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Mojarra Fina: El Blog de la Mojarra Fina Ayamontina

TONTOS DE CAPIRUCHO. Cuaresma avanti claro. El pOgrama. 22: Penitentes para el Resucitado.

TONTOS DE CAPIRUCHO. Cuaresma avanti claro. El pOgrama. 22: Penitentes para el Resucitado.

 

Por fin la hermandad del Resucitado se ha salido con la suya, que no era otra que salir con cortejo de penitentes…como en Sevilla.

Hasta ahora, la hermandad del Resucitado había sido para los ayamontinos como un Domingo de Ramos renovado, del Triunfo a la Resurrección de Cristo, túnicas blancas de gloria, rostros al aire que no hay nada que ocultar, alegría en suma. Así lo hemos cantado los sucesivos pregoneros de nuestra  Semana Santa.

Pero resulta que este año la citada hermandad va a salir con penitentes, y el Obispado que acertadamente –a pesar de que el Arzobispado de Sevilla pensara lo contrario- decidió que al tratarse de una estación de gloria no era propio que el cortejo fuera encapuchado, da su brazo a torcer, ignoro por qué espúreas razones y he aquí que en nuestra Semana Santa se produce una vez más el mimetismo hispalense: como en Sevilla.

Bueno, pues adelante con los faroles, o como decía mi primo Manolo el Cepa: cieomová eva bien, y añadía aquello de “gorrión morusco”.

Yo me hago dos preguntas, que espero me contesten mis blogueros porque de las hermandades respectivas poco puedo esperar, y son éstas: una, ¿para cuándo van a dejar la novedad de meter costaleros a Padre Jesús, como al Gran Poder?, eso sí, sin música, como en Sevilla; y otra: si la hermandad del Resucitado, cuando sale a la calle es una cofradía de gloria, ¿dónde está la penitencia para que lleve penitentes?.

Y así se nos va la Cuaresma sin ver por parte alguna el cartel de la Tertulia Cofrade Esquina La Peña.

 

10 comentarios

José María Mayo -

El anónimo soy yo mismamente en en mi misma mismidad... es que se me pasó por alto firmar. Lo siento.

Efectivamente, querido Trini, mi corazón arde de gozo como el de Santa Teresa al comprobar como mi argumentación no ha sido suficiente para hacerte bajar del burro y por ello agradezco al Cielo que no me niegue el disfrute del enriquecimiento que ofrece la discrepancia; no esperaba menos de tí. Pero es que en este caso no se trata de lo que digan en el Vaticano sino que lo dicen los propios Evangelios; lo que pasa es que los padres conciliares tuvieron la feliz idea de leerse una mijita la Biblia y se encontraron con que allí lo decía todo bien clarito.

A lo mejor lo que tendríamos que hacer es poner en solfa al criterio del mismo Cristo por elegir el Domingo de Resurrección para instituir el dichoso sacramento.

Ahora que todo es cuestionado y cuestionable y que todo es criticado y criticable, me parece que ni el mismo Jesús va a estar a salvo del implacable dedo inquisidor de los foros y los blogs de internet.

¡Es que para ser Dios (uno y trino) hay que ver los pifiazos que metió el nazareno este!... con lo fácil que le hubiera sido instituir este sacramento el Jueves Santo, al alimón con el de la Eucaristía; hubiera matado dos pájaros de un tiro y nos hubiera ahorrado a las generaciones venideras estos debates bizantinos.

Y por lo de los niños no te preocupes... afortunadamente, por hache o por be, no tienen necesidad alguna de esconder su rostro pues su alma es pura, inocente y limpia y no tienen vergüenza alguna que ocultar. La Hermandad tiene intención de seguir siendo híbrida a los efectos oportunos.

En cuanto a lo de los perfumes caros de la mujer... ese cura debe ser hijo de un fariseo de esos, pues precisamente el pasaje bíblico tiene una moraleja de distinta intención y que viene a desenmascarar una situación que precisamente se prodiga mucho hoy, dos mil años después: que los que critican esa riqueza de la Iglesia y las Hermandades pasan de puntillas por la inmensa obra social que ambas desarrollan mientras esos mismos críticos hacen bien poco por sus congéneres más necesitados. El colmo de la hipocresía.

Y por otro lado: apoyo una recogida de firmas para que en el Concilio Vaticano III se debata la aceptación del diccionario de la RAE como el quinto evangelio, aunque sea con carácter apócrifo... te reconozco que lo de capirucho me rechina más fonéticamente que morfológica o semánticamente... y ya me estoy bajando yo del burro más de la cuenta.

Saludos.

