FIESTA DE INTERÉS TURÍSTICO NACIONAL DE ANDALUCÍA (ANTIGUAMENTE SEMANA SANTA). El Pregón.

Los ayamontinos nunca hemos sido "nacionalistas", ni "chuvinistas"; muy ayamontinos sí, hasta la médula: ayamontino, pazguato y fino.
Por eso, cuando mi joven y querido amigo (amistad heredada de sus padres y de sus suegros), Nico Reyes, subió a las tablas del Cardenio para pronunciar el Pregón de nuestra Semana Santa, todos admitimos que sin ninguna duda, el "Niño de Eritaña" podía presumir de ayamontinismo esencial, en carne, hueso y alma.
No me sorprendió Nico con su pregón. Y digo esto porque dada su educación cristiana, parroquial, catequista y cofrade, al final brotaría de sus labios un pregón, no sólo cofrade, sino además, muy cristiano y muy litúrgico.
Cada punto que tocaba traslucía un sentimiento cofrade arraigado desde niño, pero revestido por un mensaje evangélico, que es lo que Nicolás y Adela, sus padres, le insuflaron.
No olvidó que su hermandad es, además de penitencia, sacramental. Y así, los aires de un Corpus no muy lejano también rolaron por el Cardenio.
En definitiva, Nico se mostró maduro, lejos de aquel jovenzuelo nervioso e inseguro que se nos mostró cuando el pregón de la hermandad. Es lógico: la madurez la dan los años, el trabajo, la dedicación, la vocación, la entrega desinteresada. Y eso, todo eso, es bandera que Nico puede ondear orgulloso.
Enhorabuena, Nico, que extiendo a Nicolás, Adela, Jacinto, Angustias, por supuesto a tu guapísima esposa, y cómo no, a la muy querida abuela Tomasa.
Para terminar, un puntito de Mojarrafina: el almuerzo tuvo que ser de lujo porque tu cuñado Pachi estaba en el Solá desabrochándose todo, el hombre venía hasta los topes.