LA PECULIAR FORMA DE HABLAR DE LOS AYAMONTINOS. 32. Hoy: guasnío
Habíamos quedado en que tres eran los estados del cansancio general: escarfao, que viene a ser un poco más que cansao; esbochao, que es más que escarfao, y guasnío que es el colmo.
Del estado de escarfao se puede salir facilmente, basta con un poco de descanso, en su caso tomar una cervecita fresca con una tapa en condiciones, desperezarse un poco y a volver a empezar, con menos fuerza pero listos para reanudar la tarea; del estado de esbochao ya es más difícil salir a corto plazo, ese estado nos pide ya una buena ducha y un yantar que vaya más allá que el simple tapeo; pero, ¿cómo salimos del estado de guasnío?.
Tengamos en cuenta que el que está guasnío es como una pila descargada, que hay que volverla a cargar y del todo para que vuelva a funcionar, no es fácil porque hemos agotado todas nuestras fuerzas incluso abusando de ellas. El estado de guasnío es de una dejadez total, desmadejao que se encuentra uno, sin ganas de nada, incluso de dormir, sólo se apetece estar quietos, estiraos si es posible y respirando suavemente. Como diría un castizo, estar guasnío es estar hecho un trapo. Estoy hecha un trapo hija mía, no tengo ganas más que de esta acostá, diría una señora con cinco hijos y un marido que ayuda poco o nada, al final del día, después de haber puesto y tendido cinco lavadoras.
Pero no es algo definitivo, del estado de guasnío se vuelve, despacito pero se vuelve.
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DIEGO -
ojito -
Calixto -
Jose Manuel -