Trini Flores -

Querido y admirado "Anónimo:
Desde luego, si no doy mi brazo a torcer quizás sea debido a mi terquedad más que a otra cosa, porque tu argumentación es, además de fluída, fructífera aunque en mí, para satisfacción tuya, ese fruto no se produzca.
Te voy a contar una anécdota y después hago una pequeña reflexión. A partir de ahí, tu franqueza es lo que cuenta.
Dicen que un día fueron a visitar a S.S. el Papa, tres curas, un paul, un salesiano y un jesuíta. La visita tenía un fin: obtener del Sumo Pontífice autorización para fumar al mismo que tiempo que se reza. El paul y el salesiano propusieron así la cuestión: Santidad, desearíamos nos concediese licencia para "fumar mientras rezamos". El Papa montó en cólera y les echó una descomunal bronca. Cuando entró el jesuíta, hizo la proposición de esta manera: Santidad, le rogamos nos autorice a "rezar mientras fumamos". Y Su Santidad le contestó eufórico: naturalmente, hijo mío, cualquier momento es bueno "para rezar".
La reflexión es ésta: tires par cantocasa, tires par cantolavilla, la Semana Santa sin capirucho es como una casa sin almirez. Y en materia de religión, como en materia jurídica -y de eso tú sabes mucho- lo de los curas fumadores es el pan nuestro de cada día: argumentos se pueden ofrecer todos los que queramos y en el sentido que nos convenga. Un día le oí decir a un cura que las riquezas de la Iglesia, ese derroche de parafernalia de los actos litúrgicos del Vaticano, tienen su reflejo en el derroche de aquella mujer que desparramó caros perfumes por el cuerpo de Jesús. Y el tío, oye, se quedó tan tranquilo.
Lo único que siento, es que esta dialéctica tan a lo nuestro no haye tenido lugar en el bar Soledad dando cuenta de un buen plato de habas enzapatás. Un abrazo
Se me olvidaba: de verdad de la buena que me gustó mucho el color del antifaz, un verde verdaderamente precioso, y también que hayáis conformado ese híbrido entre penitentes con capirucho para los mayores y sin capirucho para los niños. Que no se pierda el híbrido porque resulta muy interesante.
Otrosí: según la Rae, penitente es la persona que en las procesiones o rogativas públicas va vestida de túnica en señal de penitencia.
Lo del capirucho, querido Anónimo, es cosa de los pamplinas de las procesiones de Semana Santa de todos los tiempos,entre los que nos encontramos, ni más, ni menos, máxime si tenemos en cuenta que el uso del antifaz, llamado originariamente capucho y después capirucho antes de la influencia de Isbililla, que introdujo lo de capirote, término aceptado en las "colonias acomplejadas", era prenda propio de verdugos y no de arrepentidos precisamente. Otro abrazo.

Anónimo -

La explicación la tienes en el evangelio de Juan, capítulo 20, versículo 23: «Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan»... esto lo dijo Jesús a sus discípulos al amanecer del Domingo de Resurrección (Jn, 20,19; el primer día de la Semana, según el calendario judío, era el siguiente al Sabath, o sea, el Domingo)... Es decir: el propio Jesús instituyó el sacramento de la Reconciliación (o de la penitencia) el mismo Domingo de Resurrección. Por tal razón, frente a la concepción de raiz medieval que entendía que la penitencia implicaba mortificación y disciplina física, el Concilio Vaticano II hizo una corrección de esa desviación del sacramento secularmente reforzada, respetando y clarificando la interpretación del texto evangélico y considerando que este sacramento representa eso mismo: una reconciliación con Dios por la Resurrección después de la muerte que representa el pecado. Esta concepción viene perfectamente definida en la Exhortación apostólica post-sinodal "Reconciliatio et paenitentiae", de Juan Pablo II (2 de dic. de 1984).
Recordar que la penitencia colectiva sólo está contemplada en el Ordo en ocasiones muy concretas (que nada tienen que ver con las hermandades de Semana Santa), pues la penitencia es un sacramento que sólo es posible para el indivíduo (no parece razonable admitir que los cristianos se arrepientan sinceramente de sus pecados en grupo y reciban igualmente la absolución de forma comunitaria, salvo en esos casos excepcionales que he referido), por lo tanto, es perfectamente posible que una Hermandad cuya procesión conmemora un misterio glorioso y que, por tanto tiene tal carácter, compatibilice esa conmemoración gozosa con el hecho de que alguno de sus hermanos, de forma individual, se reconcilie con Dios salvaguardando su anonimato y realizando su satisfacción.

En definitiva, no sólamente es que se pueda hacer un Domingo de Resurrección, sino que incluso es el día más indicado para hacerlo así.

