ANECDOTARIO AYAMONTINO. De cuando una señora confundió el apellido del padre Gregorio Palomar
De entre todos los sacerdotes que han sido en nuestra ciudad podemos encontrar de todo, "como en la viña del Señor", nunca mejor dicho. Pero si podemos destacar a uno por su indiscutible bondad, ese sería el padre Gregorio Palomar. Personificación del eterno despistado, daba la impresión de torpeza cuando en realidad nos consta que es uno de los sacerdotes más inteligentes que nos han acompañado. Si lo que voy a decir ahora suena a normal, antes era un auténtico escándalo: al padre Palomar le gustaba el vino, concretamente el vino tinto, y el hombre se tomaba las copas que le apetecía. Repito que en aquellos tiempos resultaba escandaloso que un cura bebiera; hoy los vemos en las discotecas tomándose un cubata y resulta normal. Cosa de los tiempos.
Bueno, a lo que íbamos. Había en el tiempo de que hablamos una marca de vino tinto muy conocida, la marca "Ardau", y como estamos en Andalucía, el mote salta enseguida, y al bueno del padre Palomar terminamos diciéndole padre Ardau. Pues bien, un día una señora de las de iglesia diaria lo paró en la calle Real y le dijo: mire usted, padre Ardau, quisiera hacerle una consulta, porque verá usted, padre Ardau..., en esto fue interrumpida por el sacerdote que le dijo: mire usted, señora, todo el mundo sabe que yo bebo vino tinto, pero yo no soy el padre Ardau, yo soy el padre Palomar.
3 comentarios
JOSE MANUEL -
Ya que estamos hablando de curas, tengo en mi memoria uno que fue mi profesor de religion en el Instituto por el año 69.
Me estoy refiriendo al Padre Garcia
¿ Alguien puede darme noticias de el ?
F. Pargana -
Artengo -