MOJARREANDO. El milagro aloe vera
Buscando en el diccionario la definición de aloe encuentro: planta perenne de la familia de las liliáceas, con hojas largas y carnosas, que arrancan de la parte baja del tallo, el cual termina en una espiga de flores rojas y a veces blancas, de sus hojas se extrae un jugo resinoso y muy amargo que se emplea en medicina. Existen cientos de variedades de aloe o áloe, que también se puede acentuar la palabra. Es posible que una de ellas fueran las desaparecidas magueleras que adordaban ambos lados del viejo Callejón Largo, hoy Camino de la Noria. La más conocida de estas variedades y es el motivo de estos comentarios, es el aloe vera.
¿Que por qué he buscado esta definición?. Muy sencillo, por saber cual es el origen, la esencia del gran milagro del siglo XXI, este nuevo producto que ha revolucionado nuestras vidas. Tenemos áloe vera para la piel, en los yogures, en la crema para los zapatos, en la tinta de los bolígrados, en el puntero del hombre del tiempo, en los trajes de natación, que sé yo. Lo del aloe vera ha superado con creces los anuncios de la coca-cola. Aloe vera por todas partes, en los supermercados, en las farmacias, en los mercados, en las estaciones de servicio. No cabe duda, de sus efectos milagrosos, pues hay que calificar así a algo que sirve absolutamente para todo, y hace que lo podamos considerar como el gran descubrimiento del siglo.
En estos momentos, una de mis hijas, que ha leído lo anterior en el monitor del ordenador, me dice: pero papá, ¿tú te has levantado bien?, parece que lo has hecho con los cables cambiados. Y cariñosamente continua diciéndome: mira, papá, el uso del aloe se remonta a los orígenes de la humanidad. Los chinos fueron los primeros en usarlo y en el antiguo Egipto era comunmente utilizado y se referían al aloe como la planta de la inmortalidad incluyéndose entre los regalos funerarios enterrados con los faraones. Y en los siglos XVIII y XIX fue una de las plantas más prescritas. Sirve para curar las quemaduras, mejorar los síntimos de los herpes genitales, curar la psioriasis; para las indigestiones, alivia la irritabilidad del colon, es bueno contra la diabetes, se utiliza en prácticas dentales, es un estimulante inmunológico y produce efectos anticancerígenos, y hoy se está evaluando en el tratamiento del asma.
Así que no sé en que estabas pensando, papá. Además, en tu libro Ayamonte en Semana Santa, en el capítulo del traslado al sepulcro del Señor decías que se había personado en el lugar Nicodemo portando cien libras de mirra y áloe. Mira que decir que es el gran invento del siglo XXI.
Después de esto sentí la tentación de borrar la primera parte del artículo, pero me dije que no, que es mejor reconocer los errores y dejar la cosa como estaba. Pero yo me sigo preguntando: ¿sin tan antiguo es el aloe a qué viene tanto mamoneo moderno?.
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Trini Flores -
Riveralda -