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Mojarra Fina: El Blog de la Mojarra Fina Ayamontina

AYAMONTE EN EL RECUERDO. 59. La Mericambá

AYAMONTE EN EL RECUERDO.  59. La Mericambá

Nos encontramos hoy con una expresión que a la vez es abstracción y una contracción gramatical. Abstracción porque nos quedamos con lo esencial y contracción porque de dos o más partes de la oración hacemos una. La explicación práctica del caso es la siguiente:

Aunque todavía existe el local, de parecida dedicación, me estoy refiriendo al llamado "Cocedero de Ayamonte" situado en la plaza de la Coronación, nada o casi nada tiene que ver con el originario en cuanto a negocio nos referimos. Este negocio que hoy contemplamos y disfrutamos vino en llamarase el pasado siglo como "América Bar". Era una gran cafatería y al mismo tiempo salón de juegos de mesa, de billar, etc.

Con el tiempo y el uso abreviado y cómodo del habla, lo de América Bar se unió y quedó en Americabá, y para no gastar mucha saliva,  los ayamontinos de la época elminaron también la "a" inicial, y no sé por qué añadieron una "m" entre la segunda "a" y la "b", y al final y ya para siempre, aquella cafetería fue nombrada y conocida como "la Mericambá".

La Mericambá era, por decirlo de alguna forma, el tercer casino de Ayamonte. que ya contaba con dos, el Círculo Mercantil, conocido como el casino de los señoritos y de los haraganes, y el Casino Republicano, que no es otro que el Casino España. Y digo esto porque la Mericambá, además de cafetería-bar contaba con un salón de juegos de cartas, dominó, billar, etc., que daba a la calle Zamora, eso sí, todo en plan pobre, muy pobre, de tal manera que era corriente ver muchas mesas ocupadas sin que sus ocupantes consumieran nada. Eso sí, cuando había algo de dinero, allí lo gastaban, que para algo el pobre suele ser fiel y agradecido.

En principio fue propiedad de dos hermanos, Rafael y Juan, pero por razones que ignoro terminó regentándolo sólo Juan, que era así conocido como Juanito el de la Mericambá. En el recuerdo, un personaje inolvidable, Pepe Ojeda, tras el mostrador que además de ser el esposo de la conocidísima Paya, era el que redoblaba el tambor durante la Semana Santa con aquella modesta y recordada banda de cornetas y tambores, con Manolo Arenas, Fernandín, y otros que no recuerdo. Y de camarero, el inefable y aun entre nosotros Talicón, simpático como él solo.

La Mericambá, no me cansaré de repetirlo, fue el casino de los más pobres,. y gracias a Dios sigue existiendo su atractiva fachada. Todavía cuando los más viejos pasamos por su puerta nos parece ver aquellos antiguos y preciosos veladores redondos en su amplísima terraza exterior, y las mesas de mármol en el interior, sin olvidar el artistico posapiés del mostrador.

6 comentarios

José María Mayo -

Pues yo pensaba que el paso intermedio no existía y su nombre era American Bar (o sea: Barra Americana o Bar Americano, que no sé cuando el anglicismo "bar" fue aceptado por la RAE).

Yo recuerdo que en la puerta había un máquina de chicles de bola y siempre iba a buscar a mi abuelo Francisco, que siempre se tomaba el cafelito de sobremesa allí, para que me llevara a ver una película de tarzán al Cardenio (previo aprovisionamiento de sugus en el carrito del Carmelo).

Saludos.

66 -

Ta agradezco tu generosidad y espero estar a la altura. Lo unico que puedo prometerte es colaborar en lo que pueda, (mas bien poco), porque todo esto es nuevo para mi. Todo sea por nuestro AYAMONTE,
Abrazos.

¡Ah!, una cosa mas: Alucino con la memoria del amigo "Fa".

Trini Flores -

Amigo 66: tengo que decirte que tienes toda la razón del mundo y que no encuentro palabras para disculparme, no debemos generalizar, es cierto, porque todas las reglas tienen su excepción, para decirte que yo mismo fui socio del Círculo y nunca he sido haragán, pero a veces tre dejas guiar por la rutina. De todas formas, y aunque no fuera cierto mucha gente así denominaba al Círculo Mercantil. Te reitero mis disculpas y espero seguir contando con tu valiosa colaboración.

66 -

Amigo Trini, no hace mucho te felicité y animé por tu Blog. Esta opinión persiste. Pero hoy, y por vez primera, voy hacer una pequeña critica, (siempre constructiva) , en recuerdo a mi padre. Es muy escueta: En los últimos años de su vida se hizo socio del Círculo Mercantil solo para ver la tele y echar una cabezadita en aquellos sillones de orejeras, (que tan cómodos eran), antes de volver al trabajo. Nunca fue “rico” y menos “haragán”. Por eso creo se te olvidó algún adverbio junto a los calificativos. Yo lo recuerdo como el ”Casino de los ricos y de los señoritos, pero nada más, aunque reconozco que mi memoria me traiciona. Pero, siempre suele ser así: “Ni son todos los que están, ni están todos los que son”, en este caso, estaban. Resumiendo, en algunos casos no se debe generalizar. Saludos

jesus -

amiga locar,yo tambien recuerdo ese olor a cafe tan bueno. a mi mi padre me llevaba cuando los domingos jugaba el ayamonte y era casi una obligacion ir primero a tomar el cafelito a la mericambá.que recuerdos tan buenos!!!

locar -

recuerdo de pequeña.ir con mi padre a tomar cafe.todavia me acuerdo de ese olor tan rico que tenia el cafe. de aquella epoca.tengo la suerte de tener dos veladores en mi terraza regalo de mi gran amigo Alfonso y Domingo "el de los caballitos"de la mericamba.