Blogia
Mojarra Fina: El Blog de la Mojarra Fina Ayamontina

TONTOS DE CAPIRUCHO. Cuaresma avanti claro. El pOgrama. 12: Los cruceros

TONTOS DE CAPIRUCHO. Cuaresma avanti claro. El pOgrama.  12: Los cruceros

Hoy vamos a tratar de uno de esos asuntos que cada Semana Santa se pone de actualidad: la costumbre, la mala costumbre que tenemos muchos ayamontinos de no respetar el orden de las procesiones y cruzar repetidas veces la calle rompiendo así el ritmo normal del cortejo.

Desde luego, resulta fastidioso y muy molesto tener que dar una larguísima vuelta para ir a ese sitio que tenemos tan cerca que casi lo alcanzamos alargando el brazo, pero es cuestión de mentalizarse, de autodisciplinarse y hacer las cosas como es debido.

Pero si malo es eso de cruzar la calle por nuestra comodidad, peor es ir en busca del paso por medio de la calle, eso colma ya la paciencia de los sufridos diputados de tramo.

Corregir estos defectos es una cuestión sobre todo de educación, de ahí que dependa de nosotros el que nuestros hijos pequeños o nuestros nietos opten por estas costumbres nada deseables, es cuestión de educarles desde pequeños en un comportamiento adecuado y seguro que dentro de una o dos generaciones todo habrá cambiado.

Que nadie se dé por aludido, precisamente este que escribe es un mete pata de primera fila, es un vicioso en eso de romper el orden cruzando la calle y deambulando por el centro de la calzada. Si esta Semana Santa lo ven ustedes hacerlo, no tengan reparos en llamarle la atención, se ponga como se ponga.

 

1 comentario

José María Mayo -

¿y lo de los cochecitos de los niños?; ¿no tiene camama lo de los cochecitos de los niños?... los papases y las mamases piensan que un cochecito con niño es una especie de salvoconducto para deambular por dónde les parece y algunas pobre criaturitas parece que hasta ponen cara de "usted perdone, pero la que conduce es mi mami, que es una mijita gili".

Este año estrené vestidura con capa y pude comprobar la razón verdadera de porqué la Hermandad de la Soledad ha erradicado la capa de su hábito procesional: esa razón no es otra que la de evitar los puñeteros tirones de los igualmente puñeteros cochecitos de los niños... ¡y alguno hasta tienen la desvergënza de no llevar niño ni ná!.

Saludos.