LA PALABRA HERIDA: Las antiguas pesetas.
Entre las moditas que nos regalan los llamados comunicadores, verdaderos lujos para un crítico como yo que así tiene materia de qué tratar por tiempo indefinido, está esta que hoy comentados: las antiguas pesetas.
Vamos a ver, prendas mías, ¿cómo tratáis de antiguo a algo que ha existido con plena vigencia hasta hace sólo siete años?. Cuando habléis de los usos y costumbres del "homus erectus" ¿qué vais a decir?. En orden a hablar de monedas españolas bien podría decirse que son antiguos los reales de vellón, por ejemplo.
Pero en todo caso, nadie compra nada con modenas antiguas -las antiguas pesetas según vosotros- pues si se adquiere algo a cambio de monedas antiguas no estamos ante una compraventa sino ante una permuta, pues para la compraventa el Código civil habla de dinero "o signo que lo represente", como un talón, una letra de cambio, un pagaré, etc.; las monedas antiguas no representan dinero, en todo caso pueden o no tener un valor de mercado como lo tienen los bienes en general.
Cuando el marqués de Ayamonte compró o hizo su palacio en nuestra ciudad, lo hizo, no con reales de vellón antiguos (ya me aclarará el bloguero Enrique Arroyo si esa era la moneda del tiempo pero para este comentario puede valer), sino simplemente con reales de vellón, porque si hubieran sido antiguos nadie los hubiese aceptado, salvo un anticuario.
Asi es la cosa, enteraos del informe Pisa. Cuando un español adquiere un bien determinado antes de la entrada en vigor del euro, lo hace en pesetas, simple y llanamente. Por eso lo correcto es decir: mi casa tiene x años y la compré por x pesetas, no por x pesetas antiguas.
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locar -