ANECDOTARIO AYAMONTINO. 22. De cuando el Caquilla se quedó dormido en el cementerio
La verdad es que yo no sabría explicarles quien era el tal Caquilla, pero les puedo asegurar que se trató de un personaje muy popular del pasado siglo por las cosas que he oído.
La anécdota que les cuento ya fue sucintamente referida cuando recordé algunas coplas antiguas del carnaval ayamontino. En los tiempos del carnaval antiguo existía en Ayamonte un famoso bar llamado "las 6 puertas", estaba situado en la zona del barrio del Banderín, y a dicho bar acudían portugueses que venían con ganas de bronca, de ahí que alguien compusiera esta letra carnavalera:
"Hace varios días, en el Banderín, en una taberna que había allí; varios portugueses allí se encontraban con los españoles las grandes peleas que allí se formaban, de pronto fue uno y apagó la luz, allí hubo de palos que hablaban de tú, al tio la taberna le dieron dos tortas que fue por demás; auxilio pedían por el altavoz, también llevó parte el tio que tocaba el acordeón, a la otra mañana, cuando salió el sol, había portugueses que tenían los labios como un mostraor".
Bueno, pues una noche, en esa famosa taberna se oyeron sonar las campanas del cementerio, todos los presentes se asustaron pues eran tiempos de supersticción; el sepulturero, que se llamaba Sacramento había cerrado la puerta del camposanto y se había ido a las Seis Puertas a tomarse un cacharro. Como las campanas no dejaban de sonar salieron todos corriendo con el sepulturero, y al llegar al cementerio comprobaron como el tal Caquilla era quien hacía sonar las campanas, y es que el pobre había cogido una gran tajá y se había quedado dormido antes de que Sacramento cerrara la puerta.
2 comentarios
buenavista -
Banderín -
Por supuesto que no dudo de que lo hubiera, pero me gustaría saber el lugar de su ubucación.