MOJARREANDO. Una de sucedáneos.
José María Pemán fue un escritor y pensador del pasado siglo. Posiblemente, el único o de los poquitos intelectuales que osaban poner en entredicho una determinada actuación del Régimen. Dicen que era amigo de Franco, y eso le otorgaba una especie de patente de corso en la libertad de expresión, aunque limitadita, no vayan a creer. Una de las ocurrencias del autor de “El condenado por desconfiado”, que era la obra preferida de los profesores de religión de la época, fue la de bautizar las entidades donde iban a parar los ministros y altos cargos del Gobierno una vez que Franco les había enviado con el famoso motorista la carta de destitución y agradecimiento de servicios como “sucedáneos del Gobierno”, y relataba un verbigracia ilustrativo: Telefónica, Campsa, Renfe...
¿Pensaban ustedes que estos modos y maneras propios de las dictaduras quedarían desterrados con la llegada de la democracia?. Pues si es así se equivocan de cabo a rabo. Hoy siguen existiendo los sucedáneos. Para que nadie se ofenda pongamos como ejemplo el que mejor conocemos: nuestro paisano Isaias Pérez Saldaña, antiguo y fiel consejero de Chaves, pasó a ser presidente de una cosa que se llama Cartuja 93 y que ni Dios sabe lo que es.
Otras veces, los viejos políticos arriban a las instituciones públicas desde foros privados ofreciendo el oro y el moro que cuando ejercían sus mandatos por lo visto ni habían ido al moro ni habían visto el oro.
Es el caso del exconsejero de la Junta Jaime Montaner, que al cabo de los años arriba a esta bendita tierra llamada Ayamonte, tan generosa en tragarse lo que le echen, sobre todo si viene de fuera. Me explico: yo, como casi todos los ayamontinos, paso mucho por la zona de la dársena. Al estilo del maestro Antonio Burgos, propongo un concurso. Se regala una ración de pescaíto frito en la feria del idem a quien nos muestre imágenes acreditativas del navegar, de la actividad naútica de los muchísimos barcos deportivos anclados en nuestra rada, porque la verdad es que yo siempre veo los mismos y muy quietecitos. Fotos tengo del entorno de muchos días y a todas horas.
¿Quien se beneficia de esa ocupación que ha desterrado a los pocos barcos de pesca que nos quedan?. ¿Qué beneficio supone para Ayamonte tener la dársena “pesquera”, que es su tradicional denominación, ocupada por cientos de barcos de recreo?. ¿Tantos señoritos quedan en estos tiempos de crisis que necesiten un macroproyecto como el que propone el señor Montaner?. Ya vislumbro cómo tiemblan en Puerto Banús, o en toda la costa española al pensar que el macroproyecto de Montaner va a acabar con esos puertos deportivos para recreo y gozo de la alta morería y del seudoseñorío de tinte feudal que aun pervive en España.
Ayamonte es ciudad pesquera por antonomasia, y nunca supo resolver problemas de esta índole que hace muchísimos años resolvieron nuestros vecinos portugueses. Ellos construyeron una dársena “al derecho”, es decir, mirando hacia el mar; a nosotros nos la hicieron unos brillántisimos ingenieros mirando hacia el nacimiento del río, para recoger de paso toda la basura que arrastran los rios en su bajamar, sobre todo en tiempos de inviernos tormentosos. Y no digamos nada de la barra, de su dragado. Los portugueses construyeron un espigón que facilita la entrada de sus barcos al tener la barra mejor calado, la nuestra siempre demandó unos buenos dragados que nunca o casi nunca llegaron. Ahora se nos ofrece, desde un sucedáneo de consejería, un macroproyecto -el mayor puerto deportivo del mundo mundial- pensado en los más poderosos económicamente, a cambio de especular con la creación de unos puestos de trabajos que como ocurre con la dársena, se reducirán a un par de currantes encargados de tener a punto –no se sabe para qué- los barcos de unas personas que viven en Extremadura, Castilla, Madrid...y que arriban a Ayamonte unos días al año, a lo mucho, a darse una vueltecita en sus barcos deportivos. Los nuevos criados, que en vez de cuidar caballerizas cuidan yates y barquitos de recreo. Por lo visto eso es crear puestos de trabajo. Como diría la ilustrada Belén Esteban: me parece "nefastamente" patético.
Los ayamontinos tenemos demasiado fresco el fiasco de Costa Esury, que sí, creó puestos de trabajo, casi los mismos que ahora forman parte de la nómina del paro y dejó todo medio abandonado si nó abandonado del todo. También en ese macroproyecto había visos de crear una nueva y gran ciudad a orillas del Guadiana; como el de la “Nueva Venecia” en que iban a transformar el depauperado campo de Canela. Y pare usted de contar.
Siento tener que escribir esto porque veo muy ilusionado a mi joven amigo Antonio Rodríguez Castillo, nuestro alcalde. Y la verdad es que no deseo otra cosa que tener un día que rectificar lo aquí escrito, pero mucho me temo que, atendiendo a la ley de Murphy, la llave siempre te coge en el bolsillo contrario de la mano que tienes libre. Lo siento, Antonio, pero Ayamonte necesita otros proyectos más a corto plazo, más realistas. Así es como lo siento.
