AYAMONTE EN EL RECUERDO. FOTO BÁEZ.
Como ocurrió con todas las actividades, comerciales, industriales, de servicios, profesionales, el pasado siglo XX fue un periodo más de escasez que se abundancia, aunque ya al final se produjo el gran boom del desarrollo y por consiguiente del consumismo, que ha venido a desembocar en los albores del siglo XXI en una gran crisis económica de la que va a resultar altamente dificultoso salir.
Dicho lo anterior, y centrados en una actividad concreta, la fotografía, el Ayamonte de mediados el pasado siglo –aparte una incursión más que esporádica de Tuero, y la irrupción de Domiciano bien superada la mitad del mismo- pasó siempre por una familia: los Báez Guerra. Procedían de Huelva, según creo, y la profesión les venía de herencia. Pero en realidad, hablar en Ayamonte de Báez, el fotógrafo, era hablar de Paco, no nos engañemos. Su estudio de Cristóbal Colón, frente al convento de las Hermanas de la Cruz, o del Convento a secas y con mayúsculas, como ustedes quieran, era el lugar al que tarde o temprano terminábamos arribando todos: recuerdos de comuniones, bodas, grupos de amigos, etc., quedaron filmados en aquel vetusto estudio. Paco contaba con el apoyo, la ayuda incondicional de su esposa, la buena de Agueda, con la que yo guardaba parentesco a través de mi tía Pepe.
Como cualquiera de por sí, Paco tenía sus momentos, malos y buenos, su genio, pero en general era hombre amable y excelente conversador. Al él debemos esa fotografía incomparable de nuestro recordado castillo. Me gustaría que algún día nuestro Ayuntamiento, antes de que la foto se deteriore, obtuviera de ella un azulejo recordatorio.
Hoy cualquiera hace fotografías, y al decir cualquiera empiezo por mí, y añado a mis amigos Jacinto Díaz, Landero “Chache”, Jesús “Franquito”, y tantos otros que constantemente vamos dando la lata con estas cámaras digitales que no requieren por nuestra parte ni esfuerzo ni talento.
Paco Báez nos legó con su trabajo fotográfico la luz de Ayamonte, esa incomparable luz que él fijó con maestría, paradójicamente, en un cuarto oscuro. A través de su hijo, acólito del Domingo de Ramos, reciba nuestro recuerdo y nuestro cariño.
15 comentarios
coreano -
Miró -
Poca vergoña -
El maestro de los paños -
Saludos
El Picudo Rojo -
El hermano embajador -
Seria bonito la foto gravada en un azulejo No costaría mucho- con unos versos del siempre recordado poeta ayamontino Antonio Barberis, Y el poeta que hace años la luz deslumbrante viera, construyó bella metáfora a la mujer de su tierra, vestida de faralaes, de mantilla azul celeste y el Castillo por peineta, en lo alto de la Villa, tan dulce, blanca y quieta. -Copiado de un articulo del amigo Trini en Mojarra fina ayamontina, Ayamonte en el recuerdo titulo El castillo fecha 20/07/2008-.
Y donde se pondría el azulejo, unos dirán con razón en la Villa, pero en que lugar, otros dirían en un sitio visible del paseo de la ribera en la fachada del Bar Barberis, pero lo importante es que se hiciera no cuesta mucho un azulejo, que no haga el Ayuntamiento como el gallego que nos borro de un plumazo, todavía recuerdo el día que vino a inaugurarla, fue por la tarde, muy derecho con un traje azul, - Me parece que los niños no lo recibimos con banderitas como había pasado otras veces anteriores con otras eminencias del si guana.- durmió en el parador.
Saludos
EL GUARDIAN DEL REGISTRO -
Ayaba -
Lo de estudio es de ahora en aquellos tiempos se decia a casa Báez o anca Báez.
El Qui de la cuestión es saber donde termina o empieza la calle Lerdo de Tejada y donde empieza o termina la calle Cristóbal Colon o Real, cuando yo bajaba por Santa Clara al terminar la calle enfrente estaba Báez, cogiendo a la izquierda venia la carpintería del inolvidable señor Rojita, luego venia una callejita donde si no me equivoco estaba el Montepío, siguiendo la misma será de Báez venia un bar o zampuzo El Tenedor, más adelante la carpintería del inolvidable señor Palmero, enfrente una peluquería de señoras cuyo rotulo era Wasko luego la tienda de avio o ultramarinos donde trabajaba Manolito el cuñado de Cortadita y es aquí en aquellos tiempos donde empezaban si la memoria no me falla tres calles Rompeculo con la librería de la abuela de Paco Conde, otra calle con dos nombres Lepe o Huelva a escoger, todavía no se cual es el verdadero en esta calle había una bodega donde trabajaba en sus años mozos el padre de un gran amigo nuestro El KUN. Y la tercera calle que empezaba era Cristóbal Colon con el edificio verde del Cónsul y más importante más allá la tienda de juguete del señor Esteban.
Saludos Para todos
Copernico -
Estos recuerdos me llenan, me satifases, pero lo que más me satisface, más llena y creo que en cada casa ayamontina son las fotos de las hijas de cada hogar ayamontino de aquellos tiempos, me explico, cuando las personas iban a hacerse una foto a casa de Báez,despues de entregarlas resulta que en el recibidor -La puerta estaba siempre abierta- había una vitrina, Paco hacia una obra de arte, una foto para enmarcar en un cuadro como así ocurría, Báez ponía la foto en la vitrina y ya la verán, cuando la familia se enteraba compraba la foto la ponía en un marco y la ponían en cada hogar.
Saludos
El torrija -
Saludos
El torrija -
La verdad es que tiene una pose como las películas de turistas que hacían en los años sesenta, los Osores, Manolo escobar, Alfredo Landa, José Luis López Vázquez, Manolo Gómez Burra etc.
Con las fotos del Báez y del Guardián del registro que han salido en los artículos como referente serian buenos artistas para hacer una película de los tiempos de Juanita Banana.
Saludos
La carita... -
Pd:Con lo "Currante que es el tio"
Ayaba -
Exactamente el bar era el Frontera, la dueña se llamaba Gertrudis vivía en la calle Rabida, tenia una hija que se caso con un maestro escuela forastero, también tenia un hijo que me parece que se llamaba Jacinto este se fue a Barcelona hace muchos años, con los años que han pasado todavía te acuerdas del Bar, buena memoria pues tendrías tú más o menos ocho años, no creo que fueras de madrugada, lo frecuentaban los marineros cuando madrugaban para salir o venían de la mar para o bien tomar un café o tomarse un vasito de vino.
En la misma acera en la Laguna estaban los dos bares que nombras y yo añado otro La Puerta Ancha de Gaspar, estos bares por su lugar cerca del muelle eran frecuentados por marineros como he dicho antes entre otros iban los entrañables Mayito motorista, Rumardo II, Padre Juan y mecánicos como Antonio Chaquetita, un gran recuerdo para todos ellos, que tiempos aquellos.
Saludos para todos
EL GUARDIAN DEL REGISTRO -
EL GUARDIAN DEL REGISTRO -