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Mojarra Fina: El Blog de la Mojarra Fina Ayamontina

AYAMONTE EN EL RECUERDO. 32. La Puerta Ancha

AYAMONTE EN EL RECUERDO. 32. La Puerta Ancha

Quiero ante todo aclarar que los datos contenidos en este artículo me los facilita una familia de ayamontinos de clara y envidiable memoria, entre los que se encuentra mi gran amigo y colega en materia de pregones, Narciso Sánchez Romero, a quien mando desde aquí un fuerte abrazo. A ver si te jubilas de una vez y te vienes al paraiso.

La Puerta Ancha, ese bar situado en la calle Isla Cristina, en la plaza de la Laguna, recibe su nombre, obviamente, por la anchura de su puerta. Pero, ¿cuál es el origen de la denominación?. Veámoslo:

Aun no se conocía en nuestra tierra el vehículo de motor y el transporte ordinario era a base de carros y bestias, así se realizaba el transporte de personas y mercaderías entre Ayamonte y Huelva. A principios de siglo, no existía la calle Isla Cristina y el río llegaba prácticamente a la plaza de la Laguna. Al finalizar la jornada, los caballos eran refrescados y alimentados, y después eran alojados en un local, junto con los carros. Naturalmente que ese local tenía que reunir condiciones de capacidad suficientes no sólo para alojar vehículos y animales, sino para que cupiesen por su puerta. Y ahí radica el origen del nombre del bar, que como la puerta en cuestión tenía que ser muy ancha y alta, se le quedó la Puerta Ancha para siempre.

Debemnos decir que aquella actividad empresarial tenía como protagonistas principales a dos hermanos, Celedonio y Laureano Márquez, padre y tío, respectivamente, de nuestro querido y recordado cofrade Angel Márquez Feu. Cuando la  actividad del transporte se modernizó, el local fue utilizado como bar para la atención principal de los trabajadores del muelle. Y una curiosidad: dentro del bar vivía, así como suena, una cigüeña que se movía por él con toda libertad. Los clientes le llevaban pescado y parece ser que fue encontrada herida y allí curada. El negocio pasó a ser un almacén y posteriormente volvió a la actividad de bar, que dura hasta nuestros días.

4 comentarios

Comandante -

No me queda más remedio que entonar el MEA CULPA antes de que el amigo Trini escriba sobre esto en La Palabra Herida y me ponga la cara colorá.

Estaba confundido con la defición de sepelio; pensaba que sepelio era el acto eucarístico y se trata sobre el hecho propio de enterrar (o inhumar) un cadáver.

Desde aquí mis disculpas por haber podido llevar a la confusión a algún lector.

Comandante -

No lo se. Dimelo tu.

Yo tengo escrito "...donde entraban y salían los carruajes portando a los difuntos tras el sepelio..."

El inmisericorde -

Veamos una cosa, señor Comandante. Lo de la utilización de la Puerta Ancha para cuestiones de difuntos es razonable y seguramente tiene usted razón. Hasta aquí, estupendo. Pero, ¿qué difuntos portaban los carruajes "tras el sepelio"?.

Comandante -

Yo también tengo entendido que era el lugar por donde entraban y salian los carruajes portando a los difuntos tras el sepelio, puesto que el patio que se encuentra en la trasera del bar tiene una puerta que se comunica con el camposanto de la Parroquia de Las Angustias.