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Mojarra Fina: El Blog de la Mojarra Fina Ayamontina

LA PECULIAR FORMA DE HABLAR DE LOS AYAMONTINOS. 53. Hoy: El aguaje

LA PECULIAR FORMA DE HABLAR DE LOS AYAMONTINOS.  53. Hoy: El aguaje

De vez en cuando los buenos amigos y seguidores de este blog me recuerdan palabras, acontecimientos y naturalmente yo los tengo siempre en cuenta. En este caso es mi amigo de toda la vida y que para colmo hoy compartimos esa segunda paternidad de ser abuelos de la misma nieta, Antonio Boza, quien me recuerda la palabra que hoy comentamos.

Vamos a ver, en muchas ocasiones he dicho que nuestra peculiar forma de hablar está unida en multitud de ocasiones a lo que es la vida esencial de Ayamonte: el mar, la pesca. Existen varias formas de referirse al fenómeno de las mareas: bajamar, pleamar, reverso, repunte, marea alta, marea baja. Y en Ayamonte...el aguaje.

Recuerdo a un señor de la familia de los Peseta que era muy aficionado a pescar con aperejos en el río, seguramente junto al también desaparecido Pepe el Moro, eran los mejores, por varias razones, porque sabían manejar bien los aparejos, porque sabían que carná poner en cada momento, etc., pero sobre todo porque...aprovechaban todos los aguajes. Al Peseta se le decía que tenía mucha suerte y él contestaba siempre: sí, pero para pescar esto he tenido que echar un día entero, noche y día, aguantando cuatro aguajes, que eran las dos pleamares y las dos bajamares, pues dicen que el repunte de las mareas, es decir, cuando rompen a subir o a bajar, es el momento ideal para pescar.

Y como siempre, los ayamontinos extrapolamos los términos marineros a otras ocasiones. Voy a quitar un número para el médico, pero como no tengo prisa porque es una revisión, aprovecho el aguaje de final de la mañana, que ya no hay nadie. Así que aprovechar el aguaje es aprovechar una ocasión propicia para hacer algo, lo mismo que se evita el aguaje según nos suponga inconvenientes.

2 comentarios

Tito -

¿Y la expresión? "a fulanito no hay quien le coja el aguaje"

Trini Flores -

Hablando de Antonio Boza es inevitable acordarse del Pepe Vázquez, que en su día aprovechó el aguaje del Calvo Sotelo para cuajar en un gran futbolista, porque gran persona ya lo era.