ANECDOTARIO AYAMONTINO. 26. El accidentado viaje de Trini Flores cuando dio el pregón del carnaval
Ocurrió en el emblemático año 1.992, el de la Expo, la Olimpiada y sobre todo para los ayamontinos, el de la Coronación de la Virgen de las Angustias.
La comisión del Carnaval de Ayamonte me pidió pronunciase el pregón, que al parecer era el primero. Como lo hizo mi buen amigo Antonio Gómez Espina, que entonces andaba en esos berengenales y en el Ayuntamiento gobernando buenos amigos como Isaias Pérez Saldaña, Nicolás Jesús Rodríguez y Rafael González González, acepté gustosamente, pero puse una condición. Como mi coche estaba muy viejo, pedí me trajeran y llevaran, cosa simple, pero que luego se complicó sobremanera y dio lugar a la anécdota que cuento.
Me fue a recoger el inefable Rafael "el Catarro", entonces concejal. Todo fue estupendamente, un coche cómodo y una muy buena conducción; pero al llegar al final de la carretera de La Ribera, al incorporarnos a la nacional Huelva-Ayamonte, el coche se averió, fue una avería eléctrica. Rafael llamó enseguida a Nicolás, que vino presto a recogernos en su coche y llegamos a Ayamonte sin más novedad.
Para el regreso pusieron a mi disposición el coche particular de Juanito, al que yo siempre recuedo como el hijo de Juan el de las contribuciones, entonces policía local. Pues bien, aunque ustedes no lo crean, casi en el mismo punto, llegando a la venta Gonzalo, el coche de Juan se averió, exactamente con la misma avería eléctrica del de Rafael.
Para solucionar la situación el Ayuntamiento no tuvo más remedio que disponer de un coche oficial, y no se les ocurrió otra cosa que elegir uno de la Policía Local, así que aqui me tienen al bueno del Muniz presentándose en la Ribera a recogernos y llevarnos a San Juan de Aznalfarache. Hicimos bien el viaje.
Esto ocurrió ya con el carnaval encima y los excelentes letristas, cuando se enteraron, ya era tarde para quitar alguna letra, pues de lo contrario lo habrían hecho con todo lujo de detalles.
1 comentario
F. Pargana -
Isaias Pérez Saldaña, ese Sr. fue mi maestro de clases particulares cuando yo tenia diez años. Gracias es que no me acordaba del nombre, apenas el Saldaña me venia ala memória