AYAMONTINOS DE PRO. Santiago Puga Rodríguez (el Santi): para un roto y para un descosido
Santi y yo somos amigos desde aquella triste mañana en que tomó posesión como maestro de la escuela de Los Marinos el llamado don José "el Bigotero". Y digo triste porque, aparte de pegar a los alumnos, el tal Bigotero se ensañaba poniéndonos motes a todos. Pero allí, en aquella pobre escuela, la más pobre y desatendida del pueblo, nacieron y se consolidaron buenísimas amistades: la del mismo Santi, Espina, Antonio Boza, entre otros muchos.
A mi me gustaba ir a casa del Santi por dos razones fundamentales: una, para jugar con una excelente colección de soldaditos de plomo que él tenía; y otra, para verle bajar las escaleras a una velocidad endiablada, nunca se cayó ni siquiera dió un traspiés.
A Santi le viene al dedo el refrán de que "sirve lo mismo para un roto que para un descosido", pero yo añadiría otro más: "es como el sastre del Campillo, que pone la echura y también el hilo". Porque Santi es de esos ayamontinos de pro que cuando se entrega a alguna misión lo hace con cuerpo y alma (yo creo que el paso del Santo Entiero de San Franciso no quedó en un momento determinado guardado en el almacén por su constancia).
Santi es un icono del ayamontinismo, pocas cosas más se puede decir de él, ya nuestro común amigo Rafael Pérez Castillo publicó una bella semblanza de su persona en la desaparecida Gaceta de Ayamonte. La buena noticia es que con él pasa lo mismo que con otro ayamontino de pro, José Manuel Martín Frigolet: ambos dejan sagas que han recogido el testigo con el mismo entusiasmo que ellos.
No te quiero verte retirado, amigo Santi, que todos necesitamos de tu valiosa aportación en todo aquello que tocas.
2 comentarios
Juan José Santana hernandez -
José María Mayo -
Santi, hijo, tú: "lagarto, lagarto" y "toca jierro"...
Saludos.