AYAMONTE EN EL RECUERDO. 86: LA CAPILLA DE SAN ROQUE.
Antes de que en nuestra ciudad se construyera el cementerio municipal, sólo existía en el lugar un cabezo. En dicho cabezo fue erigida una capilla, la capilla de San Roque aludiendo al referido lugar, cabezo de San Roque.
En dicha capilla existía y existe un crucificado, el Cristo del Buen Viaje, que perteneció a la hostería y huerta del Cristo, regentada y asistida entonces por los franciscanos del convento de San Francisco de Ayamonte.
Como hemos dicho, en el entorno de la capilla de San Roque se construyó el cementerio municipal y a partir de entonces el nombre de San Roque fue desapareciendo del decir de los ayamontinos, que vendrían en llamar a dicha capilla como la del Cementerio.
Era una capilla recoleta, pequeñita y con un lógico halo de tristeza. Pero llegaron los “años brillantes” del urbanismo ayamontino aprovechando los ingentes ingresos que procedían de la Unión Europea y el boom urbanístico, y la preciosa y antigua capilla fue desmantelada, construyéndose en su lugar una especie de nave para dar acogida a los funerales a los difuntos procedentes del nuevo tanatorio. Nada quedó de la capilla, salvo el Cristo, que por cierto, me gustaría que algún entendido me explicara por qué los restauradores de imágenes ahora nos las devuelven blanquecinas, parecen como si las lavasen con el antiguo trisodín.
Como decía, quedó la capilla desmantelada, incluido el bello retablo, que fue sustituido por cortinas. Menos mal que no se derribó la sencilla espadaña, aunque ya nadie toque las campanas.
Por cierto, en el blog seguimos sin saber a dónde fue a parar el citado retablo, aunque ya en su día lo denunciamos y demandamos noticia. Esperemos saber algo en algún momento.
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