MOJARREANDO. 23. La silla de Zapatero
Estos últimos días no se ha hablado de otra cosa. Que si Zapatero va a la cumbre del G-20, que si no va. En fin, pilarín, todo un disparate. Porque, vamos a ver, si España es el octavo pais más desarrollado, que llama insistentemente a las puertas del G-7, ¿cómo es posible que se cuestione su presencia en un G-20?.
Sólo encuentro una explicación posible. El anfitrión es el pais donde manda Busch, un pais que tiene una bandera, a la que sus habitantes quieren, respetan y adoran. Y a la que Zapatero despreció en un desfile militar en la Castellana. Como aquí la nuestra las queman y no pasa nada porque tenemos unos fiscales dóciles, nos creemos que en todas partes es igual, y no es así, la bandera, en cualquier pais del mundo, excepto en España, es sagrada. Aquí los que la queman luego apoyan los Presupuestos y todos en paz.
El presidente de la República francesa ha logrado que nuestro primer ministro sea aceptado, pero de una forma tan peculiar como anómala que podemos situar en la llamada cola del león. Zapatero se sentará en una silla que deja vacía o le han dicho que la deje un colaborador del presidente francés. Es algo así como si el Ayuntamiento organizara una conferencia en la Casa Grande invitando a todos los escritores de Ayamonte y a mí no me invitaran. Entonces viene mi amigo Santana, si, si, el de IU, y me dice: mira, Trini, no te preocupes porque yo tengo dos entradas pero el Gerardo me ha dicho que no va a ir, así que te sientas tú a mi lado en la butaca de él. Está bien, pero yo en la Casa Grande no me sentiría invitado.
Queda otra cosa por saber, y es la personalidad del invitado francés que le ha dejado la silla a Zapatero. ¿Se tratará de la mismísima Carla Bruni?. Otra cosa, nuestro presidente se ha llevado una silla plegable por si el francés renunciante va a última hora y tiene que decirle: échate pa yá, dejame un laíto.
3 comentarios
ER QUEVEO -
Antonio Burgos -
jmrguezma -