LA PECULIAR FORMA DE HABLAR DE LOS AYAMONTINOS. Hoy: ajuntando pa las Angustias
Hoy nos referimos a:
AJUNTANDO PA LAS ANGUSTIAS
Le llegó la hora al amigo Delars. Hablamos de "ajuntando pa las Angustias".
Vamos a ver: ajuntar pa las Angustias era una práctica propia del pasado, cuando el poder adquisitivo era escasísimo y sobre todo los niños íbamos guardando perras gordas y perras chicas para cuando llegaran las fiestas patronales montarnos en los cacharritos. Hasta aquí, nada de particular, al fin y al cabo era una práctica generalizada. Hoy, como afortunadamente hay dinero para todo, no hay que ajuntar, los niños y jovencitos ponen la mano y piden "la paga".
Lo de ajuntar pa las Angustias iba por otros derroteros. Se trataba de referirnos en lenguaje figurado a un momento fisiológico que viven todas las mujeres sin excepción. Llegado un momento de sus vidas, las mujeres desarrollan las gládulas mamarias, vamos, los pechos, o sea, las tetas. Pués bién, cuando a una niña ya se le notaban las primeras pretuberancias, cuando las mamas empezaban a apuntar, cariñosamente se le decía: "qué. ajuntando pa las Angustias, ¿no?". Es decir, con el cariño propio con que muchas veces decimos las cosas nos referíamos al crecimiento de las citadas glándulas. Y la niña se reía, claro.
Para mí, es de las expresiones ayamontinas más bonita, hermosa, cariñosa que podamos traer a esta página y espero haya sido a satisfacción de todos.
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Comandante -