MOJARREANDO: Bautismo rociero estilo ayamontino.
Como decía el multipregonero rociero José Ignacio Artillo, el bautismo rociero es un acto lleno de simpatía y en algunos casos hasta de emotividad: sacerdote ficitio, padrino, madrina, etc.
Pero el mismo pregonero, rociero de autoridad y postín donde los haya, llegó a decir que al socaire de esa simpatía, de esa singularidad, a veces se llega a auténticas y estrafalarias estampas. Bueno, él decía algo más rotundo: putadas.
He visto en televisión Guadiana el bautismo rociero ayamontino, no sé si el de este año o uno anterior, lo que no obsta a este comentario. Y la verdad es que al prestigioso pregonero no le faltaba razón. Con independencia de las risotadas oídas y vistas cuando un romero “especial”- que cada cual interprete el término como prefiera- cayó al suelo durante su bautismo o fue empujado, la estampa del “singular sacerdote” con media sandía vaciada a modo de sombrero nos habla bien poco ni de seriedad, ni de singularidad, ni siquiera de simpatía. Esta estrafalaria ceremonia ni siquiera dio paso a la emotividad. Ningún romero, ninguna romera, se acercó al bautizante dando la impresión de que lo hacía con emoción, simplemente con jolgorio. La fotografía que ilustra este artículo es de otra hermandad, y refleja ese espíritu del que hablaba el prestigioso pregoneron rociero: singularidad, emotividad en el recogimiento, respeto de los asistentes de los asistentes, y la simpatía que se desprende del presunto diálogo entre bautizante y bautizando
Otras estampas pasadas por la televisión resultan, empero, admirables: rocieros esforzados por mantener las energías en el difícil camino de arenas, impulsando la carreta del Simpecado o ayudando a los que por razón de edad no pueden seguir el ritmo, hablan mucho y bien de la hermandad ayamontina.
Espero y deseo que las imágenes del esperpéntico bautismo rociero ayamontino no se propaguen excesivamente. Prefiero retener en mis pupilas otras imágenes, estas paradigmáticas, las de mis buenos y admirados amigos Paco Puchín y Manolo el Torerito aguantando el tipo a pesar de los muchos años que suman. Tipo y fidelidad. Seriedad y alegría. Estilo, diría yo.
Lo otro, ese esperpéntico bautismo, mejor olvidarlo.
8 comentarios
Mediopensionista -
Valle de los Caídos -
Trinidad Flores Cruz -
El Chiqui -
Saludos
Antisistema -
El pobrecito observador -
El Mimi -
Saludos
La Pichilica -