AYAMONTE EN EL RECUERDO. 51. La Misión
A principios de 1960 corrió por Ayamonte una noticia insólita, curiosa, asombrosa: iban a venir unos misioneros, nos iban a dar una misión. A nosotros, los ayamontinos nos iban a dar una misión, a nosotros, católicos hasta la médula, que podíamos presumir de un amplísimo elenco religioso: Padre Jesús, la Virgen de las Angustias, la Virgen del Carmen, Pasión, el queridísimo Señor "sintripas"; cursillistas de cristiandad, Corpus de jundia y romero con la custodia bajo palio y la esparanza de que un día nos visitara el "Enviado" que vivía en El Pardo para sacarlo igual que al Santísimo; iglesias parroquiales, ermitas, templos, dos comunidades de monjas, una casa para dar de comer a los niños pobres; señores de comunión diaria, aunque luego tuviesen muertos de hambre a sus jornaleros; curas llevando la comunión a los enfermos antes que decidieran que lo hiciera mi buena amiga Aurelia, o dando la comunión en las misas antes que decidieran que la diera mi también amigo Neneique; que teníamos también un patrón, algo olvidado, es decir, anterior a Joaquín Casiñas; y un monje beato al que le ganó la carrera hasta la santidad un tal Sanjosemaría; el Señor de la Guadaña, la Cruz del Calvario, la Virgen del Carmen procesionando por el río, Colijo pidiendo los votitos de Padre Jesús, los huevos de Padre Jesús, aquellos de color morado por la anilina que se le echaba al agua de cocción; entierros de uno, dos o tres curas, según el difunto. En fin, pilarín.
Y a nosotros, precisamente a nosotros, nos iban a dar una misión, como si fuésemos negritos de Africa o chinitos del Japón -¿recuerdan aquello de chinito japón te pican los mosquitos?, pues eso-, pero nos la dieron, y el resultado fue sencillamente apoteósico, memorial, inolvidable. Claro, es que los Paules de aquel tiempo fueron muy listos, por lo demás, virtud propia de los curas de todos los tiempos.
A ellos eso de las procesiones, sobre todo las de Semana Santa, les sonaba a idolatría, de modo que Padre Jesús y compañía eran sencillamente "santos de palos". ¿Sí?. Pues ala, los santos de palos a la calle, verán como se pone el ambiente. Y el ambiente se puso como se tenía que poner, embuti. ¿Que no vamos nunca por el Arrecife?, pues ahora les vamos a construir una iglesia de madera; ¿que no vamos nunca por el Banderín?, pues les habilitamos el garaje de Damas como templo. ¿Que el Rosario de la Aurora es muy temprano y la gente no va a madrugar?. Nada, llevamos de templo en templo a la Patrona y problema solucionado.
Y funcionó la cosa, vaya que si funcionó. Yo diría que desde el punto de vista religioso los ayamontinos podemos hablar del antes y del después de la Misión; ni siquiera el Vaticano II marcó tanto la religiosidad en Ayamonte.
La foto que ilustrará este artículo lo dice todo. Muchos paisanos en ella ya desaparecidos y los jóvenes de primer plano que ya somos abuelos. Podemos decir que los tres acontecimientos más multitudinarios de la historia reciente de Ayamonte fueron: la primera venida de la Virgen de Fátima, el entierro de don Antonio Massoni, y la Misión.
9 comentarios
Puerta de España -
Paquito -
Banderín -
A mi me tocó vivirla en el garaje de Damas como era natural.
Tini Flores -
calixto -
Trini Flores -
Artengo -
Calle Silencio -
Buscarruídos -