ME LO EXPLIQUEN. Chicos y chicas
Hay muchas cosas en la vida con las nunca comulgaré, o al menos eso creo, y entre ellas las cursilerías, sobre todo las del lenguaje. Esto de los chicos y las chicas llevado a los extremos actuales es para echarse a llorar.
Pero antes de razonar mi rechazo a esta novedad de llamar chico o chica a cualquier persona, he tratado, como siempre, de documentarme. Verán, aunque nos creamos que el "Muñeco Diabólico" -el Google-lo sabe todo, no es así. Tengo pendiente de tratar de aclarar a mi amigo Ojito por qué le llaman Arrecife al barrio ayamontino que corona la montaña o meseta de San Antonio-Buenavista; pués bien, el "Muñeco Diabólico" sólo nos habla de los arrecifes marinos y de algún tipo de isla, y sin embargo el diccionario Iter Sopena, de niños de EGB nos habla de una roca o un peñasco grande.
Con lo de chicos y chicas pasa lo mismo. El "Muñeco Diabólico" se dedica a los contactos de tipo amoroso o sexual, a los biberones y chupos -marca "chicco"- y a algún pueblo con ese nombre, pero nada dice sobre la edad de las personas a las que podemos citar como chicas y chicos. El Iter Sopena, el de los niños de EGB sí, y nos dice, chico:pequeño, niño o muchacho; naturalmente el femenino viene dado, no hace falta aclararlo.
Pero he aquí que la moda cursi se impone y hoy han desaparecido del lenguaje televisivo, radiofónico e incluso en prensa y en tertulias de avance, expresiones como muchacho, muchacha, joven y jóvena -en versión de la ministramiembra-, etc. Ahora todos son chicos o chicas. Esta mañana precisamente acabo de ver un reportaje televisivo referido a unos señores que se plantan en las estaciones y aeropuertos y sin pedir permiso se ponen directamente a descargar o cargar las maletas de los pasajeros para buscarse un jornal. El taxista entrevistado decía: el que carga las maletas es el chico, las chica se queda a lo lejos por si viene la policía. Las cámaras nos muestran al chico y a la chica y los dos sobrepasan con creces los cincuenta años.
El día que María Teresa Campos se eche otro novio -que no creo que tarde mucho- ya estoy oyendo a los periodistas del corazón decir: Maria Teresa Campos ha sido vista con su nuevo chico, se trata de un ingeniero colombiano algo mayor que ella.
Me lo expliquen.
1 comentario
Raúl Vela Aguilera -
Gracias. Un saludo.
LENGUAJE POLITICAMENTE INCORRECTE
"Un arquitecto-a elegido..." Así comienza uno de los epígrafes de las bases de los premios del COAH. Sin menospreciar al género femenino, siempre me ha parecido muy patética la discusión sobre duplicar las palabras distinguiendo géneros (cuando el plural del masculino siempre ha incluido los dos, cosa que no ocurre con el plural del femenino) y también ese afán de que todas las terminaciones femeninas tengan que terminar en "a"; sinceramente, creo que la lucha del feminismo ha perdido el rumbo si esas son las preocupaciones de las mujeres.
Tenía en mente la preciosa perla que nos ha dejado la ministra de igualdad: los miembros y las miembras, pero he llegado a escuchar una mucho mejor del presidente del gobierno: ... lo que diga una detectiva..., jajaja.
Retomando, con independencia de que me parece de un clasismo elitista vulgar lo de duplicar las palabras, lo que no se puede es consentir las discordancias de género "Un arquitecta elegido..." así se leería por parte de quienes prefieren la segunda opción en arquitecto-a. Claro, que la otra opción políticamente correcta duplicando alternativas tampoco me parece mejor: los/las alumnos/as que prefieran ser arquitectos/as (tanta alternativa me está volviendo loco).
Extracto del DRAE. Arquitecto.(Del lat. architectus, y este del gr. ἀρχιτέκτων).1. m. y f. Persona que profesa o ejerce la arquitectura.¶MORF. U. t. la forma en m. para designar el f. Laura es arquitecto.
Si la titulación de arquitecto incluye ambos géneros, no sé cual es el afán. Quienes amamos el ajedrez nunca hemos tenido problemas en ser ajedrecistas, no sé si Pedro Duque prefiere ser astronautO (intuyo que no) y no creo que ningún periodista varón prefiera ser periodistO. Las asistentes nunca han querido ser asistentas, en cambio las mujeres presidente si quieren ser presidentas, ¿y las gerentes? ¿gerentas? Y las mujeres ingeniero ¿ingenieras? Creo que nos estamos equivocando de lucha y lo que conseguimos es una sociedad "embobecida".
Expresémonos con naturalidad, por favor, seguro que así todo será más espontáneo y se cometerán menos erratas.
Un saludo al gremio (y a la gremia, también, no os enfadéis, jajaja).