LA PECULIAR FORMA DE HABLAR DE LOS AYAMONTINOS. Hoy: corceando
Hoy nos referimos a:
CORCEANDO
He buscado en el diccionario de la Rae por si acaso existiese esta palabra, tanto con c como con s. Con c no existe, y con s nos ofrece el infinitivo del verbo corsear: ir al corso; y de corso nos dice que se trata de una campaña que hacían por el mar los buques mercantes con patente de su gobierno para perseguir a los piratas o a las embargaciones enemigas. De ahí la frase "tiene patente de corso" para referirnos a alguien que campa en su libre albedrío amparado en protección oficial. En el régimen anterior hizo fortuna aquella maldita frase:" tú no sabes con quien estás hablando".
Bueno, vamos a lo que vamos. Los ayamontinos hemos acuñado en nuestra peculiar forma de hablar el verbo corcear como indicativo de que alguien anda siempre de arriba abajo, que sólo entra en casa a comer y a dormir, y que todo el tiempo restante, pues eso, en la calle de un lado a otro dando lo que se suele decir mucho por culo. Es cierto que a veces los grandes corceantes nos alegran la vida con su ingenio, con su buen sentido del humor y con su leal amistad, como ocurre con el señor que ilustra este artículo, que por cierto, ahora ya corcea poco según me informa Cristo, su querida esposa y amiga de mi familia y sus grandes amigos Uchi y Antonio Naní, que son sus vecinos y todos me dicen que se lleva todo el día sentado al balcón.
Eso no es bueno, amigo Manolo, El Gordo del Queveo, tienes que hacer como tu amigo el Torerito, salir a la calle, compartir tu alegría de vivir y tu ingenio con tus amigos y dejarte de tanto balcón, hazme caso. El tiempo que te queda de vida, que espero sea mucho, no quiero verte tan parado, quiero verte... corceando.
4 comentarios
El picapleitos -
Trini Flores -
Sr. Cuesta -
OJITO -