LA BUENA GENTE DE AYAMONTE. Manuel Celedonio Martín Ríos, amigo Cele.
Dicen que los dedos de una mano sirven, entre otras cosas, para contar los amigos de verdad y a veces sobran. No me extraña porque la amistad es un sentimiento de tal contenido y exigencia que nos puede llevar a esa conclusión, aunque la verdad es que la palabra amigo la empleamos a diario con demasiada frivolidad.
Nuestro personaje de hoy, Manuel Celedonio Martín Ríos ocupa, sin lugar a duda, uno de los dedos de una de mis manos con los que enumero a mis amigos de verdad.
Hijo de un inolvidable barbero, el maestro Celedonio, y nieto de un acreditado maestro albañil y ya en su ancianidad carbonero en la calle Huelva, Celedonio entró en mi vida allende 1955 cuando se produjo la apertura del viejo Instituto Laboral de la Cuesta la Merced. Y desde entonces nuestra relación de amistad no ha decaído un ápice, yendo en paralelo con la que une a nuestras respectivas mujeres.
Ha dejado huella de bien hacer en todos sus menesteres, profesionales y aficionados: director de banco de vida itinerante, hermano de la Soledad de toda la vida, presidente del Rocío y pregonero de dicha hermandad, presidente de la Hermandad de las Angustias, y en su día, aunque fue flor de un momento, presidente de Agrupación, aunque aquello, gracias a Dios, no cuajó, y me alegro por él, porque conociendo su sentido de la responsabilidad lo hubiera pasado muy mal lidiando en semejante plaza.
De joven cursamos juntos el bachillerato en el Laboral y compartimos cargos en La Milagrosa, primero él de presidente y yo de vice, y cuando lo dejó pasé yo a ocupar su cargo.
Pero todo este currículum no serviría para nada, no diría nada, si en todos esos momentos de su vida mi amigo Cele no hubiese mostrado su verdadera condición: la de ser una buena, buenísima persona. Celedonio es sentimental y tierno, fiel y trabajador. Buen amigo y buen ayamontino. Y, además, buena gente, por eso me permito incluirlo en este club de ayamontinos selectos. Bienvenido, amigo Cele.
18 comentarios
Arcusa -
Mojarrafina -
La primera: que el dueño del blog sea presidente de Agrupación, eso no deja de ser una utopía, es decir, algo irrealizable, por dos razones, una porque no lo desea y otra porque los barones mayores no le quieren ni en foto.
La segunda, que deje de mojarrear, no es una utopía, es algo más: algo que sólo un milagro podría conseguirlo, y con las necesidades milagrosas que hay, como para ocuparse Dios en estas minucias.
Un asaludo afectuoso, no faltaría más.
Presunto ilustre -
El que tiene boca -
Jamás he puesto en duda su valía, si en cambio los intereses de los que le rodeaban.
Yo propongo de presidente al dueño del blog y a ver si se le acaba la mojarra.
El de siempre -
No nos perdamos en anecdotas como su intento de acceso a la Presidencia de Agrupación y quedémosnos con su compromiso cristiano y su disposición contínua y absoluta a "lo que su pueblo le pida".
Y por supuesto no es un hipócrita al que le haya faltado el tiempo agradeciendo al autor del blog que lo incluya entra la buena gente de Ayamonte ni entre sus amigos.
Un abrazo Celedonio.
Escoliasta de Lycophoi, -
Sempronio Graco -
Panteísmo estóico. -
Nao me faleis tal, mina comadre, que eu morrerei, mais nao gritarei, -
Ayer -
Celedonio creo que habría hecho un buen papel, pero no le dejaron.
Manuel Celedonio Martín Ríos -
Dicho lo cual te diré, que quien me conozca, sabe de más que no soy un charanga, que aunque aparento ser pacífico, soy muy duro de cambiar mis ideas, la Junta que yo llevaba eran todos unos magnificos
"semanasantanderos" por lo cual yo no iba a tener problemas con ellos, amen de que yo suelo delegar en las personas de mi equipo, como hacía en el banco y en todas las entidades en las que he participado.
Yo no iba a cambiar los estatutos en una semana, yo conseguí un acuerdo con todos los hermanos mayores, que desde esa fecha en que yo tomara poseción, hasta la Semana Santa siguiente, se tenian que modificar los estatutos y todos asintieron, delante del Director Espiritual y Párroco de las Angustias, D.Juan de la Rosa Mendoza, pero esa misma noche, una persona de las que estaban allí presente me llamó a mi casa diciendome, "que ese acuerdo no iba a llegar a ninguna parte, que lo mejor que podia hacer era renunciar para no amargarme la vida"
Espero que para otras se informe bien antes de decir "bobadas"
El que todo lo duda -
El que todo lo duda -
Argantonio de Tartesso -
El que todo lo duda -
el prior de la Orden de los Hermanos Hospitalarios -
Villorro -
En aquella época de los sesenta, muchos tuvimos que tomar el camino y asomarnos mas allá de la Cuesta Morilla para ver que había en otras partes que no teníamos en Ayamonte. Algunas personas tuvieron que atravesar provincias mas lejanas e incluso cruzar fronteras, hasta encontrar el trabajo deseado y formar una familia.
Tu conoces bien esta circunstancia y, como yo, sabes lo que significa vivir en la distancia, ausente de la tierra que te vio nacer. Pero también hay que reconocer que ese alejamiento y el ansia diaria te reconforta y galvaniza los sentimientos por Ayamonte y todo lo que contiene este inigualable rincón de Andalucia.
Celedonio, que ha pasado por esta situación, a su vuelta ha recuperado todo el tiempo "perdido" y se ha puesto a trabajar y disfrutar como el sabe hacerlo, demostrando durante estos años, en cuantas responsabilidades ha desempeñado, su amor por Ayamonte y lo que aún le queda por hacer.
Así pues, enhorabuena Cele, felicidades a tu esposa e hijas.
Un fuerte abrazo.
Nao me faleis tal, mina comadre, que eu morrerei, mais nao gritarei, -