LA PALABRA HERIDA. 18. Presuntamente
Nos encontramos sin duda ante el adverbio de modo más utilizado. Y es que cuando a los locutores, presentadores, comentaristas, colaboradores y otras especies de la tele le dan por algo, como dicen los gaditanos, son jartibles.
Aclaremos primero una cosa. Cuando el artículo 24 de la Constitución Española, en su último inciso se refiere a la presunción de inocencia, está aludiendo a una cuestión de derecho, y se traduce así: nadie puede ser considerado culpable hasta que no sea así expresamente declarado en una sentencia firme y ejecutoria. Es decir, aunque una multutud de personas vean como un animal impresentable apuñala en plena calle a su pareja, ese indeseable goza de la presunción se inocencia, y podremos decir que es culpable del asesinato cuando recaiga sentencia firme. Pero eso es una cosa, y otra las puñaladas, y decir que asestó a su pareja presuntamente varias puñaladas me parece una estupidez. Es rizar el rizo de la cursilería cuando manejamos el lenguaje técnico dándonos por entendido.
Hace unos días, María Teresa Campos, que por cierto, no sé a qué ha vuelto salvo a tratar de salvar los papeles del Pesoe en sus programas de debate, nos decía lo siguiente: la policía ha tenido presuntamente a los acosadores sexuales del colegio tal. O sea, que según la dilecta e inefable periodista, los cuatro delincuentes que iban esposados en el furgón policial, no iban detenidos, sino presuntamente detenidos.Vivir para ver... y para oir.
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