. Y se puede asegurar que ese queso naranja tan sofisticado que compramos hoy en lonchas no es más que una burda imitación de aquel queso naranja americano, aunque nos parezca lo contrario.

Bueno, pues ya saben lo que es el queso americano y la leche en polvo, y que ningún tonto de capirucho se de por no enterado, que no pasa nada por reconocer que se pasó hambre.

3 comentarios

El Ayaba -

¡Que cuñon! Al Ayaba le toco la época de la leche en polvo y se arto, había día que repetía el vaso, era así y ya esta.

A la escuela de La Merced iba todos los días una señora a hacer una olla grande de leche en polvo, tenía también un cucharón y un barreño con agua.

El recreo de los alumnos consistía en ir a tomar el vaso de leche iban por clases en fila, llegaban a la cocina, la señora con el cucharón les iba llenado el vaso y cuando terminaban lo iban enjuagando en el barreño, los alumnos para clase y los vasos ya estaban preparado para que vinieran los siguientes
así desde el primer grado hasta el sexto, no se casqueaba ninguno.

El rebusco de las habas lo teníamos muy cerca, decíamos vamos al rebusco de las jabas, entonces se llamarían jabales los terrenos sembrado de habas
que están entre el Peñón y la Arrecife hasta el faro y el molino.
Por que estaba muy cerca, porque a los tímidos y miedosos le achuchaban los otros y porque luego íbamos al gurugu hacíamos una candelita, poníamos algún recipiente que encontráramos y a comer habas tosta éramos muchos chiquillos, los míos eran los del Gurugu y la Gran Vía yo vivía en medio.
Ha veces era difícil encontrar una haba en un rebusco, el hombre que ponía en medio del jabal desde que sembraba hasta el final un chozo estilo indio para vigilar cuando ya se iba dejaba para el rebusco.

Lo de los higos era más difícil, estaban muy vigilado sobre todo la huerta Castillo y alrededores daban miedo, tenían fama de bruto –Defendían su trabajo- los guardabosque, o guardahuertas.

jmrguezma -

Y que estaba muy bueno, por lo que estabamos deseando ir a la "casa del Niño" para comernos el trozo que nos daban y que recuerdo que era un buen trozo.

Jose Manuel -

Desgraciadamente, hay muchos tontos de capirucho que viven cara a la galeria, apartandose de la realidad vivida.