AYAMONTE EN EL RECUERDO. 83: LA GOLA
Creo que a todos nos sorprendió cuando lo leímos un oímos por primera vez, que un pueblo, que un territorio perteneciente a una provincia se encontraba situado en otra distinta. El Condado de Treviño es un enclave burgalés circundado por la provincia de Alava, es un singular marco territorial que desde el año 1200, en tiempos de Alfonso VIII, pertenece al Reino de Castilla, hoy a la comunidad de Castilla y León.
Algo parecido, aunque desconozco la historia, ocurrió hace muchos años, más de medio siglo ya, con un enclave arenoso circundado por la costa portuguesa y que sin embargo pertenecía al municipio de Ayamonte. Ese enclave playero fue conocido y es recordado como La Gola.
Para ir a la Gola utilizábamos un transbordador de los de la Carrera de Villarreal, el barco dejaba allí al personal y regresaba por la tarde a recogerlo. Aquel lugar no tenía nada de cosmopolita, salvo la mezcla de ayamontinos y portugueses. Era una magnífica playa y pasábamos un día magnífico, en paz y a gusto. Los más atrevidos, junto con amigos portugueses, se daban un garbeo nada menos que hasta Montegordo.
Cuando se urbanizó Isla Canela se perdió la costumbre de ir a la Gola y a la playita del Salón, pero para los ayamontinos viejos la Gola siempre estará en el recuerdo. Creo que hoy denominan Gola a un lugar de Isla Canela creo que llamado de siempre Cabeza Gorda, donde se cogen coquinas todos los días y que con la bajamar forma una isla. La foto que ven ustedes es de ese lugar pues de la auténtica Gola no cuento con ninguna. Que disfruten del recuerdo.
5 comentarios
Bar Pirulo -
walter -
El Jeromito -
El Mimi -
Ayaba -
Cuando llego el barco pusieron una pasarela para ir bajando uno a uno, el barco iba lleno de gente, cuando todos habíamos desembarcado, empezaron todas las gentes a una a desarrollar tordos y sabanas cordeles y estacas procurándose un poco de sombra que aquello parecía unos invasores montando sus campamentos, es que en aquellos tiempos no existían sombrillas playeras, igual existían que se yo, pero los que fuimos a la Gola ninguno tenia, ya digo una sabana y cordeles.
Se paso el día bien tranquilito, por la tarde nos visitaron unos portugueses se ve que cuando bajo la marea pudieron caminar.
Por la tarde se recogió el campamento y llego el barco a la hora estipulada.