LA PECULIAR FORMA DE HABLAR DE LOS AYAMONTINOS. 36. Hoy: pegarse un barrigazo en el filo la dársena
Procure usted, amigo bloguero, que ningún ayamontino le imponga el castigo que comentamos, sobre todo en estos tiempos de frio que pela, porque ir hasta el filo de la dársena, echarse la ropa parriba y pegarse un barrigazo en las piedras que forman el filo de la doca tiene aquello que dijimos.
Ya aclaramos en otro artículo que antiguamente lo del barrigazo era en la esquina del convento, por aquella chapa metálica que la protegía y que recordaba aquel fandango alosnero:"calle Real del Alosno, con sus esquinas de acero..."
La frase en cuestión nace para frenar los ímpetus de un trolero, de un chafarmejas, de un purmunía. Anda ya y te pegas un barrigazo en el filo la dársena. Eso es lo que se merecen esos faroleros de tres cuartos que todo lo saben, todo lo arreglan, en todo son expertos, y al final, nada de nada.
Es muy propio de algunos tontos de capirucho andar por ahí tirándose faroles del tipo de "hermos acordado, hemos decidido...", cuando en realidad el tal tiene menos influencia en la hermandad que un gitano en un juzgado, por eso, cuando ha terminado con los faroles lo más lógico es que alguien le diga aquello de: vete ya paí y pégate un barrigazo en el filo la dársena.
Por cierto, que anoche, en la procesión de San Diego los hermanos mayores hicieron casi pleno. Lo que yo les diga, aunque muchos piensen que tengo mala mojarra.
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delars -