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Mojarra Fina: El Blog de la Mojarra Fina Ayamontina

LA PECULIAR FORMA DE HABLAR DE LOS AYAMONTINOS. 33. Hoy: el butre

LA PECULIAR FORMA DE HABLAR DE LOS AYAMONTINOS. 33. Hoy: el butre

Difícil tarea resulta definir qué es el butre, una palabra de suyo rara pero muy nuestra, sobre todo en lo relativo al mundo de los niños, pero intentaremos aclararlo aunque sólo sea poniendo algún ejemplo.

El butre sería algo así como un estilo en la forma de jugar a ciertos juegos, como el bolinche, el torero, el trompo, y ya de mayores, por ejemplo, el billar. Observaremos que en todos estos juegos, al menos en el último porque los anteriores han pasado desgracidamente a mejor vida gracias a la play, que hay jugadores que manejan el taco según les conviene por su resultado, hay quienes meten el taco por el hueco que dejan los dedos índice y pulgar encorvando el primero, hay quien deja deslizara el taco por entre esos dos dedos pero juntos y estirados, hay que toma el taco por el centro, a otros les gusta y  les va mejor manejarlo desde atrás de todo; en fin, todo un mundo. Con los juegos infantiles pasaba lo mismo, cada uno lanzaba el bolinche con su butre preferido, disparando con el dedo pular o el medio; se cogía la mocha de toreros de una determinada manera, o se lanzaba el trompo también según la maña de cada uno.

A esa forma de manerar los utensilios del juego es a la que en Ayamonte siempre llamamos como butre. Hay otro butre que ya existía con la oprobiosa pero que con la demo se ha puesto de moda desde hace años, y es el de llevar los dedos de una mano o de las dos en un abaniqueo desde el meñique al pulgar, es un butre que sirve para ramplar con todo lo que haya, si nó que le pregunten a Felipe González como lo dejaron en cueros sus más allegados. Claro que el pobre no sabía nada, simplemente se enteraba por la prensa.

1 comentario

Trini Flores -

Pido disculpas por no haber puesto el ejemplo del butre más conocido y que los más viejos recordamos con buen humor, el del butre chocha. El disparador era el dedo pulgar que se incrustraba en el índice encorvado, y servía cuando queriamos lanzar el bolinche lejos y aprovechando la altura con que salía disparado. Dicho está.