MOJARREANDO. 54: el asentamiento fenicio en la Villa
Andamos los ayamontinos estos días de novedades históricas, aunque parezca la expresión contradictoria. El llamado Túnel del Boquerón, en la Villa, de cuya existencia se sospechaba hace mucho tiempo, ha venido a desembocar en algo que puede resultar importantísimo para nuestra historia, y por tanto, nuestra actualidad: el descubrimiento de lo que presumiblemente se trate de un asentamiento fenicio.
A mí, francamente, ignorante en estas cuestiones, no me ha extrañado. Cuando leo referencias al reino de Tartessos, ese misterioso reino que fuera la primera civilización conocida, del que se dice que tenían mil leyes escritas en versos, y observo en los mapas su ubicación a lo largo de la cuenca del Guadalquivir e incluso del Guadiana, con referencias a Gibraleón, Nerva, Cartaya, etc., no puedo por menos pensar que estando Ayamonte situada a orillas del mar, hasta aquí llegarían los tartessos, cuánto más los fenicios.
Pero serán los arqueólogos, los antropólogos, los expertos, en definitiva, quienes pronuncien la última palabra. De momento, un técnico ya ha parado los pies a un precipitado reportero de la televisión municipal en relación con la “gran importancia turística del descubrimiento”. Ya nos vemos poniendo una barandilla-guía de entrada y salida, con un despacho automático de tiques a las puertas de Paco Hidalgo, y al Bomba y a su cuñado Curro sirviendo de guías a los guiris. Tal técnico dijo que no había que precipitarse, que en todo caso lo encontrado eran restos de vajillas sin duda de fabricación fenicia.
Digo yo que más importante que la cuestión turística lo es la antropológica, la histórica, la cultural, el estudio de que lo que serían nuestras raíces, y ello siempre previa la confirmación final de que el hallazgo es fenicio, no sea que terminemos dándonos con un canto en los dientes.
Yo me voy a permitir una salida airosa y espero se me comprenda, sobre todo por parte de los excesivamente optimistas: a ver si al final esos restos de vasijas de barro no sean más que los que la familia alfarera de los “Cantarito” tiraban como se tiran los sobrantes en todo proceso de fabricación y a través del túnel del Boquerón hayan llegado donde han sido hallados.
Bueno, esta reflexión no es más que una simple broma sin más pretensiones. Ojalá que se sigan descubriendo restos y que todos podamos estudiar más a fondo nuestra más remota historia..
4 comentarios
Quiero Ayamonte -
Trini Flores -
Aclarado todo, que la foto es tuya per5o que se luce en el blog para bien de todos. Gracias.
Quiero Ayamonte -
Ayaba -