Blogia
Mojarra Fina: El Blog de la Mojarra Fina Ayamontina

AYAMONTE EN EL RECUERDO. 27. El cine de verano en la plaza de toros

AYAMONTE EN EL RECUERDO. 27. El cine de verano en la plaza de toros

Yo no sé qué tiene la televisión que acaba con tantas cosas de antaño, como por ejemplo, aquella vieja costumbre de tomar el fresquito las noches de verano aprovechando el terreño, que era y es un patrimonio de Ayamonte de valor incalculable. Yo he vivido treinta y cinco años a la verita de Sevilla y sé como el que más de esas noches de julio y agosto que pasas en vela por la dichosa caló. En Ayamonte, sin embargo, si exceptuas tres o cuatro días como mucho en todo el verano, las demás noches tenemos incluso que encajar las ventanas cuando la madrugada avanza hasta el amanecer. Es un primor, como diría mi madre.

Precisamente aprovechando ese fresquito nocturno, existió en nuestra ciudad un cine de verano que no necesitaba mucho de montaje, pues ya estaba construído, bastaba montar el telón, las sillas y la cantina. Era el cine de verano de la plaza de toros. La película, -aunque a veces era buena- la mayoría de las ocasiones era un verdadero petardo, pero no importaba.

Se cenaba temprano, se amarraba uno el chaleco a la cintura o al cuello, en la puerta, además de comprar la entrada, nos hacíamos con las chucherías de los carrillos de seña Antonia y de Carmelo, y pa dentro, a charlar, a dar vueltas por las gradas de un lado a otro, y como no, acercarse a la cantina de Antonio Saldaña -por cierto, abuelo suegro de mi amigo Pepe el Godovi- que regentaba con  su yerno José Luis, aunque algunas veces echaran una mano sus hijos. En ella podíamos degustar las exquisitas gaseosas de los hermanos Cabrera y el buen aguardiente haciendo una palomita. Si a pesar de todo ello, de toda esa oferta, querías ver la película, pues no había pegas, te sentabas, la veías y punto, que para eso la echaban.

Y vino la tele, y tos pa dentro, de casa, quiero decir. Se intentó continuar las proyecciones en el Cardenio instalándose el aire acondicionado, pero no era lo mismo, y el cine de verano desapareció para siempre. Una lástima.

1 comentario

jmrguezma -

Que buenas noches de verano pasabamos en la plaza de toros, pues es verdad que lo que menos importaba era la pelicula. Tambien recuerdo haber ido con mi novia, hoy mi mujer, a la primera función, porque sus padres no la dejaban ir a la segunda.