AYAMONTE EN EL RECUERDO: Torres y espadañas de otros tiempos.
La fotografía que ilustra el presente artículo es francamente de ensueño, nostalgia de un Ayamonte que con el paso del tiempo fue masacrado por la voracidad urbanística, constructora que nada respeta y que al final vino a desembocar en esta situación de extrema crisis económica que ahora sufrimos.
¿Es necesario destruir siempre para avanzar?. ¿Es necesario arrasar edificios históricos, tapar el paisaje urbano con edificios monstruosos que terminan privándonos de la vista de que antes disfrutábamos?. Asomarse hoy a contemplar el río desde el cementerio resulta casi una utopía, nos lo han tapado descaradamente. Eso sí, en una presunta estadística podríamos encabezar la lista de “adosados” y otras lindezas, que se elevan desde las propias elevaciones del terreno y matan el paisaje. Edificios como la nueva lota o la fábrica de nieve hacen que para ver el río tengamos que hacer grandes desplazamientos a uno u otro lado. Y así podríamos seguir.
Pero seguramente son nuestras torres y espadañas las grandes paganas de la atrocidad, las grandes damnificadas. Todo empezó con el infame edificio del muelle, ese puertaespaña que invadió los dominios paisajísticos de nuestra parroquia de las Angustias. Ver desde la distancia nuestras torres y espadañas como se ve la torre y todo el templo de las Mercedes de la foto, es ya imposible. Fotografías antiguas hay en que desde el muelle Norte se puede divisar toda la Villa, incluída la ermita de San Sebastián. Inténtelo ahora y comprabarán el desengaño.
En la foto publicada se puede observar cómo las palmeras del Paseo nos hablan de una construcción muy reciente; aun no ha reformado la familia Cortina el edificio que alabergaba la parada de Damas, y se pueden vislumbrar los románticos veladores de la Maricambá, y las viejas maletas de cartón y canastos que portan los viajeros de la camioneta apostados junto a la parada.
Y qué decir de la incomparable estampa del “transbordador” más recordado de nuestra reciente historia. Eran otros tiempos y no necesariamente mejores, pero sí más respetuosos con el entorno. Hoy nos encontramos un Ayamonte muy desarrollado, muy extendido, muy construído, muy moderno. Pero muy tapado. Qué pena.
17 comentarios
JuanP -
Fernando Pargana -
con su borrico deslizante,
va de espalda, sin sendero,
brazadas que son sonantes.
Orilla de caserío,
eterna es la mirada
es ese espejo de rio
moldado en la ensenada.
Ayaba -
Saludos
El Bardita -
Saludos
El Bardita -
Saludos
F. Pargana -
De uno a diez...nota once.
Ayaba -
Saludos
Antes... -
También en otros tiempos en los que la incultura,la insesibilidad y los intereses muy propios de algunos, consintieron y alentaron destrozar ese paisaje urbano testigo tangible de nuestra Historia.Como la muralla del Baluarte, sustituida por un rascacielos horroroso, edificios conventuales y antiguos hospitales de caridad por bloques de pisos más propios de las construcciones del Salón, y por supuesto no saber ubicar el parador dentro del castillo como en otros enclaves de España. Aquí se relagó practicamente el castillito se destruyó el castillo y se hizo un parador que parece visto desde lejos más un sanatorio que un parador de turismo, sin contar destrozos como el pilar de la Villa y un largo etc.
El Mojarra del Peñón -
EL GUARDIAN DEL REGISTRO -
EL GUARDIAN DEL REGISTRO -
Ayaba -
Saludos
Mediopensionista -
Guardián del Gurugú -
Aquellos fueron tiempos que pasaron, pero lo jodido de ahora es que como explica muy bien el amigo Trini el paisaje ha cambiado mucho, incluso me atrevería a decir que desde la Iglesia de San Sebastian y mira que es difícil porque esta debajo se ve más el mar, la playa en el horizonte que el río.
Saludos
F. Pargana -
F. Pargana -
Ayaba -
Por la calle San Pedro dobla el Ayaba pasa por la puerta del Meri Camba donde ve a muchos marineros que ya nos dejaron, sentados alrededor de una mesa, beben café mientras charlan de sus faenas. El Ayaba cruza hacia el estero va con prisa pues a las cuatro tiene que esta en Dama pues va con su familia a Villanueva de los Castillejos, ahora se embarca en la lancha de Paco, por un par de perras gordas y algunas perras chicas, en la otra orilla coje el camino El Muro hasta Canela, a la vuelta se da un baño en el río en el lugar de la bardita.
Se ve la puerta de Macario donde están jugando una partida de billar El Jiguito con el Bartolina, en los futbolines que habían tres, están jugando el Varguita, el Núñez, el Parodi y Manolito Amalia.
Se ven los restaurantes Barberi y quizás un poco el del Hueso y un estudio de un pintor que no recuerdo el nombre.
Dejo algo para los demás.
Saludos