Como por ejemplo, lo del Centro Comercial Abierto, que por cierto, cuando quieras os invito a café a ti y a mi querido amigo Emilio Borrego para que me expliquéis lo de “abierto” referido al centro comercial. Y es que yo nunca lo vi cerrado. No había barreras a la entrada de las calles, como mucho el famoso hierro de Cortada en la calle Cervantes, que no sé por qué lo quitaron. Será que me estoy haciendo viejo y empiezo a no recordar nada del pasado. O que esta puñetera mojarra no me da tregua.
14 comentarios
Ayaba -
Casi todo lo que arrastraba el río sobre todo fango iba para el estero donde se iba acumulando, se intento conseguir que lo dragaran como una vez que ya conté un día en que las autoridades habían conseguido que viniera a verlo un ministro, el día y a la hora estando la marea baja para que el ministro lo viera bien, estábamos en la Avenida todos los del pueblo que pudieron en primera fila los niños con banderitas, paso una hora, pasaron dos horas, tres, los niños estaban cansados de esperar y la marea había crecido, llego el señor Ministro y el estero estaba en su esplendor a rebosar, ósea que una vez más paso Mister Marshall.
Los barcos de arrastre si el tiempo lo permitía echaban turnos de 3, 4 o 5 días en la mar, entonces cada día cada barco llamaba a Radio Pesquera de Ayamonte decían El Otero trabajando sin novedad, El Arrogante trabajando sin novedad, El Rafaelito trabajando sin novedad, El Arie Trabajando sin novedad El Omeco trabajando sin novedad y los familiares que escuchábamos la radio quedábamos tranquilos. Si alguno regresaba decían la hora de llegada que era en pleamar porque la barra estaba muy mal y si no era con la marea llena un barco no podía entrar. Que poca vergüenza y que poco de todo nunca se drago. Si de pronto se levantaba un temporal los barcos que estaban en la costa como la barra no la arreglaban nunca y si la marea estaba vacía tenían que refugiarse en los puertos portugueses o de África como Tánger. Varios juguetes tuve de Tánger pero no borraban la preocupación y la pena que pasaba hasta que no se oía decir a Rafael El Cofra Los barcos están bien en los puertos de Portugal, en Ceuta y Tánger. Vuelvo a repetir que vergüenza nunca hicieron nada, por la Barra de un pueblo marinero quienes podían desde sus cargos intentarlos, aquellos llamados alta sociedad Don fulano, Don Zutano, dormían calentitos con la conciencia tranquila y con reclinatorios.
Paseo por el muelle oigo pasos de escribientes que van a las oficinas muy arregladitos como de domingo, oigo ruidos y voces de mucho trajin que van y viene, barcos que atracan al costado de los que ya están, otros salen a hacer el turno, los poseros cuidan los barcos. Personas alijando, personas que empujan carros unos llevan cajas de pescado a la lota, otros canastas de sardinas a las fabricas, unos terceros llevan nieves preparando otra salida otro turno, y unos cuartos llevando atunes al Consorcios. Me despierto, oigo ruidos de coches, veo supermercados.
Saludos
Ayaba -
Una noche por la Angustia había un hombre con un tablero en medio un agujero el se ponía detrás y ponía la cabeza, el jugador o cliente tenia que darle un chu a un balón que estaba atado a una cuerda si metía el balón en el agujero que estaba la cara del hombre ganaba premio, llego el Berro y dijo para tirar, se colocan los dos tirador y portero, el Berro que le va a dar fuerte y en el ultimo segundo tira flojito no llego ni al tablero. El Berro estuvo jugando 3 o 4 temporadas.
Al que le pusieron el mote de El Escopeta es que eran idéntico al de Ayamonte.
Saludos
EL GUARDIAN DEL REGISTRO -
Ayaba -
Te acuerdas una temporada al principio de los sesenta el Ayamonte C. F. hizo su primer entreno y presentación de los jugadores, salen estos al campo y todos los socios y aficionados que estábamos allí a una sola voz y en grito exclamaron EL ESCOPETA, había un jugador forastero clavaito al escopeta de Ayamonte, le pusieron el mote al hombre también y ellos dos se hicieron amigos.
Saludos
F. Pargana -
Rumardo III -
Por cierto, ¿jugaba también en esa estupenda pandilla el famoso Pepe el Mahoma?.
Rumardo III -
marujin.com -
F. Pargana -
El Bardita -
Saludos
Ayaba -
Saludos
F. Pargana -
De momento en una cosa le doy toda la razón, si no fuera las puñeteras mojarras, no se descubriría tanta calva tapadita con peluca.
Ahora me voy aver el Benfica, que juega con los turcos... siiiiii ya se que teneis tele, pero a lo mejor no lo televisan ahí !jolín!
El Torrija -
Hay un bloguero que de vez en cuando escribe comentarios desde hace tiempo con su manera peculiar de expresarse y escribir, más con la voluntad que la buena letra, que cuando lo ha visto propicio según el tema ha ido desgranando comentarios de cómo veía los problemas de la barra Muchas veces las sufrió en la esquina del muelle mirando si entraban los barcos- el estero lo que fue sus problemas y lo que es ahora y el muelle.
Seria mucha faena, si se diera por enterado buscarlos y hacer un resumen, son muchos artículos para mirarlos uno por uno.
Saludos
Rumardo III -
Seguramente habría más, pero espero se acuerde el Ayaba o el Fa, que hace tiempo que no dice nada.