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Mojarra Fina: El Blog de la Mojarra Fina Ayamontina

MOJARREANDO. El Economato San Vicente de Paul.

MOJARREANDO. El Economato San Vicente de Paul.

La azarosa vida de Vicente de Paul encuentra a comienzos de 1617 un punto de inflexión que le hará cambiar para siempre su estrategia evangelizadora y asistencial. Vicente de Paul procedía de una familia humilde y su vida fue siempre en busca de alcanzar metas, incluso renunció a un cargo, creo que de párroco, a fin de continuar sus estudios pues pretendía ser obispo. La vida de los más pobres, de los enfermos más desasistidos fue, empero su norte, su empeño. Fundó la Congregación de la Misión y el instituto de las Hijas de la Caridad: la evangelización y el carácter asistencial de su obra quedaban así garantizados.

Pero, como decía al principio, fue a comienzos de 1617 cuando asistiendo a un enfermo moribundo en Gannes descubrió lo que en adelante seria el sine cuanom de su obra: la ternura, la ternura de Dios. Aquel enfermo tenía fama de ser hombre de bien, pero padecía una extrema soledad moral, padecía la noche, el frio y la imposibilidad de hablar con Dios; cerca de la muerte nunca había encontrado una mirada sacerdotal lo bastante dulce y lo bastante humana para poder salirse de sí mismo y atreverse a creer en la ternura de Dios. He ahí la auténtica vocación de Vicente de Paul: la ternura que procede de Dios.

En nuestra ciudad ha nacido una nueva obra asistencial bajo los auspicios de San Vicente de Paul: un economato social. Andan embarcados en semejante singladura, la Parroquia, el Ayuntamiento, la hermandad patronal y todas las hermandades. Ahora viene lo verdaderamente importante, que no es, aunque lo parezca, la cuestión económica. Esta se resolverá, seguro, mediante la generosidad de los ayamontinos. Lo verdaderamente importante es esa labor asistencial que pretende paliar el sufrimiento de unas familias que no tienen para atender las necesidades más perentorias. Y esa labor caritativa no lo será en plenitud si no está presidida por esa mentalidad de San Vicente, que no se conforma con facilitar a unos pobres comida, y que nos invita a ponernos al lado de esos pobres, mirarlos a los ojos, sentir cómo nuestro cuerpo de estremece ante su situación. Y que vean en los que les asisten no solamente generosidad, efectividad, asistencia material, sino eso que en San Vicente supuso el gran punto de inflexión de su vida: la ternura, la ternura de Dios.

Espero y deseo que el recien creado economato sea un éxito, y desde este modesto blog invito a todos los ayamontinos a colaborar con eficiencia, con solidaridad, con entrega...con ternura.

7 comentarios

celos -

Visca, a ese que tú crees insultar de la soledad, no le llegas ni para tenderle los calzoncillos.

Calle Los Granaitos -

El domingo empieza otra vez el jaleo, ganaran los que ponen al lado de la matricula de los coches una foto gravada del burro catalán, uy si esto lo supiera la Pichilica.

Saludos

Paracuellos del Jarama -

Cosas verederes, Visca el.... ni lo nombro por el odio que le tengo a todo lo catalán.

Visca el Barça!!! -

Como se la ha colgado a la chepa del Perito el Ropa Tendia de la Soledad

Ayaba -

Aunque yo era muy pequeñín este articulo me recuerda a “Los jóvenes de la Medalla Milagrosa”. Yo desde la distancia no tengo derecho a opinar, pero me permito decir que cada uno lo haga según pueda y según sienta la ternura de Dios, y no fijarse si este o aquel hacen más o hace menos.

Saludos

Predicar con el ejemplo -

Ahora es cuando hay que demostrar la solidaridad y las ganas de ayudar.

Alea iacta est, -

Pues eso, la suerte está echada, ahora nos corresponde a todos echar el resto, empezando por los paules, que bajen un poco su nivel de vida.