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Mojarra Fina: El Blog de la Mojarra Fina Ayamontina

ME LO EXPLIQUE. 9. Las visiones del padre José

ME LO EXPLIQUE. 9. Las visiones del padre José

Desde hace algún tiempo, la parroquia del Salvador cuenta con un párroco ejemplar. El padre José es de esa clase de cura que todos queremos, o casi todos: amable, educado, cercano, muy cercano a las gentes, nada  dogmático a ultranza,  de tal forma que lo mismo nos invita a adorar al Santísimo Sacramento que a la imagen de madera del Cristo de las Aguas, respetando así las creencias populares que no tienen porqué contradecirse con los dogmas.

Hace esfuerzos diarios por integrarse en nuestra cultura, en nuestras costumbres, en nuestra idiosincrasia. No se excusa nunca y está presente siempre allí donde su ministerio es demandado.

Pero, ay querido padre José,  una cosa  me preocupa sobremanera, por usted y a fuer de sincero, por mí especialmente, y es su afán de ver cosas que yo no veo. No sé si los años no han afectado su visión y sí a la mía, lo cierto es que en sitios de espacio reducido usted ve permanentemente a nueve personas a las que yo no veo casi nunca, salvo en los momentos de alta solemnidad y transcedencia mediática. Esas personas son los hermanos mayores de nuestras cofradías y hermandades de Semana Santa. Los saludó usted, como si los viera, en la Eucaristía de acción de gracias por la toma de posesión de la junta de gobierno de la Hermandad de la Lanzada; y los ha vuelto usted a saludar, como si estuvieran, en la solemne misa celebrada por las almas de nuestros queridos difuntos esta misma mañana. Que dicho sea de paso, padre José, yo no sé que pintan los hermanos mayores, como tales, en una misa organizada por el Ayuntamiento en honor de los difuntos de todo el pueblo. Pero en fin, volvemos al principio, usted los ve y yo no. Sería algo así como enfrentar su palabra con la mía, que en ese caso, por su reconocido pretigio, saldría usted ganando; pero lo cierto es que la realidad trasciende y los vea usted o los quiera ver, nuestros hermanos mayores no están cuando los saluda.

Ese saludo tendría su razón de ser si lo dirigiera usted  a un lugar como el de la foto que ilustrará este artículo, porque ahí sí que se pueden ver. Otra cosa, para terminar: las autoridades militares tampoco estaban en ninguno de los dos sitios. Repase usted sus notas, padre José, que no cuesta trabajo. Porque si usted sigue viendo a los hermanos mayores en tríduos, misas, convivencias, etc., de otras hermandades que no sea la suya, le ruego me diga qué hace para verlos, o sea, me lo explique.

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