SEMANA SANTA. TIEMPO ORDINARIO: LO QUE NOS ESPERA SEGÚN EL "ZARAGOZANO"
Cuando aun era una barriada de Zaragoza, nació en Villamayor de Gállego un personaje cuya obra vendría a acompañarnos hasta nuestros días: don Mariano Castillo y Ocsiero. Sucedió el día 2 de agosto de 1821 –no sé por qué tantos hombres ilustres nacen en agosto-, y en 1840 publicó el almanaque “El Firmamento”, más conocido por “Calendario Zaragozano”. Este ilustre personaje fue astrólogo y meteorólogo, oráculo, guía y consuelo de millones de campesinos.
Gracias a su obra, con todas las reservas del mundo, podemos conocer el tiempo y la atmósfera, y en estos momentos, cuando el cartel de Semana Santa prepara ya su estéril viaje a Fitur, de ahí que se presente casi al tiempo del de la “semana santa laica”, es menester tratar de saber qué nos espera durante los fastos semanasanteros.
Según el “Zaragozano”, el mes de marzo –la Semana Santa comienza el día 28-, estará presidido por temporal revuelto con vientos desapacibles y lluvioso en su primera quincena; en la segunda, tomará el temporal carácter tempestuoso con algunas tronadas, las nubes descargarán abundantes aguaceros, reinando vientos duros del SO.
Con este panorama, sólo cabe otro viaje estéril, el del rezo capillita. Por ello, me permito orientar a los capillitas de marzo, Domingo de Ramos, Lunes y Martes santo, acerca del santoral de cada día para esos rezos, siempre según el popular calendario. Domingo de ramos: Santa Gundelina, santos Cástor, Alejandro, Doroteo, mrs; y Juana María, beata. Lunes Santo: Santos Jonás, Cirilo, Segundo, mr; beato san Raimundo Lulio, y san Eustaquio. Y Martes Santo: Nuestra Señora de la Estrella, san Juan Climaco, abad; santos Quirino, Víctor y Domnini, mrs.
Por último, quiero advertir a mis amigos de la Lanzada, que san Juan Climaco no tiene nada que ver con el clima. Así que mejor que se dirijan a san Domnini.
Dentro de unos días continuaremos con el resto de los días, pero y les adelanto que no será nada halagüeña la cosa.
De todas formas, que nadie se desanime, porque, como decía el humorista Gila: lloverá o no lloverá, eso depende del tiempo.