Hay otra advertencia que la Iglesia reitera sobre un error común: se confunde uno de los actos del penitente (la satisfacción) con el propio sacramento. Me explico; los actos del penitente son tres: contricción, confesión y satisfacción... la satisfacción puede consistir en rezar tres padrenuestros, en salir en procesión, en hacer una peregrinación (¿que otra cosa es, en su configuración originaria, el camino del Rocío, a pesar de como haya podido o no degenerar para algunos?) o cualquier otra cosa... pero eso no es el sacramento, sino el último de los actos del penitente y ese acto se puede realizar individualmente y en todo momento sin limitación y más justificado aún hacerlo el Domingo de Resurrección por lo anteriormente expresado y por el hecho, además, de haber renovado nuestra protestación de fe durante la Vigilia Pascual.

Querido Trini, sé que todo esto no te va a convencer (casi me decepcionarías si dieses tu brazo a torcer así tan a la ligera), pero por si te sirve de algo, en este caso el camino que ha recorrido este argumento es al revés de como tú piensas: de Ayamonte a Sevilla; no en vano se lo transmití al hermano mayor de la Hermandad de la Resurrección de Sevilla, Juan Muñoz Jigato, quien me solicitó atentamente permiso (que no necesitaba)para incorporarlo a un dossier que estaban elaborando para unos fines que ahora mismo no vienen al caso... y con la bendición oficiosa de un par de reputados doctores de la Diócesis de Huelva.

A pesar de que Carlos III ya prohibiera las cofradías de sangre que iban realizando disciplinas físicas, en el subconsciente colectivo ha quedado impresa la imagen de que la penitencia implica dolor, sacrificio y mortificación y el acto (el de la satisfacción) ha de ser así de lúgubre... por eso no se encaja bien dentro de las celebraciones gloriosas. Esa concepción ha cambiado en los últimos tiempos, pero en el imaginario colectivo aún quedan retazos. Digamos que la satisfacción durante el Domingo de Resurrección es más fiel a la ortodoxia católica (aunque parezca lo contrario) y la penitencia con capirote, cadenas y pies descalzos es fruto de una tradición cultural e histórica... de alguna manera, no es otra cosa nuestra particular y peculiar Semana Santa (en un concepto tridentino y superado de manifestación piadosa), así que deberemos seguir reivindicando la pervivencia tradicional de nuestra forma particular de entender la Semana Santa a la vez que deberíamos dejar en paz a los que procesionen con capirucho el Domingo de Resurrección... y todos contentos.

Saludos.

Kiski -

No entiendo tu respuesta, de hecho creo que es mezclar el tocino con la velocidad.

A mí me parece que la Resurrección debe ser una cofradía de gloria y que los nazarenos sobran, de hecho ya vemos la problemática reciente que hay en Sevilla, pero si el Vaticano lo introduce dentro del via crucis puede ser que sea factible que se le de un carácter penitencial...

Un Saludo

kaul -

También el triduo Pascual comienza el Jueves Santo y no termina hasta el Domingo de Resurrección, ¿Cómo es la aritmética de esto?

Trini Flores -

El Vaticano puede introducir la resurrección como decimoquinta estación del Víacrucis y todo lo que quiera, amigo Kiski, pero hay una cosa contra la que ni el Vaticano puede ir: la ciencia aritmética. Por eso te digo: si una semana tiene siete días y quieres meter el domingo de resurrección en esa semana, una de dos, o "creas" una semana de ocho días y eliminas el otro domingo, el de ramos. Tu verás lo que haces.

Kiski -

Hace pocos años la resurrección se añadió como decimoquinta estación al vía-crucis según orden del vaticano.

Puede estar aquí el quid de la cuestión.

Kiski -

Hace poco la Resurrección se incluyó como decimoquinta estación del Via Crucis. He aquí una explicación.

agustín -

Pues a lo mejor tarda poco, en vista de que parece que este año la tercera remuda está o al menos estaba sin cargadores. Quizá deberíamos preocuparnos menos porque saliera a costaleros y con penitentes y algo más porque se mida a los cargadores y no se les asigne un puesto a dedo mejor o peor si es hijo de...o no. De que el señor y la virgen entren en la capilla al llegar y no se queden expuestos 3 horas al sol y que luego se meta con cargadores bebidos personas ajenas, etc. aparte del más que tradicional poco respeto que hay delante de los pasos.
Respecto al Resucitado también me preocupa menos, si sale con capirote o no y que tenga un calendario de cultos en condiciones como empieza a tener este año.

Del pozo parriba -

A Padre Jesús ya le quitaron hace años las bocinas y todas las insignias. No me extraña lo que dice Trini, que terminen con costaleros y penitentes.