LA PECULIAR FORMA DE HABLAR DE LOS AYAMONTINOS. 49. Hoy: El barui
Ya dije al tratar la expresión "hay jureles", que el jurel es a los cupleidos lo que el barui es al jurel en su connotación de frio. Y digo esto porque lo de jureles se refiere al frio en general, y claro está que todo lo general deviene en estadios concretos al fijarse la expresión en un campo de actuación determinado. Así, del frio intento nace lo de hay jureles, y una vez que hay jureles se desmenuza la expresión en otras menores, concretas, como frieza y, en el caso que hoy tratamos, el barui.
¿Qué es el barui en la peculiar forma de hablar de los ayamontinos?. Muy sencillo, el barui es ese frio concreto que nos entra por el cuello y por las cervicales, más concretamente por la nunca que nos obliga a levantarnos el cuello de la zamarra o ajustar la bufanda.
Hemos traído a este artículo una preciosa foto de la fachada de la iglesia de las Angustias, de sabor antiguo, cuando todavía existía la puerta del coro que daba al exterior antes de instalarse las cristaleras de colores, porque precisamente la calle Ainé Carbonell, especialmente en el tramo que va desde la intersección con Angustias hasta arriba del todo, por aquello de recoger los vientos del norte y de poniente, sea al bajar, sea al subir, en los días de frio el barui hace acto de presencia. Observen ustedes cuando llegue Semana Santa, si la noche es fria, como casi todo el mundo, cuando están en ese lugar esperando que se recoja la cofradía mantienen una postura de hombros levantados, como si quisieran esconder la cabeza en los mismos y los cuellos arriba del todo.
Mucho barui que sufrimos los pobres que íbamos a la Casa del Niño a tomar el desayuno gratuito. Los otros que no fueron nunca, esos no sufrieron el barui, esos desayunaban en el Bar Jerez. ¿O sí fueron?. Vaya usted a saber.
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