LA PECULIAR FORMA DE HABLAR DE LOS AYAMONTINOS. 64. Hoy: A coca
Era costumbre muy antigua en España, al menos en nuestra Andalucía, que al salir de la iglesia la comitiva de un bautizo, el padrino lanzara al aire monedas de poco valor, céntimos, y caramelos, en beneficio de la chiquillería. Los niños se lanzaban desaforados a coger el regalo del padrino.
A esa forma de repartir cosas, es decir, lanzándolas al aire y después caún caún la peculiar forma de hablar de los ayamontinos vino en denominar con la expresión de “a coca”.
Aparte de lo de los bautizos y posiblemente a raíz de esa costumbre, los niños ayamontinos crearon un juego bastante bruto, yo diría que demasiado bruto, cual era el juego del “a jalapelo”. Consistía en lo siguiente: uno de los niños tiraba a coca, por ejemplo, un mantecado, en todo caso debería ser cosa consumible. El que lograba cogerlo tenía que consumirlo rápidamente pues mientras el producto estuviese en su poder sin terminar de comérselo los demás podían jalarle los pelos hasta que, claro está, soltaba la cosa en cuestión. O bien tenía la posibilidad, si era rápido, de correr mucho más que los demás y alejarse lo suficiente para comerse la golosina a lo lejos con tranquilidad.
Yo creo que si tirásemos hoy a coca varas de procesiones semanasanteras con la obligación de soltarlas en el Paseo o aguantar el jalapelo durante el recorrido por Tribuna, así y todo, habría muchos que aguantarían estoicamente el martirio. Y es que la Pasarela Ribera es mucha pasarela.
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jesus -