LA PECULIAR FORMA DE HABLAR DE LOS AYAMONTINOS. 73: EL RECARMÓN.
Es normal que los andaluces cambiemos la “l” por la “r” en nuestra especial forma de hablar: arbañiles, mi arma, etc.
Eso ocurre con la palabra recalmón, que nosotros transformamos en recarmón. Pero eso no es lo importante a efectos de esta página, lo que verdaderamente importa es el significado que los ayamontinos hemos dado siempre a dicha palabra con independencia de su significado oficial. El diccionario nos define recalmón como súbita y considerable disminución en la fuerza del viento, y en ciertos casos, de la marejada.
Para nosotros, el recarmón es algo más que la cesación repentino del viento o de una marejada. Nosotros entendemos el recarmón como una situación de calor sofocante, que sí, coincide normalmente con una situación de absoluta calma, aunque no siempre. El recarmón a que nosotros nos referimos podemos ponerlo fácilmente en relación con otro sustantivo al uso porque es precisamente cuando el recarmón cobra toda su fuerza: el levantazo.
Efectivamente, los días de levante el recarmón está asegurado, es esa situación de calor pegajoso, que te hace difícil respirar, que te trae a los recuerdos una fractura ósea de hace treinta años, que te recuerda que sigues teniendo un juanete, etc., y tristemente a las personas con alguna deficiencia psíquica las desquicia, lo pasan francamente mal en esos momentos, por eso, cuando alguien que no padece enfermedad psíquica hace tonterías solemos decirle aquello de “es chico el levantazo que tiene”.
2 comentarios
Retama blanca -
-Mari hija que recalmón vengo toa sudaita.
-Retama no me digas na, mira como estoy yo, este recarmón me tiene toa sofoca.
Uno de la Barranca -