HISTORIAS IMPOSIBLES. 3. Pepito el de la Goleta y su memoria para la comanda
Yo no sé cuantos años lleva Pepito en la Goleta, pero no por ello hay que restarle méritos a su excelente memoria para saber lo que tiene que servir en cada momento a cada cliente sin necesidad de pedido previo. El personaliza el deseo de cada uno. Parece que se ha criado en el antiguo Bar Jerez, en el que los camareros pedían a cocina las tapas nombrando a la persona que la había pedido, o sin pedirla: una de chocos fritos para don Cipriano Carrasco, una de riñones al jerez para don Joaquin Gutiérrez.
Algo así le pasa a Pepito el de la Goleta. Ve entrar a un cliente a las 6 de la tarde y enseguida pide: café con leche con media para mantequilla para fulano. Creo que todavía está por llegar la primera vez en que alguien tiene que rectificarle.
Pero según me cuentan, hace unos días falló la cosa, y pidió cosa distinta a la que el cliente estaba acostumbrado, y no es que no tomara aquello que le pidió, sino que no era la hora adecuada. Cuando me lo contaron enseguida le encontré una explicación a tal extraordinario suceso. Y es que yo había estado unos momentos antes en la cafetería y le había hecho entrega de una composición fotográfica obra de mi más que eficiente ayudante Javi Martín-el niño del perito- en la que Pepito aparece nada menos que acompañodo del "Chopo", José Angel Iríbar, el inolvidable portero del Bilbao y de la selección española, aquella que le ganó a los rojos la final de la Eurocopa con Franco en el palco, casi ná.
Yo le había quitado la foto a ambos por separado en el Blas Infante este verano pasado y Javi ha hecho el resto. Yo creo que todavía no se lo cree, de ahí que por primera vez en su vida se equivocara en la comanda.
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